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"Revolución molecular disipada": el término que usó Álvaro Uribe para las protestas en Colombia (y por qué esto podría ser peligroso para el país)

Por Uriel Blanco

(CNN Español) -- Al menos 26 muertos. Cientos de heridos. Denuncias de abuso policial. Nueve días consecutivos de protestas han dejado ya una huella profunda en Colombia. Y mientras la gente se moviliza en las calles y es víctima de la violencia, el expresidente Álvaro Uribe Vélez se refiere a estas manifestaciones como "revolución molecular disipada".

Uribe escribió el lunes que hay que resistir la “revolución molecular disipada”, ya que “impide normalidad, escala y copa”.

 

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Este fue el término que el exmandatario utilizó para referirse a las protestas en Colombia, las cuales no cesan y en las que cada vez más se documenta el uso de la violencia.

¿A qué se refiere este concepto y por qué su uso sería una señal de peligro para Colombia? Te explicamos a continuación.

¿Qué es la revolución molecular disipada?

Richard Tamayo Nieto, doctor en Derecho por la Universidad del Rosario y maestro en Filosofía por la Pontificia Universidad Javeriana, comentó a CNN que este término no es un concepto filosófico ni tiene sustento académico, sino que se trata de una doctrina que trata de explicar el rol político de las manifestaciones actuales, sobre todo en América Latina.

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“La tesis principal que tiene esta doctrina es que las manifestaciones populares tienen por objetivo principal llevar a un Estado a lo que ellos llaman ‘guerra civil permanente’. Por lo tanto, debe de ser manejado por los Estados como un asunto de seguridad nacional y los manifestantes deben de ser considerados objetivo militar”, agregó Tamayo Nieto.

El análisis a partir de esta doctrina, añadió el doctor en Derecho, se retoma en mayor medida para explicar manifestaciones sociales que en algún punto llegaron a protestas violentas, por ejemplo, en Chile (movimiento estudiantil y movilizaciones por el alza al transporte), Colombia (actuales movimientos por la reforma tributaria), Ecuador (protestas de grupos indígenas) y México (manifestaciones por los derechos de las mujeres).

Estos países, indicó Tamayo, tienen gobiernos con ideas de derecha o conservadoras: "El gobierno colombiano incidió en el proceso electoral ecuatoriano a través de la Fiscalía. Le interesaba tener en el poder a un aliado político. Definitivamente aquí se celebró como un triunfo de derechas. Andrés Manuel López Obrador (de México) es un izquierdista reaccionario. Con valores morales conservadores. (En todos estos casos), las personas tienen razones legítimas para estar en la calle".

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Copamiento y escalamiento

Claudia Edith Serrano Solares, doctora en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo que las dos fases mencionadas anteriormente hacen referencia a que, en primera instancia, las protestas comienzan en pequeños grupos (o moléculas) que poco a poco van creciendo y extendiéndose entre la gente.

“El copamiento se refiere a que el comportamiento de este vandalismo dentro de las manifestaciones sociales es algo que se va a generar de acuerdo con la manera en que actúa la molécula; es decir, son acciones diminutas que están generando interacción entre sí (...) y en un determinado momento van a llegar a escalar”, explicó Serrano.

Las acciones de las protestas, según la doctrina, ponen en riesgo el orden institucional y democrático del Estado, por lo que sus participantes deben ser vistos y atacados “a través de una estrategia de seguridad nacional que involucra la fuerza policial, el Ejército”, agregó la también profesora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón.

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Alexis López, el difusor

Alexis López Tapia ha sido el encargado de impulsar la doctrina de la revolución molecular disipada.

Se trata de un entomólogo —persona dedicada al estudio de los insectos— de origen chileno que no tiene formación filosófica o política, dijo Tamayo Nieto.

López Tapia no ha escrito artículos o "papers" en revista científica alguna para explicar el término. En el portal academia.edu, donde se describe como investigador y entomólogo, tiene algunas publicaciones sin relación con el tema, entre ellas: ‘El secreto de la fundación de Santiago’, ‘Geografía sagrada’, ‘Emblemas de Chile’, ‘Las tetas, el sexo y la evolución’.

