Alan Titchmarsh en la serie de televisión de la BBC "Garden Secrets", que fue retransmitida por KCTV de Corea del Norte con un desenfoque aplicado a los jeans que lleva puestos. Crédito: BBC/KCTV.

(CNN) – La cadena ​​estatal de Corea del Norte, KCTV, hizo borrosos los jeans del veterano presentador de televisión británico Alan Titchmarsh, como parte de la censura del país a la moda y la cultura extranjeras.

KCTV transmitió este lunes un episodio del programa de Titchmarsh “Garden Secrets”, emitido originalmente en BBC en 2010.

En un momento, al presentador se le ve arrodillado en un macizo de flores, y los espectadores atentos notarán que la mitad inferior de su cuerpo ha sido difuminada para ocultar los jeans que lleva puestos.

Titchmarsh le dijo a BBC que la censura le había dado cierta “credibilidad callejera”.

Titchmarsh, fotografiado durante la transmisión de KCTV. Crédito: BBC/KCTV.

“Nunca me he visto como un imperialista subversivo peligroso; generalmente se me considera bastante acogedor e inofensivo, así que en realidad eso me ha dado un poco de credibilidad callejera, ¿no es así?”, dijo.

Nam Sung-wook, profesor de Estudios Norcoreanos en la Universidad de Corea en Seúl, le dijo a CNN que la censura muestra que Corea del Norte está implementando estrictamente la recién adoptada Ley de Rechazo a la Ideología y Cultura Reaccionaria.

“La ley tiene como objetivo prohibir a los residentes norcoreanos imitar a países extranjeros en varios aspectos, incluyendo cómo se visten y hablan”, dijo.

Además, agregó que los jeans se han prohibido para los residentes como símbolo del imperialismo estadounidense, pero se ha aplicado cierta flexibilidad a los visitantes extranjeros porque no pueden impedirles que usen jeans.

Peter Ward, investigador del Instituto Sejong de Corea del Sur, dijo que la censura es parte de una lucha contra la “cultura e ideología antisocialistas”.

“Los jeans están asociados con la cultura occidental ‘decadente’, como lo estaban en la Unión Soviética, y Kim Jong Il ordenó a los funcionarios que los eliminaran del país en la década de 1990”, dijo.

“Han realizado campañas contra la cultura antisocialista desde al menos principios de los años 1990”, dijo Ward. “La intensidad de estas campañas ha aumentado, especialmente desde 2020”.

Ese año se introdujo la Ley de Rechazo a la Ideología y la Cultura Reaccionarias, que prohíbe a la población distribuir, ver o escuchar cualquier contenido cultural considerado antisocialista.

Las infracciones se castigan con años de trabajos forzosos en el caso de haber consumido pequeñas cantidades de material prohibido o incluso con la muerte por cantidades mayores.

En ese momento, la Agencia Central de Noticias de Corea, administrada por el estado, informó que la ley impide “la introducción y difusión de ideología y cultura antisocialistas (…) para que los norcoreanos puedan proteger su propia ideología, espíritu y cultura”.

Durante décadas, Corea del Norte ha estado comparativamente aislada del resto del mundo, con estrictas restricciones a la libertad de expresión, la libre circulación y el acceso a la información.

Su lamentable historial en materia de derechos humanos ha sido criticado por Naciones Unidas. El uso de internet está muy restringido; incluso los pocos privilegiados a quienes se les permiten teléfonos inteligentes sólo pueden acceder a una intranet fuertemente censurada y administrada por el gobierno.

Los materiales extranjeros como libros y películas están prohibidos, a menudo con severos castigos para aquellos encontrados con contenido contrabandeado en el mercado negro.