(CNN) – La mayoría de los republicanos en el Congreso aún no ha llamado a Joe Biden para felicitarlo por su victoria en las elecciones presidenciales. Mucho menos se han referido a él como presidente electo, lo que hace que el caso de Mitt Romney sea aún más atípico. Él fue el primer senador republicano en felicitar a Biden cuando fue declarado vencedor. Eso es un reflejo de los antecedentes moderados de Romney, pero también de la relación personal que ha fomentado con Biden a lo largo de los años.
Los dos estaban en lados opuestos en la boleta presidencial en 2012; sin embargo, como Romney recordó a CNN el martes, eso no impidió que Biden hablara en la cumbre política de Romney, en 2017.
“Tuvo la amabilidad de venir y hablar en mi conferencia en Utah, y probablemente pasamos una hora juntos, con nuestras esposas, y tuvimos una reunión muy agradable. Parece un tipo encantador y con los pies en la tierra”, dijo Romney.
Con 36 años en el Senado de Estados Unidos, Biden tendrá más experiencia sobre el Capitolio que cualquier otro presidente de Estados Unidos. Sin embargo, solo una cuarta parte de las personas con las que sirvió todavía están en el Congreso. Eso significa que tendrá que depender de algunas relaciones clave para hacer las cosas. Además de mantener asociaciones de trabajo con los líderes de ambas cámaras, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, Biden tendrá que depender de un puñado de moderados y aliados políticos cercanos.
Estas son las relaciones más importantes a tener en cuenta entre Biden y el Capitolio al principio de su gobierno.
El sucesor de Biden en el Congreso: Chris Coons
Un aliado clave de Biden será el hombre que ahora ocupa el que era su escaño en el Senado. Se trata del demócrata Chris Coons, de Delaware. Coons es amigo de Biden desde hace más de 30 años y sigue siendo un asesor no oficial que está en contacto regular con el presidente electo y su equipo.
Según un asesor demócrata de alto rango en el Capitolio, durante la transición, Coons ha hablado con el consejero entrante de la Casa Blanca Steve Ricchetti diariamente y con el secretario general entrante de la Casa Blanca, Ron Klain, varias veces a la semana.
Coons, quien es considerado como temperamentalmente moderado y dispuesto a trabajar con los republicanos, será un barómetro confiable para sus compañeros senadores sobre la posición del nuevo presidente.
“Ellos confían en él como un emisario”, dijo el asesor demócrata. “Y creo que la gente sabe en el Senado que si Chris Coons viene con una idea, es algo que la Casa Blanca (Biden) respaldará”.
Para Biden, Coons será igualmente importante para tomar la temperatura de cualquier grupo de senadores centristas que pueda mantener el equilibrio de poder sobre las designaciones presidenciales, los proyectos de ley de gastos o las grandes leyes.
Joe Manchin, un contacto fuerte en el Congreso cuando Biden fue vicepresidente
Hubo un tiempo en que Joe Manchin era el demócrata menos bienvenido en la Casa Blanca de Obama. El senador de Virginia Occidental a menudo se encontraba votando en contra de la administración en temas como el clima, el comercio y las armas. Y para el segundo mandato, Manchin estaba en contacto regular con un solo funcionario de la administración de Obama: Joe Biden.
“Manchin no tuvo una gran relación con nadie en la administración de Obama excepto con Joe Biden”, dijo el asesor demócrata en el Capitolio. “Biden era la única persona [en la Casa Blanca] a la que Manchin llamaría, y Biden la única persona que llamaría a Manchin”.
Biden finalmente se convirtió en un asesor clave de Manchin en un proyecto de ley sobre control de armas que coescribió en 2013. Se basó en su propia experiencia en la elaboración de esa legislación. En un momento, Manchin le pidió a Biden que impidiera que la Casa Blanca apoyara públicamente la legislación, lo que habría matado cualquier impulso para obtener el apoyo del Partido Republicano.
