(CNN) – El final del horario de verano llegó nuevamente, en el marco de una tradición de otoño en la que Estados Unidos, Europa, la mayor parte de Canadá y otros países retrasan sus relojes una hora. Adelantaremos (nuevamente) los relojes la próxima primavera, cuando los gobiernos restablezcan el horario de verano.
Pero, ¿estamos poniendo nuestra confianza en una idea poco saludable y obsoleta?
No según el Senado de Estados Unidos, que en marzo aprobó el proyecto de Ley de Protección Solar de 2021: si se convierte en ley, el horario de verano será permanente.
“El llamado para poner fin a la práctica anticuada de cambiar el reloj está cobrando impulso en todo el país”, dijo el senador Marco Rubio, quien presentó inicialmente el proyecto de ley en el Senado de EE.UU., en un comunicado. La legislatura de Florida votó para hacer permanente el horario de verano en Florida en 2018, pero no puede entrar en vigencia hasta que también sea una ley federal.
El proyecto de ley todavía tiene que pasar por la Cámara de Representantes de EE.UU. y ser promulgado por el presidente. Si ese es el caso o cuando sea así, adelantaremos nuestros relojes y los dejaremos así, viviendo permanentemente una hora por delante del Sol.
Sin embargo, un número creciente de expertos en sueño dicen que el acto de adelantar nuestros relojes en la primavera está arruinando nuestra salud. Los estudios de los últimos 25 años han demostrado que el cambio de una hora interrumpe los ritmos corporales sintonizados con la rotación de la Tierra, echando leña al debate sobre si es una buena idea tener el horario de verano en cualquier forma.
“Soy una de los muchos expertos en sueño que sabe que es una mala idea”, dijo la Dra. Elizabeth Klerman, profesora de Neurología en la división de Medicina del Sueño de la Escuela de Medicina de Harvard.
“Tu reloj biológico se queda con la luz (natural), no con el reloj de tu pared”, dijo Klerman. “Y no hay evidencia de que tu cuerpo cambie completamente al nuevo horario”.
La Dra. Phyllis Zee, directora del Centro de Medicina Circadiana y del Sueño de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Evanston, Illinois, también se opone al horario de verano.
“Entre marzo y noviembre, tu cuerpo recibe menos luz matutina y más luz vespertina, lo que puede alterar tu ritmo circadiano”, dijo.
El tiempo estándar, al que ingresamos cuando retrocedemos nuestros relojes en el otoño, está mucho más cerca del ciclo diurno y nocturno del sol, dijo Zee. Este ciclo ha marcado nuestro ritmo circadiano, o reloj biológico, durante siglos.
Ese temporizador interno controla no solo cuándo duermes, sino también cuándo quieres comer, hacer ejercicio o trabajar, así como “tu presión arterial, tu frecuencia cardíaca y tu ritmo de cortisol”, agregó Zee.
La Academia Estadounidense de Medicina del Sueño hizo un llamado para prohibir definitivamente el horario de verano: “La evidencia actual respalda mejor la adopción del horario estándar durante todo el año, que se alinea mejor con la biología circadiana humana y brinda beneficios distintivos para la salud y la seguridad públicas”.
La propuesta ha sido respaldada por más de 20 organizaciones médicas, científicas y cívicas, incluido el Colegio Estadounidense de Medicina Ocupacional y Ambiental, la Asociación Nacional de Padres y Maestros, el Consejo Nacional de Seguridad, la Sociedad para la Investigación de Ritmos Biológicos y la Sociedad Mundial del Sueño.
¿Cuál es el daño?
Cuando nuestros relojes internos se desfasan del ciclo solar día-noche incluso en una hora, desarrollamos lo que los expertos en sueño llaman “jet lag social”. Los estudios han demostrado que el jet lag social aumenta el riesgo de trastornos metabólicos como la diabetes, aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, empeora los trastornos del estado de ánimo como la depresión, afecta los sistemas digestivo y endocrino y acorta la duración del sueño. Incluso puede reducir la esperanza de vida.
Un estudio de 2003 descubrió que dormir una hora menos durante dos semanas tenía el mismo efecto en el pensamiento y las habilidades motoras que no dormir durante dos noches completas. Reducir el sueño en 90 minutos de las 7 a 8 horas recomendadas para adultos alteró el ADN de las células inmunitarias y aumentó la inflamación, una causa clave de enfermedades crónicas, según otro estudio.
Hacer que el cambio de hora sea permanente haría que los efectos crónicos de cualquier pérdida de sueño fueran más severos, no solo “porque tenemos que ir a trabajar una hora más temprano durante 5 meses adicionales cada año, sino también porque los relojes corporales suelen ser más tardíos en invierno que en verano con referencia al reloj solar”, según un comunicado de la Society for Research on Biological Rhythms.
“La combinación del horario de verano y el invierno, por lo tanto, empeoraría aún más las diferencias entre los relojes corporales y el reloj social y afectaría negativamente nuestra salud aún más”, concluyeron los autores.
¿Por qué el Senado aprobó el proyecto de ley?
Hay razones por las que el Senado de Estados Unidos aprobó por unanimidad la Ley de Protección de la Luz Solar. Los defensores dicen que la luz del día adicional en la noche reduce los accidentes automovilísticos y el crimen, y aumenta las oportunidades para el comercio y la recreación, ya que la gente prefiere ir de compras y hacer ejercicio durante el día.
Sin embargo, la investigación ha demostrado que tanto los ataques cardíacos como los accidentes automovilísticos fatales aumentan después de que el reloj se adelanta en la primavera. Los niños también terminan yendo a la escuela por la mañana cuando todavía está oscuro, con consecuencias desastrosas.
Cuando el presidente Richard Nixon promulgó una ley de horario de verano permanente en enero de 1974, fue un movimiento popular. Pero a fines de mes, el gobernador de Florida había pedido la derogación de la ley después de que ocho alumnos fueran atropellados por autos en la oscuridad. Las escuelas de todo el país retrasaron los horarios de inicio hasta que salió el sol.
Para el verano, la aprobación pública se había desplomado y, a principios de octubre, el Congreso votó para volver al horario estándar.
Una reacción similar ocurrió cuando Estados Unidos implementó por primera vez el horario de verano en 1918, como una forma de reducir la demanda de uso de electricidad agregando luz solar al final del día en respuesta a la Primera Guerra Mundial. (Los estudios desde entonces han encontrado poco o ningún ahorro en la práctica.) El cambio de horario fue tan impopular que la ley fue derogada al año siguiente.
“Estados Unidos ha probado el horario de verano permanente dos veces antes y lo terminó antes. El Reino Unido lo intentó una vez antes y lo terminó antes de tiempo. Rusia lo intentó una vez, también lo hizo India y lo terminó antes de tiempo”, dijo Klerman. “Creo que deberíamos aprender de la historia”.