(CNN) – La cruzada del presidente Joe Biden contra los líderes autoritarios en el extranjero se complica, constantemente, por el desorden de su democracia en casa.
Biden, que condena tan enérgicamente a los agresores y dirige de forma tan plena a la comunidad mundial contra Rusia, notoriamente no logró reunir a los senadores que necesitaba para promulgar una agenda interna duradera.
El mandatario está empeñado en garantizar que Ucrania y Taiwán puedan elegir a sus propios líderes en elecciones libres, pero un sorprendente número de republicanos sigue rechazando su propia victoria electoral.
Farfulla tratando de explicar una economía tambaleante a los estadounidenses, lo que podría costarle a su partido el control del Congreso en las elecciones de mitad de periodo de este año.
El Senado está tan paralizado por el obstruccionismo, que otorga a una minoría la capacidad de aplastar la legislación, que ningún líder electo parece estar hablando seriamente sobre legislación federal para abordar algunos de los mayores problemas estadounidenses:
- Una esperada ola de inmigrantes en el frontera.
- Una crisis climática que amenaza la salud del planeta.
- La epidemia de violencia con armas de fuego que golpea cada vez con mayor frecuencia: en el metro, en supermercados, en salones de clase.
Por nombrar unos pocos.
La democracia estadounidense no es uniforme. La Corte Suprema parece preparada para eliminar el derecho de las mujeres estadounidenses a abortar dentro de ciertos límites. Algunos estados, ejerciendo su propia forma de democracia, esperan prohibir que las mujeres interrumpan cualquier embarazo no deseado, incluso poco después de la concepción. Los legisladores de Oklahoma aprobaron recientemente un proyecto de ley que prohibiría el aborto “desde la concepción”.
¿A quién debería apoyar Biden en esta elección? Una prueba clave de fe en la democracia estadounidense se produce este martes en Georgia cuando el gobernador republicano y el secretario de Estado que se opusieron al intento del expresidente Donald Trump de anular los resultados de las elecciones de 2020 se enfrentarán a los votantes de las primarias republicanas.
Tanto el gobernador Brian Kemp como el secretario de Estado Brad Raffensperger quieren conservar sus puestos. Para la carrera por la gobernación, Trump ha respaldado al exsenador estadounidense David Perdue, pero Kemp parece tener impulso, lo que provoca la ira del expresidente. Los que niegan las elecciones, como señala Politico, hasta ahora no han logrado ganar las primarias para los puestos de secretario de estado en Idaho y Nebraska.
La cruel ironía de estas primarias. La dificultad para alguien como Biden es que puede preferir que triunfen en sus primarias los republicanos que reconocen la legitimidad de su presidencia. Podría decirse que envía una señal de unidad, por pequeña que sea, en una verdad compartida. Pero también puede perjudicar las perspectivas de su partido en noviembre tener candidatos republicanos que puedan atraer a los votantes que no lo rechazan rotundamente.
En el exterior, Biden habla claro y con poder. Los asesores de la Casa Blanca fueron tomados por sorpresa e inmediatamente trataron de aclarar la promesa inequívoca de Biden a Taiwán este lunes.
“Sí”, dijo, Estados Unidos se involucraría militarmente si China invade Taiwán al igual que Rusia invadió Ucrania.
“Ese es el compromiso que asumimos”, dijo Biden durante una conferencia de prensa en Tokio, de pie junto al primer ministro de Japón. Es un paso más allá de lo que ha ido Estados Unidos para ayudar a Ucrania, que no forma parte de la estratégica Organización del Tratado del Atlántico Norte, conocida como OTAN.
Biden ha repetido esta promesa varias veces en los últimos meses, lo que sugiere que está diciendo lo que piensa, mientras que los asesores —que reiteraron el respeto de Estados Unidos por el gobierno de China continental— intentan ser ambiguos.
Las relaciones internacionales pueden ser difíciles de seguir. Estados Unidos apacigua a China al no tener relaciones diplomáticas oficiales con la isla autónoma de Taiwán, y China impide que Taiwán sea miembro oficial de alianzas internacionales. Pero Estados Unidos ha apoyado a Taiwán como democracia y se comprometió en la Ley de Relaciones con Taiwán de 1979 a proporcionar armas para ayudarlo a defenderse.
Un mensaje de Biden a China. China se enfrentaría a la potencia de fuego estadounidense (Biden no explicó cómo) si invadía Taiwán.
Hacer frente a los agresores autoritarios por las democracias se está convirtiendo en el tema principal de la presidencia de Biden. Quiere mostrarle al mundo que la forma de gobierno estadounidense es mejor que la versión autoritaria, donde los presidentes cambian las reglas para darse el poder por décadas o de por vida y donde planean apoderarse de la Tierra.
Rehacer a Estados Unidos como líder de las democracias. El mayor éxito de Biden como presidente ha sido reunir a la mayor parte del mundo contra la invasión rusa de Ucrania.
Pero en casa se enfrenta a una ardua tarea. El columnista de The New York Times, Thomas Friedman, salió de un almuerzo reciente con Biden con el corazón apesadumbrado.
“Biden no lo dijo con tantas palabras, pero no tenía que hacerlo”, escribió Friedman. “Pude escucharlo entre líneas: está preocupado de que, si bien ha reunido a Occidente, es posible que no pueda reunir a Estados Unidos”.
La democracia funciona en ambos sentidos. El punto más importante de Friedman fue que nadie sabe si el próximo presidente de EE. UU. será un partidario tan fuerte de la democracia.
La evidencia sugiere que la oportunidad de Biden de reunir a Estados Unidos, si esa oportunidad existió alguna vez y si Estados Unidos alguna vez estuvo realmente unido, ya puede haber pasado. La misma democracia que le dio poder pronto podría quitarle algo.