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Trump llamó "animal" al atacante en Nueva York y dijo que lo enviaría a Guantánamo
03:10 - Fuente: CNN

Nota del editor: El imán Omar Suleiman es fundador y presidente del Instituto Yaqeen para la Investigación Islámica y profesor adjunto de Estudios Islámicos de la Universidad Metodista del Sur. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.

(CNN) – Nunca olvidaré el día en que un veterano del ejército de Estados Unidos que había combatido en Iraq abrazó el islam en mi antigua mezquita, en Nueva Orleans. Llegó con su uniforme completo y se llenó de emoción cuando escuchó a la congregación gritar Allahu Akbar, después de que pronunció la declaración de fe islámica.

El veterano del ejército nunca pensó que las palabras que lo habían aterrorizado en Iraq serían exactamente las mismas que le darían la bienvenida a su nueva fe. Son las palabras que ahora usa en las oraciones.

Contrario a lo que mucha gente puede creer, las palabras Allahu Akbar simplemente significan “Dios es más grande”.

Omar Suleiman

Es una poderosa declaración usada por los musulmanes en muchas ocasiones y en muchas oraciones. Es una celebración de la vida, son las primeras palabras que los padres susurran en el oído de su recién nacido. Se usan para indicar gratitud cuando Dios te concede algo que no habrías podido alcanzar si no fuera por la benevolencia divina. Es una frase de oración que nos recuerda que, sin importar las preocupaciones que podamos tener, Dios es más grande que ellas.

Los fieles de una mezquita en Quebec supuestamente oyeron la frase Allahu Akhbar, la misma frase que ellos recitan en las oraciones de la mañana, pronunciada por un supremacista blanco antes de que abriera fuego y matara a seis musulmanes, en enero pasado. Y los musulmanes de una mezquita en Minnesota estaban recitando Allahu Akbar durante sus oraciones de la mañana cuando su mezquita fue bombardeada, en agosto.

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¿A veces se usa la frase Allahu Akbar como grito de guerra? Sí, aunque como ha argumentado el senador John McCain en Fox News, eso no hace que la frase en sí sea abominable. McCain señaló que los “musulmanes moderados” también dicen Allahu Akbar y dijo que la frase no es más preocupante que cuando un cristiano dice “gracias a Dios”.

Aunque la forma en que Allahu Akbar suele aparecer en los medios parece servirle a una agenda nefasta: infundir miedo a cualquiera que la pronuncie y plantear preocupaciones incluso sobre el islam mismo. Pero un terrorista solitario que grita Allahu Akbar mientras mata a personas inocentes en las calles de Nueva York no consigue apropiarse de ese término.

Tampoco lo hacen quienes declaran que no se necesitan más detalles para determinar la motivación de un atentado, una vez que un hombre con un nombre que suena musulmán perpetra un ataque usando esas palabras.

Como dijo Hassan Shibly, director ejecutivo de CAIR-Florida, en respuesta al reciente ataque terrorista en Nueva York: “El mayor acto de herejía es gritar el nombre glorioso de Dios cuando se comete el peor crimen en contra de Dios”.

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Aunque estas palabras que se usan para celebrar la vida, a veces también se usan para acompañar actos horribles y este no es un fenómeno nuevo.

Una de las mayores ironías notadas por los acompañantes del profeta Mahoma fue el nacimiento y la muerte de Abdullah Ibn Az Zubayr, el primer niño nacido en la comunidad musulmana después de que emigraron de Medina a La Meca, para escapar a la persecución.

Algunos habitantes de Medina les dijeron a los musulmanes que los habían hechizado para evitar que tuvieran hijos. Cuando Abdullah nació, su abuelo Abu Bakr lo llevó por las calles mientras la multitud cantaba alegremente Allahu Akbar.

Cuando Abdullah fue asesinado por otro grupo de musulmanes mientras defendía la justicia en La Meca, sus asesinos también cantaban Allahu Akbar.

Aunque aquellos que mataron a Abdullah usaron las mismas palabras que quienes celebraron su nacimiento, solo un grupo honró realmente la grandeza de Dios. Ellos son quienes adquieren el término: aquellos que viven de una forma que celebra la grandeza de Dios, al obedecer sus mandamientos y servir su creación, no aquellos que desobedecen esos mandamientos y atacan injustamente su creación.

No debemos permitir que los terroristas o las agendas del miedo posean ninguna de esas palabras, conceptos o devociones que se encuentran en el texto sagrado de una cuarta parte de la población mundial. Eso les daría exactamente lo que quieren. Y Dios es mucho más grande que la fealdad cometida en su nombre. Allahu Akbar