“Biden evitó que la Casa Blanca lo respaldara, que no dijera nada al respecto”, dijo el asesor demócrata.
Aunque el proyecto de ley finalmente fracasó en el Senado, la medida reflejó la voluntad de trabajar juntos. Manchin ha pasado gran parte de su tiempo en el Capitolio tratando de unir colegas en varias “pandillas” bipartidistas para abordar desde la protección de los derechos hasta las leyes la inmigración. Bajo los presidentes Obama y Trump, estos esfuerzos generalmente no llegaron muy lejos. Pero si hay un compromiso en jefe en la Casa Blanca, Manchin puede tener más éxito al convertir conversaciones tranquilas en acciones productivas sobre infraestructura, alivio de la pandemia y autorización de gastos.
Manchin también podría ayudar a Biden a construir un puente hacia los votantes de Trump. Virginia Occidental es el segundo estado más pro-Trump (detrás de Wyoming), lo que le da a Manchin una idea de una parte de la base de votantes blancos de clase trabajadora de Trump que continúan alejándose del Partido Demócrata.
Si Biden espera recuperar terreno con estos votantes, podría ayudarse llamando a Manchin.
Lisa Murkowski, una aliada republicana clave para Biden
También hay espacio para un contingente centrista republicano. Los senadores Romney; Susan Collins, de Maine; Pat Toomey, de Pensilvania, y Rob Portman, de Ohio, podrían, en ocasiones, proporcionar votos cruciales para romper con la línea del partido. Pero la congresista de Alaska Lisa Murkowski podría ser la socia más crucial para Biden en ese frente.
Murkowski está lista para la reelección en 2022, lo que significa que tendrá presiones cruzadas tanto de su derecha dentro del Partido Republicano de Alaska como de los votantes centristas que han ocupado su base de apoyo durante dos ciclos.
En cuestiones sociales y con respecto a los nombramientos judiciales, Murkowski ha sido la senadora republicana más dispuesta a romper con Mitch McConnell y la conferencia republicana, una oportunidad para el gobierno Biden.
Pero dados los desafíos de los conservadores que ha enfrentado en su estado en sus dos últimos esfuerzos de reelección —un desafío primario exitoso, en 2010, que obligó a Murkowski a postularse como candidata que no aparecía en la boleta electoral, pero cuyo nombre se podía escribir para votar por ella, luego un fuerte desafío del partido libertario, en 2016— Murkowski deberá tener cuidado al elegir sus batallas.
Además, sus peleas más destacadas con la administración Obama vinieron por su defensa de las industrias de petróleo y gas de Alaska contra varios objetivos de política ambiental. En sus últimos días en el cargo, Obama bloqueó arrendamientos de perforación adicionales frente a la costa ártica en una medida que Murkowski criticó como un “regalo imprudente, miope y de último minuto para la agenda ambiental extrema”.
Eso puede darle a Biden una idea de dónde puede ser más sensible esta votación crucial del Partido Republicano en el Senado.
James Clyburn
Quizás ninguna persona sea más responsable de la presidencia de Joe Biden que el representante James Clyburn. Su respaldo antes de las primarias de Carolina del Sur a principios de este año revivió la lucha de Biden al entregar votantes negros en todo el sur.
Fue el primer paso para que Biden consiguiera la candidatura, pero no terminó ahí. A Clyburn también se ha atribuido algo de crédito por alentar a su elección como compañera de fórmula, la senadora Kamala Harris.
El legislador negro de mayor rango en el Congreso y el tercer demócrata de la Cámara de Representantes, Clyburn se encuentra en una posición sólida para seguir influyendo en Biden tanto en el personal como en las políticas. Días después de la elección de Biden, Clyburn le dijo a CNN que hablaba con frecuencia con el equipo de transición.
