(CNN) – La manifestación cerca del Capitolio de Estados Unidos de este sábado para apoyar a los acusados por la insurrección del 6 de enero se realizó con una multitud de unos pocos cientos y sin incidentes de seguridad considerables.
La policía del Capitolio de Estados Unidos dijo que un hombre fue arrestado porque cargaba un cuchillo. La policía con equipo antidisturbios también intervino en un momento para separar a los asistentes al mitin de los contramanifestantes, que fueron separados sin incidentes, según la Policía del Capitolio.
Pero en general, el evento fue pacífico. La policía del Capitolio dijo que entre 400 y 450 personas se encontraban en el área de la protesta, incluyendo a periodistas. Los organizadores habían recibido un permiso para 700 personas y afirmaron que algunos de sus partidarios no se presentaron porque tenían miedo.
Hubo una presencia policial masiva alrededor de la protesta y alrededor del Capitolio, y las fuerzas del orden tomaron medidas extraordinarias para asegurarse de que no se repitiera la insurrección del 6 de enero. Si bien hubo poca evidencia hasta el sábado de que algo de esa proporción fuera probable, hubo preocupaciones sobre los grupos extremistas y los posibles enfrentamientos con los manifestantes de una postura distinta.
El evento fue organizado en parte por un exmiembro del personal de la campaña de Trump, Matt Braynard, quien previamente promovió la “gran mentira” de que las elecciones de 2020 fueron fraudulentas.
“Se trata de las muchas personas que estuvieron allí ese día, que no han sido acusadas de violencia… y el trato desigual que han recibido”, dijo Braynard.
Los organizadores dijeron repetidamente que condenan la violencia que ocurrió el 6 de enero, pero una de las primeras personas en dirigirse a la multitud fue la novia de un alborotador que fue acusado de agredir a la policía con un palo grande. Otros oradores impulsaron narrativas a favor de Trump que han sido desacreditadas sobre la insurrección, y una mujer afirmó falsamente que los insurrectos recibían vacunas forzadas en la cárcel.
El evento fue realizado en apoyo de los “presos políticos” no violentos que fueron acusados de delitos relacionados con el ataque del 6 de enero y que ahora están en la cárcel antes del juicio. Pero solo un puñado de los más de 600 acusados de disturbios en el Capitolio encajan en esta categoría, según el análisis que CNN realizo de los registros judiciales.
La gran mayoría de los más de 600 acusados fueron puestos en libertad poco después de su arresto. Solo a unas pocas decenas se les ordenó permanecer en la cárcel antes del juicio, y la mayoría de ellos fueron acusados de delitos violentos. Para el puñado de alborotadores no violentos que están detenidos, los jueces federales concluyeron que eran demasiado peligrosos para liberarlos, alegando que podrían participar en futuros actos de violencia política.
