(CNN) – La vicepresidenta Kamala Harris dijo sentirse “profundamente conmovida” por una foto de su sobrina nieta, con coletas, viéndola hablar en la Convención Nacional Demócrata en Chicago la semana pasada.
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Aunque Harris no ha hecho hincapié en ello –ha dicho que se presenta para ser presidenta de “todos los estadounidenses”–, la foto captó el potencial de su candidatura para hacer historia.
“Es muy conmovedor. Muy conmovedor en muchos sentidos”, declaró este jueves a Dana Bash, de CNN.
Sus comentarios se produjeron durante la primera entrevista conjunta de Harris y su compañero de candidatura, Tim Walz. El gobernador de Minnesota añadió que había visto un video de su hijo Gus reaccionando emocionado a su discurso en la convención.
“Nuestra política puede ser mejor. Puede ser diferente. Podemos mostrar algunas de estas cosas, y podemos tener familias involucradas en esto”, dijo. “Espero que la gente sintiera eso ahí fuera, y espero que abrazaran a sus hijos un poco más fuerte, porque nunca se sabe. La vida puede ser dura”.
En la entrevista, Harris explicó cómo han evolucionado sus posiciones en temas como el fracking y la seguridad fronteriza desde que se postuló por primera vez para la candidatura presidencial demócrata en 2019; y ofreció un adelanto de cómo va a explicar esas evoluciones a los votantes cuando surjan en su debate con el expresidente Donald Trump y en otros momentos a medida que avance la carrera presidencial.
“Mis valores no han cambiado”, dijo.
También trató de enmarcar la carrera de 2024 como una que ofrece al pueblo estadounidense “un nuevo camino a seguir” después de una década política en la que Trump –en el cargo o fuera– fue una figura central.
Los demócratas han enmarcado la campaña de Harris para 2024 como una campaña de alegría: una vuelta de página de un expresidente que ha tachado de enemigos a sus rivales políticos, a los medios de comunicación y a otras personas, y que con frecuencia ha recurrido a temas oscuros con funestas advertencias sobre el futuro de la nación.
Harris y Trump se preparan para su debate del 10 de septiembre en la cadena ABC.
Aquí seis puntos de la entrevista de la candidata demócrata con Bash:
Explicación del cambio de postura sobre el fracking
Como candidata presidencial en 2019, Harris se opuso al fracking, una posición que podría haber resultado políticamente perjudicial en Pensilvania, donde se ubica un gran empleador. Ahora, dice, ella lo apoya.
“Como vicepresidenta, no prohibí el fracking. Como presidenta, no lo prohibiré”, dijo.
El fracking, o fracturación hidráulica, es el proceso de romper el denso esquisto para extraer gas natural. Los progresistas se han opuesto al fracking por su preocupación por el cambio climático. Sin embargo, gracias a la Ley de Reducción de la Inflación, un amplio proyecto de ley de US$ 750.000 millones sobre sanidad, impuestos y clima que Harris avaló con su voto de desempate en el Senado y que el presidente Joe Biden convirtió en ley en 2022, el fracking se ha extendido en Estados Unidos, al tiempo que avanzan los esfuerzos en favor de las energías limpias.
Harris dijo que ya había cambiado su posición sobre el fracking en 2020, cuando dijo durante el debate vicepresidencial que Biden “no acabará con el fracking.”
“No he cambiado esa posición, ni lo haré en el futuro”, dijo a Bash, y agregó: “Mis valores no han cambiado. Creo que es muy importante que nos tomemos en serio lo que debemos hacer para protegernos de lo que es una clara crisis en términos climáticos”.
Citó los esfuerzos de la administración Biden para impulsar el crecimiento de las energías limpias, diciendo: “Lo que he visto es que podemos crecer y podemos aumentar una próspera economía de energía limpia sin prohibir el fracking”.
