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Análisis

ANÁLISIS | ¿Por qué es tan importante la decisión de la Corte Suprema sobre la píldora para abortar en EE.UU.?

Por análisis de Stephen Collinson

(CNN) -- Este viernes a la medianoche termina el plazo para que la Corte Suprema de EE.UU. tome una decisión en el caso de aborto más importante que ha llegado al alto tribunal desde su decisión de anular el fallo del caso Roe vs. Wade el año pasado.

El futuro de un medicamento utilizado ampliamente para interrumpir embarazos está en el centro de la batalla judicial que llegó a la Corte. Sin embargo, lo que está en juego es nada menos que las opciones de atención médica para las mujeres en Estados Unidos e incluso la viabilidad de autorizaciones reglamentarias para medicamentos de rutina.

A principios de esta semana, el juez Samuel Alito concedió más tiempo a la Corte Suprema para evaluar la sentencia de un juez de Texas que ordenó bloquear la aprobación de la mifepristona. Y extendió la suspensión temporal a un fallo consecuente de un tribunal de apelaciones, que permitiría mantener la aprobación del medicamento por parte del Gobierno, aunque el acceso podría ser limitado.

La prórroga para la decisión que debe emitir la Corte Suprema termina a las 11:59 p.m., hora de Miami, de este viernes y, hasta entonces, el medicamento sigue disponible.

Sin embargo, el precario periodo de espera representa un estudio en microcosmos de la profunda incertidumbre sobre el acceso al aborto en algunos estados casi un año después de que la mayoría conservadora del alto tribunal anulara el derecho constitucional a la interrupción voluntaria del embarazo. Esto refleja la forma en que el movimiento antiaborto posterior a Roe vs. Wade ha intensificado sus esfuerzos para erradicar el derecho al aborto en todas partes. El caso actual también muestra que la administración del presidente Joe Biden está lista para intervenir agresivamente en los tribunales con el objetivo de tratar de proteger el derecho al aborto.

Las consecuencias de la sentencia de Texas, que bloqueó la aprobación del medicamento por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), también han llevado a que el aborto vuelva a sumirse en la tormenta política de Washington, lo que ha supuesto una carga para el Partido Republicano, con votantes más moderados e indecisos, una consecuencia irónica de la campaña de décadas de los conservadores contra Roe.

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Hay otra ironía en esta colisión legal que ocupa toda la atención. Alito escribió en su opinión mayoritaria que revirtió la sentencia del caso Roe vs. Wade el verano boreal pasado que la decisión de 1973 estaba equivocada porque los jueces habían usurpado la Constitución y habían quitado a los legisladores la obligación de decidir asuntos relacionados con el derecho al aborto. Sin embargo, el juego de poder del juez de Texas ––nombrado por Trump–– en este caso, que rápidamente llegó al tribunal superior, demuestra que Alito y sus colegas van a verse envueltos en la decisión de las leyes sobre el aborto en los próximos años.

Como ocurre con la mayoría de las cosas relacionadas con la Corte Suprema, las personas ajenas al proceso no tenían claro el razonamiento en el que se basaba la prórroga de la suspensión temporal al fallo de Texas por parte de Alito. Simplemente podría haber estado dando a sus colegas más tiempo para considerar una cuestión legal y clínica extraordinariamente compleja. O puede ser que actualmente no haya una mayoría en el tribunal para ningún curso de acción. El tribunal está considerando tanto la sentencia del juez de distrito Matthew Kacsmaryk de suspender la aprobación de la mifepristona como una decisión del Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de Estados Unidos que permitió mantener la certificación del medicamento por parte de la FDA, pero limitó su uso.

La Corte Suprema podría confirmar cualquiera de las sentencias, rechazarlas, buscar un camino intermedio o prolongar la suspensión de la sentencia de Kacsmaryk en espera de un litigio en lo que podría ser un caso catastrófico. También hay una orden, contradictoria con la de Kacsmaryk, de un juez del estado de Washington, que exige a la FDA mantener la mifepristona disponible en 18 jurisdicciones liberales, lo que agrava aún más el embrollo legal.

