Steve Harvey junto a la representante de Colombia en Miss Universo Gabriela Tafur durante la ceremonia de coronación en 2019.

(CNN Español) – Steve Harvey lo hace de nuevo: volvió a protagonizar un desafortunado incidente con Colombia en Miss Universo 2019. Y esta vez no fue precisamente por nombrar a la ganadora equivocada como en 2015. Un “chiste” sobre carteles relacionándolos al país —que mencionó en dos ocasiones distintas durante el evento— ha desatado indignación y múltiples muestras de rechazo.

Todo empezó en los primeros minutos del concurso, cuando Harvey habló de cómo, tras el conocido error en el que nombró a la reina incorrecta, pensó que no volvería a presentar el evento. “Sobreviví a todo. Cuando te caes debes levantarte, volverlo a hacer”, señaló. Inmediatamente después remató: “Colombia también lo ha superado, ellos me han perdonado… bueno, no todos, quiero decir los carteles aún se tropiezan un poco con eso”. Luego, una sonora carcajada.

Y su “chiste” no terminó allí. No se quedó en una posible salida en falso al principio de la ceremonia. Cuando Miss Colombia, Gabriela Tafur, fue llamada de última entre las 20 candidatas que pasaban a la siguiente ronda, el tema volvió a surgir. Tafur bromeó con la equivocación de Harvey y le preguntó si estaba seguro de que había nombrado a la persona correcta. Cuando Harvey le responde “sabes que estoy en apuros por esto” y ella le replica “te perdonamos, no importa”, el presentador vuelve al tema de nuevo. “Tú me perdonaste, ellos también, no los carteles. Ellos no lo están manejando de la misma manera”.

La reacción en redes sociales ha sido de rechazo. La misma Tafur publicó en su cuenta de Twitter este lunes, horas después del concurso, “los chistes de carteles no son divertidos” y mencionó la cuente oficial Steve Harvey.

Además, en una entrevista con la emisora colombiana La FM, Gabriela Tafur relató lo que sintió cuando Harvey hizo el comentario sobre los carteles. “Horrible, yo parada ahí y que en televisión internacional hablen así de tu país de esa manera, la verdad muy maluco y super incómodo porque uno está concursando y no voy a pararme a decirle: ‘oye, por favor, no hables del cartel en televisión internacional’. Es completamente reprochable y uno no se ríe con eso”, señaló. También dijo que Harvey había hecho la broma en los ensayos previos a la ceremonia, pero que ella pensó que en el evento no lo iba a hacer. “Él ya había hecho ese chiste en ensayos, entonces yo dije no lo va a hacer en la final porque ya lo hizo en los ensayos”, sostuvo.

CNN se comunicó con la Organización Miss Universo para obtener su comentario sobre las palabras de Harvey, pero aún no ha recibido respuesta.

Reacciones en Twitter

Sobre la publicación de Tafur en Twitter respondió Juan Manuel Galán, hijo del asesinado político Luis Carlos Galán a cuyo crimen en 1989 se ha vinculado, entre otros, al narcotráfico y a la organización que dirigía Pablo Escobar Gaviria. Juan Manuel Galán escribió que los chistes no son divertidos “especialmente para las víctimas de los carteles”.

Otros usuarios en redes sociales cuestionaron el hecho de que Harver bromeara con la historia de violencia que representaron los carteles para Colombia.

“Podemos perdonarte por un error que ocurrió hace años. Pero hacer un chiste en televisión mundial sobre los carteles y la historia violenta de Colombia NO ESTÁ BIEN. No es divertido. Es hiriente. Es vergonzoso. Esperamos una disculpa de tu parte”, señaló una persona en Twitter.

“Miles de personas asesinadas, financiamiento para la guerra, corrupción, millones de vidas destruidas por la adicción, destrucción del medio ambiente. El narcotráfico y los carteles de la droga no son un chiste”.

La dolorosa historia de Colombia con los carteles de la droga

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) explica que durante la década de 1980, Colombia era un país “dominado por el narcotráfico”. Y cada día, en las páginas de los periódicos se veía “cómo todas las esferas de la sociedad estaban siendo afectadas por este crimen: asesinatos a candidatos presidenciales, periodistas, defensores de derechos humanos, senadores, jueces, ministros, masacres a comunidades, y, también, árbitros de fútbol que fueron silenciados en esa oscura época. Una historia, dolorosa, que el país no quiere volver a repetir”.

En su informe “Basta Ya”, el CNMH señaló que al final de los 80, “el Cartel de Medellín y otras organizaciones ilegales realizaron una campaña de atentados terroristas contra instituciones y agentes del Estado, así como contra figuras políticas reticentes a su creciente poder y a su actividad criminal”, todo con el objetivo de evitar la extradición de los narcotraficante a Estados Unidos. Los ataques incluyeron bombas contra edificios públicos –como el del hoy extinto DAS–, contra medios de comunicación –como el diario El Espectador en 1989– y hasta contra aviones –uno de Avianca en pleno vuelo, cuando ya había despegado de Bogotá. A eso se le suman los múltiples asesinatos de figuras políticas y funcionarios públicos, Luis Carlos Galán y los ministros de Justicia Rodrigo Lara Bonilla y Enrique Low Murtra son apenas algunas víctimas.

También cabe destacar que el secuestro fue otra de las modalidades que utilizaron los narcotraficantes en Colombia. “El narcotráfico —particularmente el Cartel de Medellín— recurrió a los secuestros de personalidades públicas para presionar al Estado y obligarlo a renunciar a la extradición de colombianos a Estados Unidos, eje de la política de lucha contra el narcotráfico”, señala el CNMH.

Además, el Centro de Memoria asegura que el narcotráfico y sus redes de financiación fueron “definitivos” para que la violencia sociopolítica se sostuviera y se agudizara en diferentes regiones del país, conllevando junto con la misma naturaleza del conflicto armado al desplazamiento forzado. “En Colombia, el desplazamiento forzado —delito de lesa humanidad— es un fenómeno masivo, sistemático, de larga duración y vinculado en gran medida al control de territorios estratégicos. Esta última característica evidencia que, más allá de la confrontación entre actores armados, existen intereses económicos y políticos que presionan el desalojo de la población civil de sus tierras y territorios”.