CNNE 1607779 - mito y realidad del ajolote, el "monstruo de agua" en peligro de extincion
Así es el ajolote, el "monstruo de agua" que nunca envejece
04:21 - Fuente: CNN

(CNN) – El científico Randal Voss recuerda de vez en cuando que trabaja con una especie de superestrella. Cuando realiza actividades de divulgación con su laboratorio, se encuentra con personas deseosas de conocer a sus sujetos de investigación: unas salamandras acuáticas llamadas ajolotes.

Los admiradores de los anfibios cuentan a Voss que conocen a estos animales por Internet, o por caricaturas o peluches, y exclaman: “‘Son tan adorables, nos encantan’”, dice Voss, profesor de neurociencia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kentucky. “La gente se siente atraída por ellos”.

Basta echar un vistazo a un ajolote para entender por qué es tan popular. Con sus ojos muy abiertos, su boca respingona y su color rosa pastel, los ajolotes parecen alegres y se asemejan vagamente a los personajes de Plaza Sésamo.

Su fama en la cultura pop se ha disparado, en parte gracias a la incorporación de los ajolotes al videojuego Minecraft en 2021. Estas inusuales salamandras se encuentran ahora en todas partes, desde los parches de las Girl Scouts hasta las botellas de agua caliente. Pero los ajolotes son mucho más de lo que parece: su historia es la del descubrimiento científico, la explotación del mundo natural y el trabajo para reconstruir la conexión de los humanos con la naturaleza.

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Proyecto mexicano busca salvar a los ajolotes en peligro de extinción
03:03 - Fuente: CNN

Un misterio científico

Axolotl es una palabra del náhuatl, la lengua indígena mexicana hablada por los aztecas y por aproximadamente 1,5 millones de personas en la actualidad. Los animales deben su nombre al dios azteca Xólotl, que se transformaba en salamandra.

Los ajolotes pertenecen a una clase de animales llamada anfibios, que también incluye a las ranas. Los anfibios ponen sus huevos gelatinosos en el agua, de los que eclosionan larvas acuáticas. (En las ranas, estas larvas se llaman renacuajos).

La mayoría de los anfibios, una vez alcanzada la edad adulta, son capaces de desplazarse a tierra firme. Como respiran, en parte, absorbiendo oxígeno a través de su piel húmeda, tienden a permanecer cerca del agua.

Los ajolotes, sin embargo, nunca completan la metamorfosis a una forma adulta terrestre y pasan toda su vida en el agua.

“Mantienen su aspecto juvenil durante toda su vida”, explica Voss. “Son adolescentes, al menos en apariencia, hasta que mueren”.

El lago Xochimilco de México es el único lugar donde se encuentran los ajolotes en estado salvaje. Un sistema agrícola de islas flotantes artificiales llamadas chinampas proporcionó en su día un próspero hábitat a estos anfibios ahora amenazados.

Un rasgo característico del aspecto siempre joven de los ajolotes son sus branquias externas, que les ayudan a respirar en su hogar acuático, el único lugar donde se encuentran en libertad: el lago de Xochimilco, en Ciudad de México.

Es un misterio científico por qué los ajolotes no se transforman en adultos terrestres. Una hipótesis, según el Dr. Luis Zambrano, profesor de zoología de la Universidad Nacional Autónoma de México, es que el entorno del lago Xochimilco tenía suficientes recursos para las salamandras de modo que “era mucho mejor para ellas no gastar energía transformándose y permanecer en el lago”.

El lago de Xochimilco, de 16 kilómetros cuadrados, es una masa de agua única, una cuenca de drenaje natural con agua ligeramente salada. Hace más de 1.000 años, los xochimilcas de la región inventaron un sistema agrícola de islas flotantes artificiales llamadas chinampas. El sistema de chinampas, con sus canales de drenaje alrededor de las islas, sigue siendo utilizado hoy en día por los agricultores llamados chinamperos. Las islas proporcionaban hábitats y escondites a los ajolotes, que prosperaron entre las chinampas durante 1.000 años.

Sin embargo, las chinampas del lago Xochimilco ya no prosperan, ni tampoco las salamandras. “Los problemas empezaron a principios del siglo pasado”, explica Zambrano.

Los problemas del ajolote

A medida que Ciudad de México crecía y se industrializaba, la necesidad de agua trajo bombas y tuberías al lago, y con el tiempo, “era como un estanque maloliente con agua podrida”, dijo Zambrano. “Todos nuestros animales acuáticos sufren con la mala calidad del agua, pero los anfibios más porque tienen que respirar con la piel”.

Para agravar los problemas de los ajolotes, se introdujeron en el lago especies invasoras de peces como la carpa y la tilapia, que se alimentan de huevos de ajolote. Y el terremoto de 1985 en Ciudad de México desplazó a miles de personas, que encontraron nuevos hogares en los alrededores del lago, contribuyendo aún más a la destrucción del hábitat de los ajolotes.

Estas amenazas combinadas han devastado las poblaciones de ajolotes. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, quedan menos de 100 ajolotes adultos en libertad. La especie está considerada en peligro crítico.

