(CNN) –– ¿Discursos pregrabados y unas cuantas serpentinas de papel? No bajo su control.
El presidente Donald Trump, productor de televisión por naturaleza, espera una convención la próxima semana que se vea muy diferente al evento totalmente digital que los demócratas montaron en los últimos días, que tenga un énfasis en la programación en vivo y al menos algún tipo de audiencia que pueda responder a las múltiples apariciones que está planeando.
Llamando a sus asistentes a toda hora desde el Air Force One o la residencia de la Casa Blanca, Trump ha transmitido ideas de último momento sobre lugares o trucos y exigió informes de progreso sobre los oradores que quiere durante su extravaganza, que espera que brinde un impulso a sus números en las encuestas.
Los primeros borradores de su discurso de aceptación de la candidatura se parecen mucho a dos discursos anteriores que profundizaron en las guerras culturales divisorias que Trump ha avivado agresivamente: su primer discurso en la convención en 2016, donde declaró “Sólo yo puedo arreglar” las dolencias del país, y su discurso del 4 de Julio en el Monte Rushmore, donde aprovechó las recientes luchas raciales para transmitir un mensaje de “ley y orden”.
Incluso en medio de una pandemia nacional que ha limitado severamente la capacidad de los republicanos para celebrar, la convención ordenada por el presidente la próxima semana igual tendrá momentos diseñados para sorprender a los espectadores y provocar la indignación de los oponentes de Trump, dos rasgos que definen el estilo político de Trump.
Depende de cómo salgan las elecciones en noviembre —y cómo se reconstruyan los republicanos si el presidente pierde— las actuaciones de la próxima semana podrían reflejar el último suspiro de esa clase de política o una ilustración del nuevo Partido Republicano formado a su imagen.
Los detalles van cambiando
Los detalles de la semana siguen siendo variables y algunos de los elementos centrales aún se estaban resolviendo entre la Casa Blanca, el Comité Nacional Republicano y los planificadores de la convención. Los asistentes de Trump se estaban acercando a los posibles participantes, incluida una larga lista de estadounidenses cuyas historias personales creen que resonarán con los votantes.
Eso incluye a aquellos que se han beneficiado de algunas de las iniciativas del Gobierno, como las zonas de oportunidad y la elección de escuelas, y a aquellos que han experimentado traumas o han sufrido de formas que el presidente dice que está tratando de combatir.
“Creo que probablemente lo más importante son las historias no contadas que se contarán la próxima semana”, dijo el martes el jefe de personal de la Casa Blanca, Mark Meadows, a periodistas a bordo del Air Force One, cuando Trump regresaba de una visita a Arizona. “Creo que serán las mayores sorpresas”, opinó.
Dentro de la Casa Blanca, el asesor principal de Trump, Jared Kushner, ha asumido un rol protagónico tomando las ideas y demandas de su suegro y tratando de convertirlas en realidad. A esos esfuerzos se unió la asesora sénior Hope Hicks y miembros del equipo de campaña, incluida la presidenta del Partido Republicano, Ronna McDaniel. Aunque no estaba programado inicialmente que Kushner hablara en la convención como otros miembros prominentes de la familia, ahora está bajo consideración, dijo a CNN una fuente familiarizada con la planificación.
Los redactores de discursos del presidente estaban escribiendo un discurso que la consejera Kellyanne Conway dijo el miércoles que equivaldría a un “informe de progreso” del primer mandato de Trump.
“Será una semana emocionante”, dijo a periodistas en la Casa Blanca. “Solo el presidente puede dar eso desde aquí, solo la primera dama puede estar aquí pronunciando su discurso”, agregó.
Aunque la pandemia de coronavirus proporcionará un subtexto tácito para una convención drásticamente alterada, los asesores de Trump dijeron que no esperaban que la crisis de salud fuera un foco importante de los procedimientos, como lo ha sido durante la convención de los demócratas. La respuesta de Trump a la crisis ha sido ampliamente criticada.
Lo que sabemos
Después de exhaustivas deliberaciones sobre posibles lugares, la mayor parte de la convención se centrará en Washington, incluso en el terreno de la Casa Blanca y en el Auditorio Andrew W.Mellon, ubicado a una cuadra del hotel de Trump (que los republicanos dijeron que esperan que actúe como un centro social durante la semana y probablemente se beneficie financieramente). Algunos asistentes han comenzado a referirse al Auditorio Mellon como el lugar donde “Mnuchin se casó”, en referencia al rico secretario del Tesoro que se casó con la actriz Louise Linton allí en 2017.
En tiempos prepandémicos, el histórico auditorio tenía capacidad para 1.000 personas . Pero debido a las restricciones por el covid-19, el aparato del presidente está sopesando tener una audiencia limitada. “Habrá menos de 100 personas en el edificio”, dijo a CNN una persona familiarizada con la planificación, y agregó que podría haber tan solo 30 personas, incluido el personal y los equipos de producción.
Trump todavía planea viajar en algún momento de la próxima semana a Charlotte, Carolina del Norte, el sitio original seleccionado por los republicanos para su convención hace más de dos años. Había delegados que todavía estaban planeando reunirse allí para llevar adelante asuntos formales del partido y celebrar reuniones.
