Nota del editor: Este artículo fue publicado primero el 22 de febrero de 2014, después de la detención de Leopoldo López por las autoridades venezolanas.
Por Rafael Romo, CNN
Caracas (CNN) — Cuando Leopoldo López se entregó a las autoridades la semana pasada, lo hizo en sus propios términos y no sin antes subirse a una estatua de un héroe cubano para dar un mensaje apasionado a las multitudes de simpatizantes que se reunieron en la plaza del vecindario de Chacaito, en el este de Caracas.
López, de 42 años, fue alcalde y candidato a la presidencia; planeó el evento con antelación y usó extensamente las redes sociales para convocar a sus simpatizantes a la plaza Brion.
Se ocultó la semana pasada luego de que el gobierno de Nicolás Maduro lo acusara de terrorismo y homicidio, y lo responsabilizara de incitar las protestas antigubernamentales en toda Venezuela. Hasta ahora las protestas han dejado varios muertos y un sin número de heridos.
Tras permanecer en un sitio secreto durante varios días, López anunció a los venezolanos y al mundo que después de hablar con su familia se entregaría. Ese anuncio llegó a través de un video en YouTube.
En la plaza, López usó un megáfono. “Las opciones que tenía eran salir del país, ¡y no me voy a ir de Venezuela nunca!”, dijo entre vítores y aplausos generalizados mientras permanecía de pie en la estatua de José Martí.
“La otra opción era seguir escondido, pero esa opción habría dejado dudas entre algunas personas, entre ellas algunas que están aquí; no tenemos nada que esconder”.
Más tarde, su esposa, Lilian Tintori, dijo a CNN que López tenía buen ánimo tras las rejas. “Lo último que me dijo fue que no olvidara por qué está ocurriendo esto, que no olvide por qué va a prisión. Está pidiendo la liberación de los presos políticos y de los estudiantes, y el fin de la represión y la violencia”, dijo Tintori.
López es un orador apasionado y un líder carismático; desde hace tiempo amenaza a los socialistas que ostentan el poder en Venezuela. En 2008, el gobierno del entonces presidente Hugo Chávez le prohibió postularse a un cargo público, lo acusó de corrupción y de malversación de fondos públicos. López respondió que se trataba de una venganza política y que no tenía nada que ocultar. Llevó su caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en donde lo absolvieron tres años más tarde.
Raíces políticas
La política corre por las venas de López. Es bisnieto del primer presidente de Venezuela y afirma que es descendiente de Simón Bolívar, el liberador sudamericano al que irónicamente reverencian los socialistas que ostentan el poder, entre ellos Maduro.
Cuando tenía 29 años, resultó electo como alcalde de Chacao y lo reeligieron con el 81% de los votos cuatro años después. Después de que lo absolvieran de los cargos de corrupción, en septiembre de 2011, lanzó su candidatura presidencial. En enero del año siguiente, eligió formar una alianza para unificar a la oposición en vez de postularse. Respaldó a Henrique Capriles, otro líder opositor popular, quien perdió por poco ante Chávez en octubre de 2012.
López proviene de una familia acomodada de Venezuela. Asistió a la Escuela Hun de Princeton —un internado privado en Estados Unidos— y se graduó en 1989. Luego asistió a la Universidad Kenyon en Ohio, en donde se graduó en Sociología con honores. López terminó su educación en la Escuela de Política de la Universidad de Harvard y obtuvo una maestría.
A su regreso a Venezuela, trabajó como consultor económico y profesor de Economía en la Universidad Católica Andrés Bello antes de incursionar en la política en 1999.
Personalidad magnética
La conductora del canal estadounidense HLN, Susan Hendricks, fue amiga cercana de López en la preparatoria y dice que el líder opositor tenía la clase de personalidad que atraía a la gente. “Era un éxito con las mujeres, pero ni siquiera lo sabía”, dijo Hendricks. “Era muy modesto”.
Hendricks dice que quedó desolada al saber que estaba bajo custodia, pero que no estaba sorprendida de que se hubiera entregado. “He tuiteado e intercambiado mensajes de texto con personas que han sido buenos amigos suyos hasta el día de hoy, hablaron con él hace más o menos un mes y dijo: ‘No abandonaré Venezuela’”, relató Hendricks.
Durante una audiencia que se celebró por la noche del viernes, los fiscales venezolanos acusaron formalmente a López por provocar incendios y conspirar, pero desecharon los cargos más graves de homicidio y terrorismo. En Venezuela, el delito de conspiración se castiga con 10 años de prisión.
Ahora, el apuesto y tranquilo estudiante estrella está preso en el complejo militar de Ramo Verde, en el municipio de Los Teques, en el estado de Miranda. El futuro de López parece incierto cuando menos. Sin embargo, sus familiares dicen que apoyan su decisión de entregarse.
“Manuela, mi hija de cuatro años, me hizo preguntas al respecto”, dijo Tintori, la esposa de López. “Le dije: ‘Manuela, está trabajando para Venezuela’. Porque Leopoldo, en donde quiera que esté encarcelado esta noche, estará trabajando por nosotros y pensando en nosotros. Va a seguir soñando con una Venezuela mejor, como siempre”.