(CNN) – Tres meses después de que empezara el brote actual de la viruela del mono, Estados Unidos ya tiene más de 12.000 casos… y contando.
Y a pesar de un suministro creciente de la vacuna Jynneos ––así como de una nueva estrategia para aplicarla que podría aumentar su disponibilidad actual cinco veces más–– todavía no hay evidencia de que esta protección esté llegando a quienes corren el mayor riesgo.
“Si piensas en el hecho de que hay una cantidad limitada de vacunas disponibles, realmente quieres saber qué grupos deberías atender primero”, señaló la Dra. Stella Safo, médica de atención primaria del VIH y fundadora del grupo de activismo Just Equity for Health.
“Esa es la perspectiva de la equidad: que no todos experimentamos enfermedades ni determinantes sociales de la salud por igual. Por lo tanto, los tratamientos y los recursos disponibles también deben dirigirse a quienes más los necesitan”, añadió.
Un análisis detallado sobre el registro de casos de la viruela del mono que este mes publicaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) reveló una nueva perspectiva sobre las poblaciones que el brote ha golpeado de manera desproporcionada, incluidas las personas negras e hispanas.
La falta de información en todo el país sobre vacunación contra la viruela del mono
Pero todavía no hay un panorama a nivel nacional sobre quién ha recibido la vacuna. Además, los datos limitados a nivel estatal que están disponibles no resultan prometedores.
Según los registros de los CDC, más de la mitad de los casos de viruela del mono en todo el país son entre hispanos (el 28%) o negros (el 26%), quienes representan apenas cerca de un tercio de la población general.
En Carolina del Norte, la disparidad es aún peor. Más del 70% de los casos son entre personas negras, pero solo aproximadamente una cuarta parte (el 26%) de las vacunas se han aplicado a esa población en el estado, según datos publicados en el sitio web del departamento de salud de Carolina del Norte.
Y en Colorado, menos del 15% de las vacunas contra la viruela del mono se han destinado a personas negras o hispanas, según datos que compartió el departamento de salud del estado con CNN la semana pasada.
“No sorprende que haya desigualdades en cuanto a quiénes se están vacunando con respecto a quiénes reciben el diagnóstico de viruela del mono”, apuntó el Dr. Oni Blackstock, médico de atención primaria y de VIH, y fundador de la firma consultora Health Justice. “Entonces podemos suponer que estos no son casos aislados. Es probable que estas desigualdades existan en todo EE.UU. Y realmente deben abordarse, especialmente si queremos controlar este brote actual”, añadió.
Más ayuda de las autoridades locales
La respuesta de salud pública ante el brote de viruela del mono en EE.UU. ha recibido múltiples críticas, mientras la culpa rebota de un lado al otro entre el gobierno federal y los estados.
El secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, dijo el mes pasado que el gobierno federal está preparado para responder. Sin embargo, añadió que necesita más ayuda de las autoridades locales.
“Necesitamos que los estados, los directores locales de salud pública nos proporcionen datos para que tengamos información. No solo para hacernos una idea de cómo, y qué tipo de volumen, sino también para saber cómo concentrar la ayuda que podemos entregar”, señaló. “Necesitamos más cooperación de los locales para conseguir la información que necesitamos”, insistió.
Los CDC están por completar un convenio de uso de datos con los estados, que funcionaría como un “acuerdo mutuo” para canalizar información sobre la vacunación contra la viruela del mono hacia la agencia desde “varias fuentes”. Es un ajuste al acuerdo de uso de datos sobre covid-19 y tendría los mismos “requisitos y disposiciones”. Un borrador del acuerdo señala que su propósito es “fomentar los esfuerzos del gobierno federal para desarrollar una imagen integral sobre la distribución de la vacuna contra la viruela del mono a nivel nacional”.
Hasta la semana pasada, 54 de 61 jurisdicciones habían firmado el acuerdo.
Reserva con los datos demográficos
Sin embargo, cuando CNN contactó los 50 estados para obtener detalles demográficos sobre quiénes han recibido la vacuna contra la viruela del mono, la mayoría no respondió. Entre los que sí lo hicieron, la mayoría señaló que los datos aún no estaban listos para publicarse, debido a preocupaciones de privacidad por la pequeña cantidad de personas que se han vacunado o por un retraso en el procesamiento de los datos demográficos.
La falta de datos sobre las personas que han recibido la vacuna también ha llamado la atención de los líderes políticos.
La semana pasada, el representante Ritchie Torres envió cartas a los líderes locales en su estado natal de Nueva York, así como al Departamento de Salud y a los CDC, pidiendo que se difundieran públicamente datos demográficos sobre la vacunación contra la viruela del mono.
“La historia nos dice que no podemos confiar en que el sistema de salud pública satisfaga automáticamente las necesidades de los desatendidos: debería y debe haber transparencia y rendición de cuentas. Y la divulgación pública de los datos demográficos es fundamental para ambos”, escribió.
Este lunes, ocho concejales de la ciudad de Washington enviaron una carta al departamento de salud local solicitando más información sobre las vacunas para garantizar una distribución equitativa. Solicitan específicamente más información para mostrar cómo el distrito está “aplicando las lecciones aprendidas durante el covid-19 sobre comunicación y distribución de vacunas a la situación de la viruela del mono”.
Vacunación contra viruela del mono “repite” lo que sucedió con el covid-19
Para Blackstock, la viruela del mono “repite” lo que sucedió con el covid-19, pero peor.
“De nuevo, los grupos marginados y vulnerables resultan afectados. Y hay muy poco sentido de urgencia en términos de llevar recursos a las comunidades que más los necesitan”, dijo. “La viruela del mono tiene aún un mayor estigma para los homosexuales, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres. Y después las intersecciones de eso con el hecho de que los hombres negros y latinos sean los más afectados”.
En un comunicado este lunes que promocionó el suministro adicional de vacunas disponible para los estados, Becerra enfatizó en la necesidad de coordinación y colaboración.
“Seguiremos trabajando con nuestros socios estatales para garantizar una distribución equitativa y justa de estas dosis de vacunas para proteger a los que corren mayor riesgo y limitar la propagación del virus”, dijo.
Los expertos dicen que, especialmente con la naturaleza sensible del brote actual de viruela del mono, es fundamental trabajar en estrecha colaboración con las comunidades más afectadas.
El departamento de salud de la ciudad de Washington le dijo a CNN que hubo un “aumento en las personas de alto riesgo que obtuvieron la vacuna, especialmente en la comunidad negra, al reducir la especificidad de los datos recopilados”.
Desconfianza agravada por fallo de Roe vs. Wade
Eso habla de una desconfianza histórica en la atención médica, pero también de una “desconfianza contemporánea” que empeoró a raíz de la revocación del fallo sobre el aborto de Roe vs. Wade que efectuó la Corte Suprema, dijo Safo.
“La gente no confía en que estos datos que se recopilan no se utilizarán de una manera que los afecte negativamente. Sin embargo, desde una perspectiva de salud pública, necesitamos estos datos para poder entender cómo orientar los recursos”, dijo.
“Se remonta a la realidad de que necesitamos que las personas de estas comunidades estén en la mesa de diseño cuando pensamos en cómo recopilamos datos, cómo implementamos vacunas, cómo hablamos sobre estas condiciones. “