El espectáculo de fuegos artificiales que Trump ordenó para el National Mall luego de su discurso de aceptación aún está en constante cambio, y los planificadores esperan la aprobación del permiso por parte del Servicio de Parques Nacionales.
Todavía se está armando una lista que cuenta con actores secundarios de varias controversias de la era Trump, incluida la pareja de St. Louis que agitó armas ante manifestantes y el estudiante de secundaria católico que demandó a grandes medios de comunicación por difamación.
Y se están asignando espacios para hablar para los aliados de Trump y los miembros de la familia inmediata del presidente, incluida la primera dama y los hijos adultos.
La propia Casa Blanca aparece como telón de fondo principal. Esta semana comenzaron a instalarse andamios teatrales y aparejos para luces en el jardín sur, lo que impidió que el presidente usara su helicóptero para volar a la base conjunta Andrews para sus viajes fuera de la ciudad. Se espera que Trump pronuncie su discurso de aceptación allí el jueves.
“Es un lugar que me hace sentir bien, hace que el país se sienta bien”, dijo Trump al New York Post en una entrevista reciente.
Se están dando los toques finales a la restauración del Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, que se espera que esté terminado la próxima semana a tiempo para que la primera dama Melania Trump pronuncie su discurso el martes.
El vicepresidente Mike Pence, quien recientemente amplió sus propios viajes de campaña, hablará desde Fort McHenry en Baltimore. El sitio, que Trump visitó el Día de los Caídos, fue la inspiración para el Star Spangled Banner. E Ivanka Trump tiene previsto presentar a su padre en la Casa Blanca el próximo jueves.
Un contragolpe
Con menos tiempo para planificar su evento después de que Trump cancelara abruptamente una convención presencial en la que había insistido durante meses, los republicanos ahora se apresuran a hacer realidad sus visiones de un asunto extravagante y claramente trumpiano.
Al ver horas de la convención de los demócratas esta semana, Trump ha transmitido a sus asistentes lo que cree que funciona bien y lo que no quiere que se reproduzca, en particular los discursos grabados que algunos funcionarios han pronunciado en lugar de discursos en vivo.
El presidente ha criticado duramente los segmentos grabados, en particular el discurso que pronunció la ex primera dama Michelle Obama el lunes, porque parecen anticuados y, afirma, carecen de energía. El martes señaló que Obama había citado una cifra de muertes por coronavirus que había aumentado en miles desde que grabó su discurso a principios de la semana pasada.
A Trump tampoco le gusta especialmente verse a sí mismo en un video. Múltiples fuentes han descrito al presidente como alguien que se impacienta y se frustra mientras filma discursos pregrabados. Prefiere, en cambio, alimentarse de una audiencia.
Habrá un híbrido de programación grabada y en vivo durante las primeras horas de la convención, pero la mayoría de los discursos en horario central se harán en vivo, dijo a CNN una persona familiarizada con la planificación.
Sin embargo, al insistir en que casi todo suceda en vivo, Trump se arriesga a lo que algunos planificadores de convenciones republicanas temen que sean problemas técnicos o dificultades con los tiempos que no se puedan salvar. Este es exactamente el escenario que los demócratas buscaban evitar en discursos previos a la grabación, como el de la ex primera dama.
Ya sea en vivo o grabada, la convención, tal como la describen personas familiarizadas con su planificación, mostrará una presidencia y una candidatura construidas alrededor de batallas culturales divisivas, diseñadas para la televisión y para atraer las controversias.
La lista de oradores refleja la inclinación de Trump por presionar ciertos botones. Está previsto que Patricia y Mark McCloskey, los residentes de St. Louis que apuntaron con armas a manifestantes a principios de este verano, hablen. También está previsto que hable el estudiante de Kentucky Nick Sandmann, quien estuvo en el centro de una controversia por un video viral durante el mitin Marcha por la Vida en Washington el año pasado y luego demandó a las principales organizaciones de medios, incluida CNN.
Richard Grenell, el ex jefe de Inteligencia y embajador de Estados Unidos en Alemania; Nikki Haley, exembajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas; Andrew Pollack, el padre de la víctima del tiroteo en Parkland, Meadow Pollack; la activista contra el aborto Abby Johnson; la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, y el candidato para el Congreso de Pensilvania Sean Parnell también estarán entre los oradores.
Al igual que Alice Johnson, una excriminal federal cuya cadena perpetua fue conmutada por Trump a instancias de Kim Kardashian West.
Una lista de legisladores que han apoyado a Trump, incluidos los senadores Joni Ernst y Tim Scott, hablarán el lunes. Los temas serán “tierra de oportunidades”, “tierra prometida”, “tierra de héroes” y, durante la noche que habla el presidente, “tierra de grandeza”.
Los asistentes han señalado el discurso de Trump en julio en el Monte Rushmore como un modelo del tono que están tratando de establecer en los comentarios de Trump, que dicen que tocará temas familiares sobre los que el presidente se ha estado refiriendo en eventos oficiales y políticos durante el último mes.
Ese discurso oscuro profundizó en las guerras culturales divisivas que Trump ha avivado este verano en medio de un ajuste de cuentas racial a nivel nacional. En muchos sentidos, se hizo eco de su primer discurso en la convención de 2016, durante el cual dijo las palabras “ley y orden” cuatro veces.