Nombrar a un republicano en el Gabinete
A la pregunta de si nombraría a un republicano para su Gabinete, Harris respondió: “Sí, lo haría”.
La vicepresidenta no estaba dispuesta a dar nombres concretos, ni las funciones que podrían desempeñar.
“Nadie en particular”, dijo. “Quedan 68 días para estas elecciones, así que no voy a poner el carro delante de los bueyes. Pero lo haría”.
Hay precedentes recientes de selecciones del Gabinete que cruzan las líneas de partido. El expresidente Barack Obama nombró a varios republicanos para puestos de alto rango, entre ellos al exdiputado por Illinois, Ray LaHood, como secretario de Transporte y al exsenador por Nebraska, Chuck Hagel, como secretario de Defensa.
Para Harris, el grupo de republicanos que se oponen vocalmente a Trump podría ser una reserva de posibles candidatos. Varios de ellos hablaron en la Convención Nacional Demócrata en Chicago la semana pasada.
“He pasado mi carrera invitando a la diversidad de opiniones”, dijo Harris. “Creo que es importante tener gente en la mesa cuando se toman algunas de las decisiones más importantes que tienen diferentes puntos de vista, diferentes experiencias. Y creo que sería beneficioso para el público estadounidense tener un miembro de mi Gabinete que fuera republicano”.
Se niega a participar en la política identitaria de Trump
Harris eludió en gran medida las preguntas de Donald Trump sobre su identidad racial y de género. El mes pasado, Trump cuestionó la identidad racial de Harris en la conferencia de la Asociación Nacional de Periodistas Negros en Chicago, sugiriendo que ella se había identificado previamente como sudasiática pero que “por casualidad se volvió negra” con fines políticos. Meneando la cabeza, Harris dijo que el comentario de Trump es parte de su “misma vieja y cansada estrategia”.
“Siguiente pregunta, por favor”, dijo. “¿Ya está?”, preguntó Bash.”Eso es todo”, respondió Harris con una sonrisa.
Su negativa a hacer más comentarios está en línea con la estrategia de su campaña para evitar inclinarse hacia la política de identidad tras las declaraciones de Trump. También podría indicar cómo Harris podría manejar futuros desafíos a su raza y género durante su primer debate con el expresidente el próximo mes.
La llamada que lo cambió todo
El domingo 21 de julio fue una mañana agitada en la residencia de la vicepresidenta. Harris dijo que estaba preparando el desayuno para unos parientes que venían de fuera de la ciudad y que acababa de sentarse a hacer un rompecabezas con sus sobrinas cuando sonó el teléfono.
“Era Joe Biden, y me dijo lo que había decidido hacer”, dijo Harris, en sus declaraciones más extensas hasta la fecha sobre cómo se enteró de que el presidente ponía fin a su candidatura a la reelección y la apoyaba a ella para sustituirlo al frente de la candidatura demócrata.
Esa llamada puso patas arriba la campaña presidencial de 2024 y cambió radicalmente la vida y la carrera de Harris. Pero en ese momento, dijo, estaba más preocupada por el impacto que la decisión tendría en Biden, que llevaba semanas aguantando peticiones de dimisión después de que una actuación titubeante en el primer debate presidencial de CNN hiciera que los demócratas cuestionaran su salud mental y física.
“Le pregunté si estaba seguro y me dijo que sí”, recuerda Harris. “Mi primer pensamiento no fue sobre mí, para serte sincera. Lo primero que pensé fue en él”.
Harris cree que la historia demostrará que la presidencia de Biden fue “transformadora” y considera que su decisión de retirarse de la carrera refleja su carácter. Describió al presidente como alguien “bastante desinteresado y que pone al pueblo estadounidense en primer lugar”. A continuación, defendió la trayectoria del Gobierno de Biden, destacando sus inversiones en infraestructuras, así como sus esfuerzos por reducir el coste de los medicamentos y renovar las relaciones con sus aliados en el extranjero.