La exfiscal federal Jennifer Rodgers dijo este miércoles en “CNN News Central” que el hecho de que el tribunal no haya ordenado una suspensión superior a los dos días actuales podría significar que los jueces “están pensando seriamente en afirmar algo de lo que dijo el Quinto Circuito”.

“Si están de acuerdo con el Quinto Circuito en cuanto a qué partes de la (orden) del juez Kacsmaryk podrían sobrevivir o podrían rechazarse, significaría que las mujeres tendrían que ir en persona, varias veces, al médico y solo podrían recibir mifepristona hasta las siete semanas (de embarazo)”, dijo Rodgers.

Por qué el caso actual es tan importante

Las decisiones que los jueces puedan tomar tendrán implicaciones de amplio alcance que van más allá de la simple cuestión de si se puede usar la mifepristona y cuándo.

— La Corte Suprema podría dictar una sentencia que permitiera de manera efectiva a un solo juez —en este caso, en un rincón rojo de Texas— influir en las decisiones médicas y restringir las libertades de millones de mujeres estadounidenses, no solo en los estados donde el aborto está prohibido, sino también en áreas más liberales donde es legal.

“Fue un juez no electo que tomó una decisión, básicamente una decisión federal al respecto”, dijo este miércoles la representante republicana Nancy Mace de Carolina del Sur a Manu Raju de CNN.

Este uso de gran alcance del poder judicial no solo parece ofender el espíritu de la sentencia de la Corte Suprema del año pasado que permitía a los legisladores decidir sobre el derecho al aborto. La sentencia de Kacsmaryk, que desde hace mucho tiempo se opone al derecho al aborto, ejemplifica la ambición de algunos sectores del movimiento antiaborto en la era posterior a Roe.

Pero también podría abrir el camino para que los jueces liberales usen su poder de la misma manera y crear una maraña de litigios que también podrían terminar en la Corte Suprema. La reputación nominal del poder judicial por su moderación y por mantenerse al margen de la política partidista ya se ve amenazada.

— La eventual sentencia de la Corte Suprema también podría tener un impacto radical en la forma en que se receta la mifepristona (a menudo como parte de un régimen de dos fármacos para interrumpir embarazos y después de abortos espontáneos) y, en algunos casos, en la disponibilidad de servicios de aborto para millones de mujeres.

Como ocurrió después de la derogación del caso Roe vs. Wade, la sentencia de los jueces en este caso podría significar que los derechos y libertades de las mujeres para tomar sus propias decisiones de atención médica podrían verse más restringidos en algunos estados que en otros.

Katie Watson, profesora asociada de la Universidad Northwestern, dijo este miércoles a Jake Tapper de CNN que incluso una pérdida parcial del acceso podría tener graves consecuencias. “Aproximadamente medio millón de mujeres usaron este medicamento en los últimos años y dependen de él”, dijo.

— Los críticos sostienen que si se confirma la sentencia de Kacsmaryk —junto con las limitaciones del Quinto Circuito al uso de la mifepristona— se validaría la decisión de un solo juez o panel sin experiencia médica en relación con los estándares de los análisis científicos y clínicos. La mifepristona se ha recetado de forma segura desde que la FDA la aprobó hace dos décadas. Sin embargo, los médicos y las asociaciones médicas que se oponen al aborto argumentaron en el caso que la agencia violó la ley al aprobar el medicamento para abortos en 2000. Al presentar su demanda en Amarillo, Texas, garantizaron que Kacsmaryk sería quien presidiera el caso.

“Básicamente, estos dos jueces dijeron: oye, sabemos más que la FDA”, dijo a Tapper Amy Klobuchar, senadora demócrata por Minnesota.

Este precedente podría crear un caos en la industria farmacéutica y en la medicina y poner en peligro el sistema regulador que autoriza los nuevos tratamientos. También podría llevar a otros jueces a centrarse en los medicamentos aprobados, por ejemplo, las píldoras anticonceptivas o incluso los tratamientos para dolencias comunes y los analgésicos. Tal escenario socavaría directamente toda la premisa del gobierno federal.

“El impacto, incluso si dicen que la orden de Washington puede mantenerse y la orden de Texas puede mantenerse, es que la FDA no puede regular a nivel federal... El impacto es enorme”, dijo Watson.

