(CNN) –– El ataque de este lunes al consulado de Irán en Damasco, capital de Siria, puede representar la escalada más peligrosa fuera de Gaza en Medio Oriente, desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamas hace casi seis meses.
Siria e Irán culparon a Israel por el ataque aéreo que destruyó un edificio consular, y que cobró la vida de Mohammed Reza Zahedi, un alto comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán (IRGC, por sus siglas en inglés), y de varios funcionarios más, incluyendo a otro alto comandante, Mohammad Hadi Haji Rahimi. Los funcionarios israelíes no han hecho declaraciones sobre los hechos.
Este ataque es el más reciente en una serie de aparentes bombardeos israelíes en Siria dirigidos contra el IRGC y el grupo islamista libanés Hezbollah, respaldado por Irán. Hasta ahora, los ataques no han desatado una respuesta más allá de las escaramuzas que durante meses se han producido en la frontera de Israel con el Líbano, a pesar de las repetidas amenazas de Irán y del liderazgo de Hezbollah de reaccionar de la misma manera a los ataques de Israel.
Sin embargo, el incidente de este lunes puede ser la gota que rebase la copa. Técnicamente, el consulado de Irán forma parte del territorio soberano de ese país, lo que hace que este ataque sea el más directo contra suelo iraní en años. Además, Zahedi es el objetivo de más alto perfil desde que el expresidente de EE.UU. Donald Trump ordenó en enero de 2020 el ataque contra el famoso general del IRGC Qassem Soleimani en Bagdad.
“Los acontecimientos de hoy en Damasco indican que los israelíes tienen (al líder supremo iraní) Ali Jamenei en una caja”, escribió Mohammad Ali Shabani, analista de Irán y editor de la revista en línea Amwaj.media, en una publicación en X, antes conocido como Twitter.
“Al líder supremo de Irán lo están avergonzando ante su propia guardia pretoriana, y la Fuerza Quds tendrá cada vez más dificultades para justificar la indecisión de Jamenei ante los aliados regionales de Irán”.
Es difícil imaginar una respuesta de parte de Irán que no involucre a su grupo aliado más poderoso, Hezbollah. Est grupo chiíta libanés se ha visto envuelto en un fuego cruzado diario con las fuerzas israelíes desde el 8 de octubre. Durante casi seis meses, ha caminado sobre una delgada línea entre tratar de limitar su campo de operaciones a la zona fronteriza y al mismo tiempo tratar de imponer sus reglas de enfrentamiento “ojo por ojo”. Esto se ha vuelto más difícil a medida que Israel ataca objetivos mucho más lejos que la zona fronteriza con una frecuencia cada vez mayor (los ataques aéreos israelíes impactaron una ciudad importante en el este del Líbano la semana pasada).
Los aliados regionales de Irán dicen que empezaron enfrentamientos con Israel en nombre de los palestinos en Gaza, donde más de 32.000 personas han muerto, según las autoridades locales. Esto ha impulsado su popularidad regional y ha apuntalado sus posiciones políticas a nivel nacional. Pero han tratado de evitar una escalada regional total, lo que ha sido un alivio para Washington, que ha puesto todo su peso en impedir una guerra en Medio Oriente.
Esa puede ser una posición insostenible después del ataque de este lunes, que ha llevado nuevamente a la región al borde de una guerra ampliada.