(CNN) – Decenas de niños palestinos hacían fila con entusiasmo para comer en Deir al-Balah, en el centro de Gaza, mientras los trabajadores humanitarios descargaban enormes cacerolas de guisado y arroz de camiones estacionados bajo el sol abrasante.
Imágenes de CNN del sitio de distribución de comida frente a un extenso refugio para desplazados mostraron al personal de World Central Kitchen (WCK) atendiendo a los niños este miércoles. Más niños miraban desde los altos balcones donde la ropa colgaba sobre los tendederos.
La madre palestina Um Hassan le dijo a CNN que su pequeño estaba agradecido de recibir el plato de arroz caliente; su familia había estado sobreviviendo con comida enlatada durante semanas.
World Central Kitchen, una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos que se enfoca en combatir el hambre en todo el mundo, reanudó su trabajo en Gaza esta semana, después de una pausa tras una serie de ataques militares israelíes que mataron a siete empleados en abril, y provocaron la condena del mundo. Las fuerzas israelíes asumieron la responsabilidad de las muertes, y el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ofreció un extraño reconocimiento público y prometió investigar el “trágico incidente”.
El fundador de World Central Kitchen, José Andrés, escribió este miércoles que regresar a Gaza después de perder a su personal no era fácil, pero que la organización no podía “quedarse al margen” mientras la gente de Gaza sufría.
“La decisión (…) de retomar la alimentación en Gaza es a la vez la más difícil y la más simple que pudimos tomar”, escribió Andrés en X. “Difícil, porque solo ha pasado un mes desde que siete de nuestros colegas del WCK murieron en un ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel. Estos héroes humanitarios lo arriesgaron todo para alimentar a personas que no conocían y que nunca conocerán. Y, sin embargo, sencillo, porque la necesidad es muy grande. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras tanta gente está tan desesperada por conseguir lo esencial para vivir”.
Las agencias de derechos humanos advirtieron durante mucho tiempo sobre una espiral de catástrofe humanitaria en Gaza tras el ataque de siete meses del ejército israelí, lanzado en respuesta a los ataques terroristas liderados por Hamas el 7 de octubre. Hasta el 1 de mayo, más de 34.600 palestinos murieron por ataques israelíes en Gaza, según el Ministerio de Salud local.
Según la ONU, en el transcurso de la guerra, más de 1,9 millones de palestinos fueron desplazados a la fuerza, y muchos se refugiaron en campamentos abarrotados de tiendas de campaña que no pueden ofrecer suficiente acceso a servicios sanitarios o alimentos.
Toda la población de más de 2,2 millones de personas corre ahora riesgo de hambruna y al menos 30 niños ya murieron por desnutrición y deshidratación en Gaza, según el Ministerio de Salud.
Un empleado local de WCK, Ashraf Al Sultan, dijo a CNN este miércoles que las personas en el refugio de Deir al-Balah estaban sufriendo.
“Desde ayer, después de que volvimos a trabajar, pudimos ver la desesperación de la gente. Las personas no tienen comida y todos fuimos desplazados”, dijo.
“La comida (de World Central Kitchen) hace que la gente se sienta como en casa. Es comida decente, está limpia. También tratan bien a la gente”.
“Hace un mes que no recibo una comida caliente porque el equipo de cocina estaba en huelga. Solo teníamos comida enlatada”, dijo a CNN Zaki Sobeh, un joven en el lugar de desplazados, después de recibir su plato de comida este miércoles.
“Les doy las gracias y que Dios los proteja”.
Una necesidad desesperada de recibir más ayuda
Las organizaciones de derechos humanos han advertido repetidamente que las estrictas limitaciones de Israel para ingresar a Gaza disminuyen los suministros críticos y obstaculizan drásticamente los esfuerzos de ayuda dentro del territorio palestino.
En marzo, el jefe de derechos humanos de las Naciones Unidas, Volker Türk, advirtió que las sostenidas restricciones de Israel a la ayuda a Gaza pueden equivaler al crimen de guerra de la hambruna.
Israel dice que “no hay límite” en la cantidad de ayuda que puede entrar en Gaza, pero su régimen de inspección de los camiones de ayuda ha significado que sólo esté entrando una pequeña fracción de la cantidad de alimentos y otros suministros que solían entrar diariamente en Gaza antes de la guerra.
Poco después de la muerte de los trabajadores de World Central Kitchen en abril, los funcionarios israelíes acordaron abrir el cruce fronterizo de Erez hacia el norte de Gaza para permitir la entrega de ayuda. La escasez de alimentos ha sido peor allí después de que Israel concentrara allí su ofensiva militar en los primeros días de la guerra.
Este miércoles, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, describió la apertura de Erez como “esencial” para “aumentar el volumen de ayuda humanitaria a Gaza”.
Pero los esfuerzos por aumentar la ayuda también se toparon con repetidos problemas. Al menos 48 camiones de ayuda fueron bloqueados este miércoles después de que colonos israelíes atacaran un convoy de ayuda que se dirigía a Gaza a través del cruce sureño de Kerem Shalom, según las autoridades jordanas.
El Departamento de Estado de EE.UU. también dijo este jueves que un envío de ayuda que pasó por el cruce de Erez a principios de semana había sido interceptado temporalmente por Hamas, que controla el enclave aislado, antes de ser recuperado por la Organización de las Naciones Unidas.
– Jennifer Hansler, Tim Lister, Eugenia Yosef, Mohammed Tawfeeq y Jonny Hallam de CNN contribuyeron a este informe.