Un ajolote nada en un tanque del Museo del Ajolote y Centro de Conservación de Anfibios de Ciudad de México en febrero. La especie está considerada en peligro crítico de extinción.

Mientras que los ajolotes salvajes del lago Xochimilco han disminuido hasta casi extinguirse, se han criado innumerables ajolotes para laboratorios científicos y el comercio de mascotas. “El ajolote ayudó esencialmente a establecer el campo de la zoología experimental”, dijo Voss.

En 1864, un oficial del ejército francés llevó ajolotes vivos a Europa, donde científicos se sorprendieron al saber que estas salamandras acuáticas aparentemente juveniles eran capaces de reproducirse. Desde entonces, científicos de todo el mundo han estudiado a los ajolotes y su ADN para conocer su inusual metamorfosis (o falta de ella) y su capacidad para regenerar partes del cuerpo lesionadas.

Además de su papel en laboratorios, los ajolotes se han hecho populares en el comercio de mascotas exóticas (aunque su tenencia es ilegal en California, Maine, Nueva Jersey y Washington). Sin embargo, los ajolotes que se pueden encontrar en una tienda de mascotas son diferentes de sus parientes silvestres del lago Xochimilco. Los ajolotes silvestres son, en su mayoría, de color marrón grisáceo oscuro. Los famosos ajolotes rosas, así como otras variantes de color como el blanco, el azul, el amarillo y el negro, son anomalías genéticas raras en estado salvaje, pero criadas selectivamente para el comercio de mascotas.

Es más, “la mayoría de los animales del comercio de mascotas tienen una varianza genética muy pequeña”, afirma Zambrano. Los ajolotes de comercios tienden a ser endogámicos y carecen del amplio flujo de genes diferentes que conforma una población sana en estado salvaje. Esto significa que la crisis de extinción del ajolote no puede resolverse simplemente arrojando más al lago Xochimilco. (Además, los ajolotes mascota probablemente no se adaptarían bien a las malas condiciones de hábitat del lago).

Fama y desgracia

Las dificultades que enfrentan los ajolotes en la naturaleza son casi diametralmente opuestas a la fama que han encontrado en los últimos años. Los ajolotes han cautivado la imaginación humana durante siglos, como demuestran sus papeles en la religión y las historias aztecas, pero el comienzo del siglo XXI parece ser un punto álgido para ellos. Los ajolotes adornan el billete de 50 pesos mexicanos. Hay Pokémon inspirados en los ajolotes, y comentaristas de Reddit han señalado que el personaje Desdentao de la serie de películas “How to Train Your Dragon” es claramente parecido a los ajolotes.

La introducción de los ajolotes en Minecraft en 2021 coincidió perfectamente con un aumento de las búsquedas de estos animales en Google, y las redes sociales facilitan el acceso a fotos y videos de las salamandras, sobre todo de las fotogénicas salamandras rosas que suelen tenerse como mascotas.

Es probable que el comercio de ajolotes como mascotas no perjudique directamente a las poblaciones silvestres, ya que no se cazan furtivamente ni se extraen del lago Xochimilco. Sin embargo, dijo Zambrano, la presencia de los ajolotes en la cultura pop y en las tiendas de mascotas puede hacer que la gente asuma que porque los ajolotes “viven en todos los tanques del mundo, no están en peligro”.

Los ajolotes han aparecido en todas partes, incluso en el billete de 50 pesos de México.

Zambrano lleva trabajando en la conservación de los ajolotes más de dos décadas. Los ajolotes viven tan cerca de la gente que la respuesta para salvarlos no consiste simplemente en crear una reserva natural y mantener a la gente alejada.

“Tenemos que ser inventivos en lo que respecta a las nuevas formas de restauración y resiliencia y a las decisiones sostenibles”, afirmó.

Estas nuevas prácticas incluyen esfuerzos de divulgación que buscan la “sinergia entre el conocimiento local y el conocimiento científico”, dijo Zambrano, especialmente entre los chinamperos cuyas familias han cultivado las islas del lago de Xochimilco durante generaciones.

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Un retorno generalizado al sistema de chinampas, dijo, beneficiaría a Los ajolotes, porque garantizaría un espacio de hábitat más limpio para las salamandras que el que proporcionan los usos actuales del lago, más industriales.

Tales esfuerzos requerirían cambios políticos, pero, según Zambrano, el entusiasmo mundial por los ajolotes podría impulsar una campaña de este tipo. Las personas que los aman pueden incluso adoptar simbólicamente un ajolote para ayudar a financiar programas de conservación. Conseguir que la gente reconozca que su salamandra favorita, de cara amistosa, no sólo existe en el vacío de Internet, sino en el mundo real, donde se enfrenta a graves problemas de conservación, según Zambrano, es “un gran logro”.

Kate Golembiewski es una escritora científica independiente establecida en Chicago a la que le apasionan la zoología, la termodinámica y la muerte. Presenta el programa de humor “A Scientist Walks Into a Bar”.