El legislador veterano también está ofreciendo críticas constructivas desde el exterior. En una entrevista con Juan Williams con The Hill, la semana pasada, Clyburn elogió la selección de Biden de Linda Thomas-Greenfield para embajadora en Naciones Unidas, pero dijo que debería haber más diversidad en las elecciones del gabinete del presidente electo.
“Por todo lo que escuché, a los negros se les ha dado una consideración justa”, dijo Clyburn a Williams. “Quiero ver a dónde conduce el proceso, qué produce … Pero hasta ahora no es bueno”.
Nancy Pelosi, líder en el Congreso y aliada de Biden
La presidenta de la Cámara de Representantes tendrá una mayoría demócrata mucho más estrecha el próximo enero, lo que dará a los progresistas en el caucus de Nancy Pelosi una voz relativamente más fuerte. Algunas de esas voces de izquierda, incluida la representante Alexandria Ocasio-Cortez, ya están dirigiendo su fuego retórico a personas como Manchin, presagiando una posible guerra entre demócratas.
La tarea de Pelosi es una vez más mantener a raya al comité de la Cámara de Representantes, pero tendrá ayuda por tener un compañero demócrata en la Casa Blanca nuevamente. Al mantener una relación de trabajo positiva con Pelosi, Biden puede redirigir parte de la energía interna hacia la productividad legislativa.
Biden y Pelosi tienen una larga historia de trabajo conjunto en una gran legislación, primero en sus años compartidos en el Congreso y luego durante la administración de Obama para aprobar la Ley de Estímulo y Cuidado de Salud a Bajo Precio. Pelosi también trabajó con Biden para ayudar a asegurar el apoyo demócrata de la Cámara para el acuerdo nuclear de Irán.
Un asesor de Pelosi le dijo a CNN que ella y Biden están “cortados con la misma tijera”.
Mitch McConnell, un republicano cercano a Biden
En los últimos días de la administración Obama, con Biden presidiendo el pleno del Senado por última vez, los miembros despidieron al vicepresidente saliente. Mitch McConnell, el líder de la mayoría republicana en el Senado, que había servido junto a Biden durante 24 años, habló primero en un tributo tanto al hombre mismo como a su relación laboral positiva.
McConnell dijo que confiaba en Biden “implícitamente” y elogió al vicepresidente como socio negociador.
“Hay una razón por la que ‘Pon a Joe al teléfono’ es la abreviatura de ‘Es hora de ponerse serio’ en mi oficina”, dijo McConnell.
Si bien las relaciones entre McConnell y Obama fueron frías, la intervención de Biden ayudó a la Casa Blanca y a los republicanos en el Congreso a alcanzar una serie de acuerdos críticos de gastos e impuestos, incluida la prevención del llamado precipicio fiscal que podría haber puesto en peligro la economía después de las elecciones de 2012.
También existe el riesgo de que el silencio del líder de la mayoría sobre las infundadas afirmaciones de Trump sobre fraude electoral pueda enfriar las relaciones con el presidente entrante. McConnell solo ha estado dispuesto a decir que el “proceso” de la elección se desarrollará y aún tiene que reconocer a Biden como presidente electo.
Pero después de la toma de posesión de Biden, el republicano de Kentucky puede estar listo para volver a ponerse serio. El pragmatismo despiadado de McConnell sugiere una oportunidad para que Biden encuentre áreas en las que trabajar con él. Ya se están sentando algunas de las bases para la confirmación de varios de los designados al gabinete propuestos por Biden, y los senadores republicanos elogiaron a algunos miembros del anunciado equipo de Seguridad Nacional.
Al final, el interés de McConnell será proteger y hacer crecer su mayoría. Eso limitará a Biden en todo, desde postulaciones judiciales hasta grandes paquetes legislativos. Gran parte de cómo serán los próximos dos años dependerá de cuán dispuesto esté McConnell a “hablar con Joe por teléfono” y hacer un trato.
– Ted Barrett de CNN contribuyó a esta historia.