“Estoy muy orgullosa de haber sido vicepresidenta de Joe Biden”, dijo. “Estoy tan orgullosa de postularme con Tim Walz para presidente de Estados Unidos y traer… lo que creo que el pueblo estadounidense merece, que es un nuevo camino hacia adelante”.
Culpar a Trump de la inseguridad fronteriza
Trump ha hecho del ataque a la gestión del Gobierno de Biden de la frontera entre EE.UU. y México un tema emblemático, pero Harris dijo que Trump tiene gran parte de la culpa de los problemas de seguridad fronteriza que lamenta.
Señaló su oposición al proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza elaborado por un grupo de legisladores que incluía al senador de Oklahoma, James Lankford, un republicano conservador.
Como creía que no le habría ayudado políticamente, dijo a su gente en el Congreso que no lo presentaran. “Mató el proyecto de ley, un proyecto de ley de seguridad fronteriza que habría puesto 1.500 agentes más en la frontera”, dijo.
A la pregunta de si impulsaría ese proyecto de ley en caso de ser elegida presidenta, Harris respondió: “No solo la impulsaría, sino que me aseguraría de que llegara a mi mesa y la firmaría”. También dijo que no apoya despenalizar el cruce ilegal de la frontera hacia Estados Unidos, revirtiendo otra posición que tomó durante su carrera presidencial de 2019.
“Tenemos leyes que deben cumplirse y aplicarse que se ocupan de las personas que cruzan ilegalmente nuestra frontera, y debe haber consecuencias”, dijo Harris, argumentando que ella había procesado a organizaciones criminales transnacionales como fiscal general de California.
Walz reconoce sus errores
Walz también fue presionado sobre afirmaciones falsas que ha hecho en el pasado, incluido un video de 2018 en el que aborda la violencia armada y se refiere a “armas de guerra, que llevé en la guerra”.
Aunque Walz sirvió 24 años en la Guardia Nacional, nunca estuvo en una zona de combate. Dijo que se había expresado mal. “Mi mujer, profesora de inglés, me dijo que mi gramática no siempre es correcta”, dijo.
Walz también había dicho en su discurso de la convención que él y su esposa recurrieron a la fecundación in vitro para concebir a sus hijos, pero desde entonces ha aclarado que se trataba de otro tipo de tratamiento de fertilidad. “Ciertamente asumo mis errores cuando los cometo”, dijo.
“No voy a pedir disculpas por hablar con pasión, ya sea sobre las armas en las escuelas o sobre la protección de los derechos reproductivos”, dijo. “El contraste no puede ser más claro… Creo que la mayoría de los estadounidenses lo entienden”.
Walz dijo que no insultaría a los republicanos, un comentario que llegó el mismo día en que su rival del GOP para la vicepresidencia, el senador de Ohio, J.D. Vance, dijo que Harris podía “irse al infierno” en relación con la retirada de Afganistán.
Sus enfoques drásticamente diferentes de la campaña se pondrán de manifiesto cuando se enfrenten en un debate organizado por la cadena CBS el 1 de octubre.
Hablar de una era
Muchos republicanos han respondido a las propuestas políticas de Harris y a sus promesas de una nueva era en la política estadounidense: ¿Por qué no han ocurrido ya esas cosas en los tres años y medio que lleva como vicepresidenta?
La vicepresidenta dijo este jueves que está “hablando de una era que comenzó hace aproximadamente una década”, que es cuando Trump pasó al primer plano político. En la era Trump, dijo Harris, “hay una cierta sugerencia –deformada, creo que es– que la medida de la fuerza de un líder se basa en a quién derrotas, en lugar de donde creo que están la mayoría de los estadounidenses, que es creer que la verdadera medida de la fuerza de un líder se basa en a quién levantas”.
“Eso es lo que está en juego, tanto como cualquier otro detalle que podamos discutir, en estas elecciones”, dijo.