Washington (CNN) – El secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, reveló este martes que el país está dispuesto a sentarse a dialogar con Corea del Norte, pero únicamente si este último renuncia a su actividad con armas nucleares.
Durante la conferencia de prensa del Departamento de Estado, Tillerson indicó que EE.UU. no está buscando un cambio de régimen ni tampoco pretende enviar su Ejército “al norte del paralelo 38”, que divide a Corea del Norte y del Sur. Sin embargo, el funcionario enfatizó que el peligro planteado por Pyongyang, que hizo pruebas de lanzamiento de dos misiles balísticos intercontinentales en julio pasado, es inaceptable.
“No buscamos un cambio de régimen. No buscamos una reunificación acelerada de la península. No buscamos una excusa para enviar a nuestro Ejército al norte del paralelo 38”, aseveró Tillerson durante una visita sorpresa a la sala de prensa de la agencia.
“No somos sus enemigos, no somos su amenaza, pero ustedes están planteando una amenaza inaceptable hacia nosotros y tenemos que responder”, añadió el funcionario dirigiéndose a Corea del Norte directamente. “Nos gustaría sentarnos y tener un diálogo sobre el futuro”, insistió.
Y, finalmente, soltó: “Nuestras otras opciones no son atractivas”.
Tillerson también habló de una serie de desafíos que a lo largo del escenario global, mencionando a Siria y la batalla contra ISIS, las actividades desestabilizadores de Irán en el Medio Oriente y los esfuerzos para alcanzar una solución pacífica en el conflicto del este de Ucrania, lugar de enfrentamiento entre los rebeldes apoyados por Siria y las tropas gubernamentales.
El objetivo de la política exterior del país en este momento, explicó el funcionario, es estar alineados con el slogan del presidente Donald Trump: “Make America Great Again” (hacer a Estados Unidos grande de nuevo).
“Eso no es sólo un slogan”, puntualizó Tillerson. “Es lo que nos guía en nuestra formulación” de políticas, señaló. Pero, advirtió que “cuando decimos ‘Estados Unidos primero’, eso no significa Estados Unidos por su cuenta”.
Venezuela
Por eso, también comentó sobre América Latina, diciendo que Estados Unidos está “muy, muy preocupado” por lo que ocurre en Venezuela, donde los líderes de la oposición fueron detenidos tras una elección que creó un cuerpo legislativo, compuesto enteramente por partidarios del presidente Nicolás Maduro.
Tillerson instó a Venezuela a “regresar a su Constitución, volver a sus elecciones programadas”, y sostuvo que las detenciones de los líderes de la oposición eran “muy alarmantes”. “Estamos evaluando todas nuestras opciones políticas en cuanto a lo que podemos hacer”, indicó.
El exdirector ejecutivo de ExxonMobil además manifestó que lidiar con los tuits potencialmente perturbadores de Trump, quien ha escrito explosiones de 140 caracteres contradiciendo posiciones que Tillerson ha asumido públicamente, es sólo parte del trabajo.
“Eso hace parte del ambiente en el que trabajamos, nos adaptamos a él”, afirmó Tillerson. “Hay muchas cosas inesperadas que nos suceden en el mundo de la diplomacia … Todo lo que el presidente elige expresar, se lo expresa a todo el mundo”, agregó.
“Una buena relación”
Cuando este martes se le preguntó sobre su relación con Trump, Tillerson explicó que tienen “una buena relación… él me llama tarde en la noche durante los fines de semana… es una relación muy abierta y es una en la que me siento bastante cómodo cuando le comparto mis puntos de vista”.
Sin embargo, el funcionario admitió que tienen “sus diferencias”, nombrando al pacto nuclear de Irán como una de ellas. “Si no tuviéramos esas diferencias, no le estaría sirviendo”, continuó Tillerson.
Tillerson se refirió al pacto nuclear internacional con Irán, el Plan Conjunto de Acción Integral (PAIC), señalando que trató solamente con una porción muy limitada de los asuntos que le preocupan a EE.UU.
