(CNN) – Los aliados de EE. UU. se han unido a la advertencia del presidente Donald Trump de que Siria pagará un “gran precio” si se descubre que llevó a cabo un ataque químico contra la ciudad de Douma, controlada por los rebeldes.
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Francia se convirtió este martes en el último aliado de Estados Unidos en advertir de que tomaría acción si Siria “cruza una línea roja” en el presunto ataque químico del sábado. Según grupos de activistas, helicópteros arrojaron bombas de barril llenas de gas tóxico sobre la ciudad situada en las afueras de la capital, Damasco, matando a decenas de civiles e hiriendo a decenas más.
Mientras los líderes occidentales consideraban los siguientes pasos a tomar, el presidente Trump canceló un viaje a Sudamérica planeado más adelante en la semana, a fin de supervisar la respuesta estadounidense a Siria. El vicepresidente Mike Pence asistirá a la Octava Cumbre de las Américas en su lugar, dijo la Casa Blanca en una conferencia de prensa el martes.
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Se espera que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, debata la situación con Trump en las próximas 48 horas, dijo este martes el portavoz del gobierno, Benjamin Griveax, a la radio Europe 1.
Francia ya había advertido que respondería con ataques contra las fuerzas del gobierno sirio, si se encontraban evidencias de ataques químicos.
La primera ministra británica, Theresa May, quien calificó el presunto ataque de “bárbarico”, también discutirá la situación con Trump el lunes, dijo un portavoz de Downing Street a CNN.
Pero Rusia ha advertido de graves repercusiones frente a la intervención militar occidental en Siria.
El gobierno sirio y Rusia niegan con vehemencia la participación y acusan a los grupos rebeldes de fabricar las acusaciones de ataque para obstaculizar los avances del ejército y provocar la intervención militar internacional.
El presunto ataque se produjo cuando las fuerzas sirias estaban a punto de recuperar Duma, la última ciudad ocupada por rebeldes en Guta Oriental, una zona al este de Damasco que ha estado sitiada durante seis años y el foco de una nueva ofensiva gubernamental lanzada a mediados de febrero.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, dijo este lunes que su país había enviado expertos a Duma y que no había “rastro” del uso de armas químicas allí utilizadas.
Tanto Rusia como Siria han invitado a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) a llevar a cabo investigaciones de Duma.
La OPAQ confirmó el lunes que planeaba enviar una misión de investigación a Duma, pero se negó a revelar un cronograma.
El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, dijo en un comunicado este martes que apoyaba plenamente la misión de investigación de la OPAQ e instó a todas las partes involucradas en Duma a otorgar acceso irrestricto a los expertos.