César Mauricio Velásquez, exembajador de Colombia ante la Santa Sede estrecha la mano del papa Benedicto XVI.

(CNNEspañol) – “La seguridad que transmite un buen amigo no tiene precio. Los verdaderos amigos te miran con cariño y te exigen con bondad. Gracias Santo Padre”, escribió en su muro de Facebook César Mauricio Velásquez el 11 de febrero, tras conocer la renuncia de Benedicto XVI a su papado.

Velásquez, periodista y embajador de Colombia ante la Santa Sede entre 2010 y 2012 actualmente vive en Roma y desde allí ha seguido de cerca los últimos días del papa, antes de su partida este 28 de febrero por motivos relacionados con su avanzada edad.

CNN en Español lo contactó para saber sus impresiones -como persona y profesional que compartió varios momentos con el Papa- sobre la noticia que ha conmocionado al mundo católico por lo inusual y lo que depara a la iglesia católica y al catolicismo:

CNNEE: ¿Qué pasará después del 28 de febrero a las 8pm?
César Mauricio Velásquez: El Papa Benedicto XVI cesará como Pontífice e inmediatamente se entrará en período de “sede vacante”, hasta que el Cónclave elija sucesor. Algunas normas del Vaticano establecen que ante la muerte del Papa es necesario esperar entre 15 y 20 días para la reunión de todos los cardenales, pero la norma no habla de renuncia, es algo nuevo, por esta razón, algunos creen que se puede llevar a cabo el Cónclave desde la primera semana o segunda semana de marzo sólo si el Papa expide un decreto que modifique esa norma, lo puede hacer, pero antes del 28.

CNNEE: El Cónclave, ¿cuánto tardará en elegir al nuevo papa?
César Mauricio Velásquez: Nadie sabe cuanto tiempo durará el Cónclave. Estaremos pendientes de las votaciones y del color de la fumata.

CNNEE: La última vez que se encontró con el Papa ¿lo vio débil?
César Mauricio Velásquez: Como embajador y periodista tuve la fortuna de verme y hablar con el Santo Padre en diferentes momentos. La última vez lo vi débil, frágil, un poco encorvado y de lento caminar, pero su mirada era igual. Una mirada serena, te mira como una persona que te quiere, no como alguien que te juzga o te trata sin bondad.

CNNEE: ¿Algún problema de salud influyó en la decisión de la renuncia de Benedicto XVI?
César Mauricio Velásquez: El papa siempre ha sabido regular sus fuerzas y creo que por esta misma razón renuncia al Pontificado. Creo en lo que dice y valoro su entereza para tomar esta decisión. Lo acompaño y lo acompañaré siempre con mi oración, servicio y amistad. Es un personaje grande de nuestra historia mundial, un intelectual de mucho valor y un hombre generoso y enamorado de Dios.

CNNEE: ¿Pero los problemas al interior de la Iglesia también afectaron su salud?
César Mauricio Velásquez: Los líos al interior y exterior de la Iglesia son un desafío para todos y el primer desafío es hacer parte de la solución y vivir mejor, cara a Dios, la vida personal. La Iglesia no puede ser juzgada por el mal actuar de unos pocos. Hoy mucha gente opina de la Iglesia y del Papa como hablando de fútbol, es un poco atrevido hablar así. Otros tienen cantidad de teorías sin ningún sustento. Sin ser ingenuo, es claro que la Iglesia tiene un ingrediente humano alto, somos todos nosotros, llenos de errores, pero yo le creo al papa y también reconozco que tantos problemas afectaron su ánimo y salud.

CNNEE: ¿Quién cree que podría ser el nuevo Papa?
César Mauricio Velásquez: El Cónclave no es la reunión de una multinacional para elegir directivo. En el Cónclave intervienen otras energías, sin duda el Espíritu Santo. Esta es la única explicación para comprender la elección de Juan Pablo I y Juan Pablo II…nadie los nominó como favoritos, no hicieron parte de sonajeros. Por eso es bueno recordar que los cardenales que al Cónclave entran como papas, después salen como cardenales. En este caso no creo mucho en las encuestas.

CNNEE: Un recuerdo de Benedicto XVI…
César Mauricio Velásquez: Una vez le dije: Santo Padre gracias por hablar en español, hágalo más, hable más en español. ¿Y usted por qué me dice esto? Me preguntó. Yo le expliqué: porque el 42 por ciento de la Iglesia en el mundo habla español y en Estados Unidos otros millones. Necesitamos que su mensaje llegue sin muchas interferencias, sin traducciones. Al momento me aseguró: lo haré más, debo mejorar mi español y sonrió. Ese día valoré más su sencillez y humildad.