(CNN Español) — El papa Francisco presidió este domingo en El Vaticano la misa de canonización de la beata María Antonia de Paz y Figueroa, mejor conocida como Mama Antula, quien se convirtió en la primera santa argentina, según reportó la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El rito de canonización se llevó a en la Basílica de San Pedro. De acuerdo con Vatican News, a la celebración acudieron aproximadamente cinco mil personas, entre ellas, el presidente de Argentina, Javier Milei.
“Mama Antula ‘tocada’ y ‘sanada’ por el ‘pequeño Dios de los pequeños’ estaba convencida de que ‘la paciencia es buena, pero mejor es la perseverancia’. Que su ejemplo y su intercesión nos ayuden a crecer en la caridad según el corazón de Dios”, pronunció el papa Francisco durante la homilía.
El camino para llegar a la canonización fue largo. Su proceso de beatificación, paso previo a la canonización, comenzó en 1905 y recién en 2010 fue declarada venerable por el papa Benedicto XVI.
Francisco fue quien le concedió la beatificación, el 27 de agosto de 2016. Un día después, en la celebración del Ángelus, el papa dijo al respecto: “Que su ejemplar testimonio cristiano, especialmente su apostolado en la promoción de los ejercicios espirituales, despierte el deseo de adherirse cada vez más a Cristo y al Evangelio”.
Finalmente, tras la confirmación en 2023 de su milagro, Francisco procedió este domingo con la canonización de Mama Antula.
¿Quién fue y qué milagros se le atribuyen?
Nacida en 1730 en Santiago del Estero, Argentina, la vida de María Antonia de Paz y Figueroa estuvo marcada por la vocación religiosa desde una temprana edad. Según el Vaticano, fue fundadora de la casa de los ejercicios espirituales de Buenos Aires.
Con apenas 15 años, emitió sus votos en la Compañía de Jesús, donde comenzó una vida retirada junto a sus pares, a quienes se las conocía como beatas. Allí se dedicó a educar niños, cuidar enfermos y asistir a los más pobres y vulnerables.
“Las beatas eran mujeres que vivían en sus casas, pero María Antonia sale de su casa y emprende un camino por todo el país, algo impensado en la historia latinoamericana”, explican José Torres de Argañaras y Damián Abregu, integrantes de la Familia Mama Antula, un grupo de fieles que le son devotos.
Además, añaden que la que es la primera santa argentina fue una mujer que emprendió una obra inaudita a partir de limosnas. Para ellos “su vida misma es un milagro”.
Su nombre y la fama de sus actos comenzaron a crecer a partir de 1767, cuando el rey Carlos III de España expulsó a la Compañía de los territorios de la Corona. En ese marco, y a sus 37 años, tomó la decisión de continuar organizando cursos de ejercicios espirituales, una práctica fundamental para los creyentes de una época en la que los jesuitas pasaron a ser muy mal vistos tras la decisión real.
Según la creencia popular, sus iniciativas surgieron a partir de una epifanía que la llamó a continuar con su misión. Desde entonces, adoptó su nombre religioso: María Antonia de San José.
A partir de allí comenzó a llevar los ejercicios espirituales a distintas provincias del actual norte argentino, como Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta y Tucumán, que en aquel momento eran parte del territorio colonial. “Donde ella daba ejercicios, todas las clases sociales se mezclaban y vivían armónicamente y en paz”, cuentan Abregu y Torres de Argañaras.
A Buenos Aires llegó recién en 1778, donde sus enseñanzas fueron rechazadas por las autoridades del virreinato. Sin embargo, la convocatoria masiva de sus retiros llevó a que, tiempo después, el obispado le diera la autorización oficial para llevarlas adelante.
Sus peregrinaciones la llevaron hasta Uruguay, particularmente a Colonia y Montevideo, donde fundó una casa de ejercicios espirituales en 1784. Hizo lo propio en Buenos Aires, donde levantó la Santa Casa de Ejercicios Espirituales en 1795, que es uno de los edificios más antigüos de la ciudad y que aún hoy es un templo para los fieles.
Mama Antula murió el 7 de marzo de 1799, fecha en la que se celebra su fiesta litúrgica, y sus restos descansan en la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced, en Buenos Aires.
“Es la patrona de las mujeres emprendedoras argentinas. Su casa ha sido lugar de acogida para muchas mujeres a lo largo de la historia”, explican desde Familia Mama Antula.
Se estima que entre 70.000 y 80.000 personas se beneficiaron de los ejercicios espirituales, y sus enseñanzas llegaron a Paraguay y hasta la lejana Francia. Además, sus cartas fueron traducidas a varios idiomas.
Los milagros de Mama Antula
A Mamá Antula se le atribuyen dos milagros, aunque la creencia popular destaca que realizó muchos otros en vida.
El primero de ellos fue la curación de Vanina Rosa, una hermana religiosa que recuperó la salud tras un shock séptico a partir de su intervención.
El segundo, reconocido por el Vaticano, es el que le valió su canonización.
En 2017, un hombre fue hospitalizado en la provincia argentina de Santa Fe por sufrir un “ictus isquémico con infarto hemorrágico en varias zonas, coma profundo, sepsis, shock séptico resistente, con fallo multiorgánico”. Según Vatican News, el paciente ingresó a terapia intensiva en “estado comatoso” y “un infarto muy extenso del tronco encefálico”, lo que implicaba un pronóstico muy reservado con pocas posibilidades de “volver a una vida normal”. Inesperadamente, días después comenzó una rápida recuperación hasta conseguir una autonomía total.
La confirmación del milagro llegó como resultado de la comprobación de que sus amigos y familiares, además de otras siete personas que no tenían vínculo con él, pidieron la intercesión de la beata. A esto, se le suman las conclusiones científicas a las que arribaron los médicos tratantes y la Consulta Médica del Vaticano del 14 de septiembre de 2023.
“Ante la habitual consulta al Colegio Cardenalicio, el Santo Padre Francisco ha decidido proceder a la Canonización de la Beata María Antonia de San José (en el siglo: María Antonia De Paz y Figueroa), conocida como Mama Antula, Fundadora de la Casa de Ejercicios Espirituales de Buenos Aires, nacida en 1730 en Silipica, Santiago del Estero (Argentina), y fallecida el 7 de marzo de 1799 en Buenos Aires (Argentina)”, confirmbaa el boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, en diciembre de 2023.
Con información de Marlon Sorto y Joaquín Doria.