De acuerdo a un reporte de la Agencia Efe publicado en El País el año 2000, López fue uno de los organizadores de un encuentro ideológico del nacionalsocialismo en Chile que fue suspendido. López Tapia le dijo ahora a CNN que no se identifica con esa ideología. “Yo no soy ni me declaro ‘nazi’, ‘neonazi’ o nada similar”, y agregó que no se referiría más sobre el tema.

Sobre el concepto —al cual no se refiere como doctrina, sino como un modelo—, comentó lo siguiente: “Hace unos 20 años, he venido, junto a un profesor chileno, politólogo (Heinecke Scott), estudiando el proceso insurreccional que se ha desarrollado en mi país.

“Y, en función de esa investigación que tiene trabajo teorético y de campo, tomamos el concepto de la revolución molecular de Félix Guattari, al cual además se le añade el concepto de disipada en función de específicamente el nivel de desagregación y disipación que se produce detrás de los actos violentos que se cuelgan de las manifestaciones pacíficas”, dijo en la entrevista.

Añadió que el término se reseña de forma específica en un libro llamado Método de intelección estratégica, de Heinecke Scott. Sin embargo, López Tapia reconoció que esa obra es de difícil acceso.

Sobre Guattari, la académica de la FES Aragón de la UNAM comentó que el término de revolución molecular dista del de revolución molecular disipada porque el primero se enfoca únicamente a que “hay un proceso de cambio social y de revolución que parte de formas de producción del deseo”.

Tamayo Nieto añadió que López Tapia se mantuvo fuera del ojo público hasta hace menos de dos años, cuando comenzaron las protestas sociales en Chile.

Sobre ello, el entomólogo chileno comentó que fue hace aproximadamente un año cuando comenzó a difundir la idea de la revolución molecular disipada, tanto de manera presencial en diversos países (Chile, Colombia, Bolivia, Paraguay, México) como en conferencias por internet.

Una doctrina que llega a los cuerpos policiales

Alexis López dictó varias conferencias en la Universidad Militar Nueva Granada (UMNG), ubicada en Bogotá, Colombia, según documentaron Tamayo y Serrano.

“Ha sido invitado en un par de ocasiones por la Universidad Militar Nueva Granada, que es la institución encargada de la formación de los militares. Somos testigos de que ha sido parte de las ideas que han estado terminando en la esfera militar”, comentó la profesora de la UNAM.

López Tapia participó el 23 de julio de 2020 en el foro ‘¿Gobernanza global o gobierno globalista?’ organizado por la UMNG. Su intervención se tituló ‘Violencia en la protesta social: ley y orden entre la espada y la legitimidad’.

Ya en este año, volvió a la UMNG, ahora mediante una conferencia impartida por él mismo. En esta ocasión, la ponencia se tituló ‘La revolución molecular disipada y cómo enfrentarla’.

López Tapia señaló que efectivamente fue invitado por la UMNG luego de que vieran sus conferencias, con el fin de poder contrastar ideas sobre el fenómeno de las manifestaciones sociales.

“Cuando el Estado se enfrenta a un fenómeno del cual no tiene explicación, o que por lo menos las herramientas del propio Estado no dan una explicación cabal, es lógico que se quieran escuchar otras interpretaciones del fenómeno para poder contrastar”, aseguró.

La UMNG borró las publicaciones en Twitter, Facebook y YouTube sobre la última conferencia. Sin embargo, una revisión en caché de una de las publicaciones en Facebook permitió constatar la fecha y el lugar donde se realizó la ponencia: el viernes 19 de febrero en la sede Campus Nueva Granada.

CNN contactó a la Universidad Militar Nueva Granada en busca de comentarios, pero hasta el momento no se ha recibido respuesta.

Por su parte, el doctor en Derecho por la Pontificia Universidad Javeriana señaló que, hasta el martes, algunas de las conferencias que daba aún se encontraban en YouTube, pero ahora ya son privadas.

¿Qué busca Uribe al usar esa retórica?

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El analista colombiano Ariel Ávila, profesor de la Universidad Externado y subdirector del Centro de Pensamiento sobre el Conflicto Armado, Paz y Postconflicto explicó que con ese lenguaje el expresidente Uribe busca hacer una “legítima defensa de los militares. Es básicamente un ejercicio para poder agitar sus bases”.

