Madrid (CNN) — El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y otros líderes de la OTAN se reúnen este miércoles en Madrid, donde planean anunciar un fortalecimiento significativo de las fuerzas a lo largo del flanco este de la alianza, mientras la guerra de Rusia en Ucrania no muestra signos de desaceleración.
Los líderes ingresan a las conversaciones impulsados por una victoria diplomática después de que Turquía retirara sus objeciones a que Finlandia y Suecia se unan a la OTAN, preparando el escenario para que los dos países largamente neutrales ingresen al bloque defensivo.
Una mayor presencia militar estadounidense en Europa del Este y dos nuevos miembros de la OTAN, uno que comparte una frontera de 1.200 kilómetros con Rusia, es exactamente el resultado que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, esperaba evitar cuando invadió Ucrania hace más de cuatro meses.
“Como dije antes de que comenzara la guerra, si Putin atacaba Ucrania, Estados Unidos mejoraríamos nuestra postura de fuerza en Europa y responderíamos a la realidad de un nuevo entorno de seguridad europeo”, dijo Biden el martes durante una reunión con el presidente del Gobierno español.
Sin embargo, aun cuando los objetivos de Putin fracasaron y el conflicto continúa, el impulso está favoreciendo a Rusia en este momento. Eso ha dejado a Biden y a otros líderes occidentales esta semana buscando formas de alterar la trayectoria de la guerra.
En Madrid, los líderes planean acordar importantes nuevos compromisos de seguridad como no se han visto desde la Guerra Fría. El martes, Biden dijo que enviaría dos destructores adicionales a la Estación Naval de Rota en España, con la intención de reforzar la presencia marítima estadounidense en la región.
Biden hará anuncios adicionales el miércoles sobre aumentos de fuerza en “tierra, mar y aire”, según su principal asesor de seguridad nacional, quien dijo que las fuerzas estadounidenses a lo largo del extremo este de la OTAN se trasladarían “de forma constante” a la región.
“Al final de la cumbre, lo que se verá es una postura de fuerza más robusta, más efectiva, más creíble en combate, más capaz y más decidida para tener en cuenta una amenaza rusa más aguda y agravada”, dijo el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan.
Ya esta semana, Estados Unidos y las naciones europeas impusieron nuevas rondas de sanciones a Moscú, prohibieron nuevas importaciones de su oro y acordaron limitar el precio de su petróleo. Se han agregado nuevas rondas de asistencia de seguridad, incluido un sistema de defensa antimisiles proporcionado por Estados Unidos, a la cola de artillería y municiones que fluyen en Ucrania.
Queda por ver si eso es suficiente para alterar fundamentalmente la forma en que se desarrolla la guerra. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, quien se dirigirá a la reunión de la OTAN esta semana, dijo a los líderes que asistieron a la cumbre del G7 en Alemania que quería su ayuda para llevar a cabo una importante iniciativa para ganar la guerra antes de fin de año.
Los líderes temen que el creciente costo de la guerra, visto en el aumento de los precios de la gasolina y los alimentos, pueda conducir a una disminución del apoyo a Ucrania en los próximos meses. Algunos han advertido que la fatiga se está acumulando, lo que se suma a las crecientes preocupaciones de que la alianza podría romperse.
“Cuando acordamos que íbamos a responder, reconocimos que iba a haber algunos costos para nuestra gente, nuestra imposición de sanciones a Rusia. Pero nuestra gente se ha mantenido unida. Se han levantado y se han mantenido firmes”, dijo Biden este martes cuando se reunía con el rey Felipe VI en el Palacio Real de Madrid.
Fue durante esa reunión que Biden recibió la noticia de que Turquía retiraba sus objeciones a las solicitudes de Finlandia y Suecia para unirse a la OTAN, poniendo fin a un enfrentamiento de meses con el miembro más desafiante de la alianza.
Para llegar a un acuerdo antes de la cumbre, Biden ofreció la posibilidad de una reunión bilateral formal con el presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, en una llamada telefónica el martes por la mañana. Los líderes se reunirán el miércoles para discutir los innumerables problemas que han deteriorado la relación entre Washington y Ankara en los últimos años.
Biden también planea reunirse conjuntamente con el primer ministro de Japón y el presidente de Corea del Sur para centrarse en la amenaza de Corea del Norte. El primer ministro Fumio Kishida y el presidente Yoon Suk Yeol están invitados a la cumbre de la OTAN, pero los lazos de sus países se han deteriorado recientemente en medio de disputas sobre la historia de la guerra, lo que hace que la reunión conjunta con Biden sea una rareza.