— Las deliberaciones de los jueces también pueden tener un efecto profundo en la reputación del tribunal. Muchos estadounidenses moderados ven cada vez más a la mayoría conservadora como un grupo de derechistas no electos que se burlan de la opinión pública en temas como el aborto, que las mayorías no quieren que se prohíba rotundamente, según muchas encuestas. Si bien los jueces conservadores insisten en que simplemente están interpretando la Constitución tal como está redactada y devolviendo las cuestiones a los estados, una decisión que cause una conmoción masiva podría dañar la imagen del tribunal en un momento en que también se tambalea por cuestiones éticas en torno al juez conservador Clarence Thomas.

— La decisión de prohibir la mifepristona podría provocar repercusiones como las que provocó la revocación de Roe, que perjudicó a los republicanos en las elecciones intermedias del año pasado y, más recientemente, impulsó a los votantes a apoyar a un candidato liberal en la carrera por la Corte Suprema de Wisconsin a principios de este mes. Es posible que a los defensores que creen que el aborto es inmoral no les importen las implicaciones partidistas. La derogación del derecho constitucional al aborto validó una campaña de medio siglo del movimiento antiaborto en una de las victorias políticas más importantes de la historia moderna de Estados Unidos. Sin embargo, el Partido Republicano corre el riesgo de pagar un precio en las elecciones presidenciales y legislativas del próximo año. Es posible que los liberales se hayan dormido en sus laureles al creer que Roe nunca sería revertido, pero desde entonces han aprovechado eficazmente el tema.

“Nuestros colegas republicanos, en su mayor parte, no han dicho nada al respecto”, dijo Klobuchar, refiriéndose a los casos que está considerando actualmente la Corte Suprema. “El Partido Demócrata, el presidente Biden, defendemos los derechos de las mujeres, para decir que las mujeres tienen derecho a tomar sus propias decisiones sobre el cuidado de la salud”.

Mace, republicana de Carolina del Sur de un distrito competitivo, advirtió este miércoles que la posición del Partido Republicano podría costarle la mayoría de la Cámara de Representantes en 2024.

“Es un distrito pendular y, como indicador para el resto del país, es una de las razones por las que no ganaremos el voto popular en 2024 si continuamos por este camino del extremismo”, dijo Mace sobre su escaño en el área de Charleston. “Ahí no es donde está el pueblo estadounidense, y necesitamos tener una conversación sobre dónde estamos y dónde está el punto medio”.

Cómo el debate sobre el aborto está cambiando a Estados Unidos

Las deliberaciones de la Corte Suprema se producen en un momento en que el aborto está en el centro de los debates políticos de los gobiernos federal, local y estatal y está agotando el sistema judicial con sentencias en duelo que están politizando aún más el sistema legal.

En los seis meses transcurridos desde que la Corte Suprema revirtió Roe, hubo unos 32.000 abortos menos de lo esperado en Estados Unidos, según un nuevo estudio de Society of Family Planning. Y CNN informó este miércoles que menos estudiantes de medicina solicitan ingresar a los programas de residencia en obstetricia y ginecología, y que la disminución fue más marcada en los estados con las restricciones más estrictas.

Y en todo el país está surgiendo un mosaico de leyes relacionadas con el aborto y su acceso restringido. El miércoles, por ejemplo, el gobernador republicano de Mississippi, Tate Reeves, firmó nuevos proyectos de ley que, según él, consagrarán una “cultura de la vida” al ampliar la red de seguridad para los niños adoptivos y ampliar las adopciones y los recursos para las mujeres que descubran que están embarazadas.

La semana pasada, el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis firmó un proyecto de ley que prohíbe la mayoría de los abortos en el estado después de seis semanas, un punto en el que muchas mujeres no saben que están embarazadas. La renuencia del potencial candidato presidencial a dar a su medida, que se anunció a altas horas de la noche, reflejó el tira y afloja en el Partido Republicano entre el deseo de hacer todo lo posible por prohibir el aborto y el reconocimiento de que hacerlo podría alejar a los votantes más moderados en una elección nacional.