En la coyuntura de las protestas de la última semana en Colombia, esta teoría de Álvaro Uribe "no da cuenta de la complejidad que se está viviendo en las calles", le dijo Ávila a CNN.

Ávila explica que el Gobierno del presidente Iván Duque —miembro del partido Centro Democrático, cuyo líder es el expresidente Uribe— apela al uso de la fuerza para controlar la movilización social.

"La administración de Duque está en una situación económica muy difícil, una situación política ingobernable, le estalló el gobierno en las manos, su coalición de gobierno, y ellos, cuando vieron que el paro era muy grande, optaron por reprimir y hacer que la represión llevara a la gente a esconderse otra vez y apaciguar, es decir, desactivar el paro vía represión", dijo Ávila.

"Lo que buscaba Álvaro Uribe era ganar respaldo en las Fuerzas Militares para justificar la represión", interpreta Ávila, en referencia a la defensa del exmandatario de las acciones de las fuerzas del orden, un sector al que él y su partido dicen representar a través de la política de seguridad democrática. Uribe, en tanto, dice que su propuesta no es la represión, sino la "prevención militar y policial contra el vandalismo".

El Gobierno ha defendido con insistencia la actuación de la fuerza pública ante las críticas y denuncias de represión. El presidente Duque ha señalado que la fuerza pública "garantiza el derecho a las manifestaciones, pero vela, igualmente, por la preservación del orden público" y en su alocución del lunes dijo que en, todo caso, no aceptará que los funcionarios actúen fuera de la ley. ​​​"Si se llega a presentar una actuación fuera del marco de la Constitución que afecte los derechos de las personas como lo he hecho siempre. N lo aceptaré de ninguna manera".

El ministro de Defensa Diego Molano dijo este martes que se han abierto 29 investigaciones disciplinarias, 7 investigaciones penales con la Fiscalía y 5 investigaciones por parte de la justicia penal militar, por denuncias relacionadas con el posible abuso de autoridad de la fuerza pública. "Nuestra fuerza pública actúa con apego a la ley y a los derechos humanos. Donde hay hechos de denuncias por abuso, se realizan las investigaciones respectivas", dijo Molano. El jueves la Fiscalía confirmó que hay tres policías imputados por homicidios. 

A lo que los críticos llaman represión, el Ejecutivo lo explica como una respuesta legal a una "amenaza vandálica" que consiste en "una organización criminal que se esconde detrás de las legítimas aspiraciones sociales". En ese sentido, el sábado Duque ordenó la militarización de las ciudades "donde existe un alto riesgo para la integridad de los ciudadanos", es decir donde los disturbios son más violentos.

El peligro de esta doctrina

Ver a los manifestantes como enemigo interno del Estado sin atender las causas sociales de la protesta es el mayor peligro de la revolución molecular disipada, dijo Edith Serrano. Y es algo que ya se está reflejando por el exceso de violencia de los cuerpos policiales contra quienes se movilizan en las calles, según la académica.

“Es peligroso porque estás legitimando el uso de la fuerza totalmente violenta y brutal. Si vemos los días en los que se ha llevado a cabo el Paro Nacional en Colombia, nos damos cuenta de que no hay un mecanismo de disuasión en el cual se genere el diálogo (...). Pero en realidad lo que estamos viendo es un disparo a quemarropa”, indicó.

Sobre ello, López Tapia dijo que nunca se ha pretendido criminalizar “la legítima y justa demanda social. La protesta social pacífica, sin daños, sin violencia, sin actos de vandalismo es absolutamente legítima y se debe proteger”.

Sin embargo, Tamayo Nieto aseguró que otro de los peligros de esta doctrina es pensar que las manifestaciones son algo planeado para desestabilizar al Estado, donde incluso, según la doctrina, hasta los niños pueden ser cooptados por las protestas.

“Es un hecho que las Fuerzas Armadas en Colombia están adoctrinándose en esto de la revolución molecular disipada. Resulta muy preocupante que se pierdan límites básicos en Derecho como el hecho de que se ataque militarmente a niños”, añadió.

Con información de Stefano Pozzebon, Carolina Melo y Sebastián Jiménez