Sólo hasta julio, y a regañadientes, Trump certificó que Irán está cumpliendo con el acuerdo. Además, el gobierno ha estado mandando señales de que podría estar saliendo del pacto, alcanzado bajo la administración de Obama junto con Francia, Reino Unido, Alemania, China y Rusia.
“La conversación sobre Irán no comienza y termina con el PAIC”, expresó Tillerson antes de indicar que el acuerdo ignoró otros problemas con Irán. Por ejemplo, la forma en que Teherán exporta a los combatientes a Siria e Irak, así como el apoyo de ese país a los rebeldes Houthi en Yemen.
“Fue como si nos hubiéramos puesto unas gafas e ignorado todas las otras cosas”, cuando el acuerdo fue negociado, sostuvo. También insistió en que “el espíritu del acuerdo fue violado” porque Irán no ha sido un “buen vecino” para otros países de la región. “Es un acuerdo… que debería servir los intereses estadounidenses principalmente, y su no sirve a esos intereses, ¿por qué deberíamos mantenerlo?”, apuntó.
El principal diplomático de EE.UU. reveló además que estaba enviando al e jefe del Comando Central, el general retirado Anthony Zinni, a Medio Orientes para ayudar a resolver un enfrentamiento entre los aliados del Golfo de Estados Unidos, que llevaron a Arabia Saudita, Bahrein, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos a cortar las relaciones con Qatar y acusar a Doha de apoyar el terrorismo.
Este tema se convirtió en un problema automático para el gobierno porque la base estadounidense más grande de Medio Oriente se encuentra en Qatar. Zinni irá a la región “para que podamos mantener una presión constante sobre el terreno”, explicó Tillerson. “Hay un límite en lo que puedes hacer con la persuasión por teléfono”.
Tensiones con Rusia
Igualmente, a Tillerson se le preguntó sobre las tensiones con Rusia, que acaba de anunciar que está expulsando a los diplomáticos estadounidenses. Afirmó que se reuniría esta semana con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, al margen de las reuniones en Asia, para discutir la manera de mejorar de los vínculos con Rusia, a la luz de las nuevas leyes de sanciones aprobada por el Congreso.
En ese sentido, el secretario sostuvo que la legislación expresa la voluntad del pueblo estadounidense. “Simplemente trabajaremos con él. No podemos dejar que nos saque del camino” cuando se trata de mejorar la relación”, añadió.
Un área de cooperación con Rusia está en la lucha contra ISIS, recordó. Y agregó que la coalición anti-ISIS ha logrado un éxito notable desde que Trump asumió el poder.
Pero la prioridad de Tillerson es Corea del Norte: el mes pasado, Pyongyang amenazó con un ataque nuclear en “el corazón de EE.UU.” si este país intenta sacar a Kim Jong Un del poder. De ahí que a consideración del secretario, la amenaza de Corea del Norte “se ha materializado de las maneras en que lo esperábamos” y que la primera respuesta del gobierno haya sido iniciar “una intensa y sostenida campaña de lo que me gusta llamar presión pacífica”.
Tillerson viajará a Asia a finales de esta semana, donde continuará su campaña para aumentar “la presión pacífica sobre el régimen en Corea del Norte, con el objetivo que ellos desarrollen la voluntad de sentarse y hablar con nosotros y otros”, pero con la comprensión de que no hay posibilidad de diálogos si Corea del Norte no abandona su programa nuclear.
También informó que China tiene un papel particular que desempeñar, ya que representa el 90% del comercio con Corea del Norte. Trump había enfatizado en ese punto, mientras buscaba al presidente chino Xi Jinping durante una visita de estado y presionaba a Beijing para que utilizara su influencia en Pyongyang.
“Creemos que China tiene una relación única y especial (con Corea del Norte)“, añadió Tillerson. “Continuamos llamándolos a usar esa influencia con Corea del Norte para crear las condiciones en las que podamos tener un diálogo productivo”. Si bien insistió en que Corea del Norte no “define” la relación entre Estados Unidos y China, sí insistió en que los lazos entre Washington y Pekín están en un importante “punto pivote”.
Jennifer Rizzo de CNN contribuyó a este informe