(CNN) – Atención votantes de los premios Oscar, no es por decirles cómo hacer su trabajo, pero si quieren que más personas vean la gala, y no pueden contar con que, por suerte, alguien vuelva a abofetear al presentador, pueden ayudar a su causa si nominan películas que la gente haya visto de verdad, empezando por las más taquilleras del año, “Avatar: The Way of Water” y “Top Gun: Maverick”.
Aunque parezca algo obvio, a juzgar por la historia reciente de las galas de premios, no siempre ha sido así, ya que la línea que separa el cebo de los premios del éxito comercial es cada vez más pronunciada.
De hecho, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, que presenta los premios de la Academia y obtiene gran parte de sus ingresos de su acuerdo televisivo con ABC, ha intentado por todos los medios que los votantes aporten una sensibilidad más popular a las nominaciones, al tiempo que espera evitar que parezca que la dirección está poniendo el pulgar en la balanza o complaciendo para atraer a los espectadores.
Las próximas nominaciones se anunciarán este martes. En 2009, los Oscar decidieron ampliar la categoría de mejor película hasta 10 candidatas, una maniobra que se percibió como una respuesta directa al hecho de que la secuela de Batman “The Dark Knight”, un gran éxito, no hubiera entrado en las candidatas.
Al no obtener los resultados deseados, la junta propuso introducir una categoría de “película popular” en 2018, con la esperanza de garantizar que los éxitos de taquilla tuvieran cierta presencia en la gala. La idea recibió el rechazo inmediato tanto de los miembros como de los medios de comunicación, con algunos argumentando que tal medida transformaría los Oscar en los People’s Choice Awards.
En los años transcurridos desde entonces, una película de superhéroes, “Black Panther”, obtuvo una nominación a la mejor película. Tales títulos han causado sensación en categorías técnicas, como efectos visuales y sonido, y la adaptación de ciencia ficción “Dune” (aunque no es un éxito de la talla de Marvel) ganó seis premios el año pasado.
Nada de esto sucede en el vacío, ya que la pandemia y el giro hacia el streaming han reducido aún más el solapamiento entre los premios y las películas que todavía son capaces de atraer al público a las salas de cine.
Sin embargo, el resultado final es que la audiencia televisiva tiene menos interés cuando los ganadores evocan una respuesta del tipo “¿Qué es eso?”, como seguramente ocurrió cuando las películas en streaming a pequeña escala “Nomadland” y “CODA” se llevaron el máximo galardón los dos últimos años.
Durante el fin de semana, “Avatar: The Way of Water” se unió a un club muy exclusivo, convirtiéndose en la sexta película (sin ajustar a la inflación) que supera los US$ 2.000 millones en todo el mundo. Si añadimos “Maverick”, ambas suman US$ 3.500 millones.
Incluso con esas secuelas, la categoría de mejor película de este año podría convertirse fácilmente en un par de Gullivers rodeados de liliputienses desde el punto de vista financiero.
Otros títulos populares que podrían abrirse paso en categorías individuales son “Black Panther: Wakanda Forever”, en la que Angela Bassett fue agasajada por los Globo de Oro y los Critics Choice Awards; “The Batman”, una probable aspirante en las categorías técnicas; y “Everything Everywhere All at Once”, ganadora de los Critics Choice Awards que ha recaudado más de US$ 100 millones a nivel mundial. Aunque esta cifra es inferior a la del fin de semana de estreno en Estados Unidos de esas otras películas, comparada con la de aspirantes poco vistos como “The Banshees of Inisherin”, “The Fabelmans” y “Tár”, no es poca cosa.
Los puristas, naturalmente, se estremecen ante la sugerencia de que la Academia pueda ser tan burda como para dejarse llevar por consideraciones comerciales. Además, algunos en Hollywood han criticado el énfasis de la industria en las secuelas y los superhéroes. En 2019, el director Martin Scorsese agitó el debate al desestimar las películas de Marvel como el equivalente a las atracciones de un parque temático, diciendo: “No es el cine de seres humanos que intentan transmitir experiencias emocionales y psicológicas a otro ser humano”.
Aun así, esa mentalidad (legítima o snob, como lo quieran ver) ignora que las galas de premios son un negocio, y nominar a películas populares no tiene por qué ser necesariamente el equivalente a vender el alma. Además, no es lo mismo recibir una invitación a la fiesta que ser el invitado de honor.
A lo largo de su extensa historia, los Oscar han reconocido con frecuencia a películas de éxito como mejor película, entre ellas “Titanic”, del director de “Avatar”, James Cameron. Durante el cuarto de siglo transcurrido desde entonces, le siguieron “Gladiator”, “Chicago” y “The Lord of the Rings: Return of the King”.
Antes de eso, la taquilla y los premios iban a menudo de la mano, desde “Gone With the Wind” a “The Sound of Music”, “The Godfather” a “The Silence of the Lambs”.
Obviamente, la producción de películas ha cambiado sustancialmente en esta era de adaptaciones de cómics y avances en los efectos digitales, al igual que la forma en que se presentan y dónde se consumen.
El debate continuará sobre si las películas más populares de la actualidad merecen el reconocimiento de los premios. Sin embargo, aunque no las consideres “cine”, para los Oscar pueden ser la mejor apuesta para ayudar a pagar las facturas.