(CNN Español) – La ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, se ha convertido en las últimas semanas en el foco de la guerra en Medio Oriente entre Israel y Hamas.
Esta semana, los ojos del mundo se posaron allí debido a un letal ataque aéreo israelí en el que al menos 45 personas murieron y más de 200 resultaron heridas tras un incendio en un campamento de desplazados, según informó el Ministerio de Sanidad de Gaza y médicos palestinos. La mayoría de las víctimas fueron mujeres y menores y ningún hospital de Rafah tenía capacidad para atender a ese número de víctimas, según datos del ministerio.
Imágenes obtenidas por CNN mostraban las tiendas de campaña en llamas, con decenas de hombres, mujeres y niños tratando frenéticamente de refugiarse del asalto nocturno. Los cuerpos quemados, incluidos los de menores, podían verse siendo sacados por los equipos de rescate de entre los escombros. “Varios civiles siguen atrapados en el campamento, que fue atacado sin previo aviso”, dijo un palestino que filmaba el incendio. “Esto fue declarado zona segura”.
El ataque desató una fuerte condena contra Israel por parte de organismos internacionales, grupos de ayuda e incluso de países aliados, como Francia y Alemania, que pidieron el fin de la operación en Rafah. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y altos funcionarios israelíes han defendido la operación en Rafah argumentando que información de inteligencia indica la presencia en el lugar de altos mandos de Hamas. Semanas atrás, Netanyahu también había dicho que la “entrada en Rafah” era necesaria para una “victoria completa sobre Hamas”.
Aunque las autoridades de Gaza y la Media Luna Roja Palestina declararon que la zona atacada era un campamento para personas desplazadas, en un principio el ejército israelí afirmó haber atacado un complejo de Hamas en la ciudad. Sin embargo, este lunes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que el ataque había sido un “trágico error”.
El presidente Joe Biden no alterará su política hacia Israel, dijo el martes la Casa Blanca, sugiriendo que el incidente aún no había cruzado una línea roja que obligaría a cambios en el apoyo estadounidense. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo que Estados Unidos buscaría respuestas de Israel tras la investigación del país sobre el incidente, que describió como “desgarrador”.
Antes de esas declaraciones, el Gobierno de Biden había hecho advertencias contra una invasión terrestre a gran escala en Rafah, a menos que puediera garantizarse el bienestar de los civiles. En una entrevista con CNN, Biden afirmó que detendría los envíos de armas estadounidenses a Israel en caso de que lanzara una invasión a gran escala de Rafah.
El ataque de esta semana —uno de los más letales del ejército israelí contra la ciudad más meridional— también se produjo pocos días después de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el máximo tribunal de las Naciones Unidas, ordenara a Israel “detener inmediatamente” su operación militar en Rafah, y cualquier otra acción en la ciudad “que pueda infligir al grupo palestino de Gaza condiciones de vida que puedan provocar su destrucción física total o parcial”.
Por qué el mundo mira a Rafah
Antes incluso del mortífero ataque israelí de esta semana, las tensiones del conflicto entre Israel y Hamas ya se había concentrado en la ciudad, debido a la amenaza israelí de una incursión a gran escala en el lugar. Allí se refugiaban 1,3 millones de palestinos tras huir de otras zonas de Gaza después de que Israel iniciara su campaña militar en el territorio, en respuesta a los ataques de Hamas del 7 de octubre en el que fueron asesinadas 1.200 personas y tomadas como rehenes 250, según las autoridades israelíes.
El martes, tanques militares de Israel fueron vistos en el centro de Rafah por primera vez, dijeron dos testigos a CNN.
Israel inició una operación terrestre limitada en Rafah el 7 de mayo, cruzando el Corredor Philadelphi -una zona tampón de 13 kilómetros de longitud en la frontera entre Egipto y Gaza- y tomando el lado palestino de la frontera con Egipto.
Entonces, Israel ordenó a los civiles que abandonaran algunas zonas de Rafah, pero muchos de ellos aún permanecen allí, refugiados en lo que Israel designó como “zonas seguras”. Con todo, la ONU afirma que más de 800.000 personas huyeron de la ciudad desde el comienzo de la ofensiva.
Durante el último mes, civiles palestinos describieron el miedo y la desesperación que sienten al verse desarraigados de sus hogares y refugios, mientras la aviación israelí bombardea la ciudad: “Nos fuimos porque distribuyeron panfletos”, dijo Mohammed Ghanem, residente en el este de Rafah, a un corresponsal de CNN que se encontraba en la zona. “Están atacando en todas partes sin distinguir entre niños, adultos, militantes o no militantes. Abandoné la casa que he estado construyendo durante 17 años”, añadió.
Un colaborador de CNN en el este de Rafah afirmó que la gente estaba aterrorizada y en estado de pánico tras el anuncio de evacuación por parte de Israel, que generó un aluvión de llamados de líderes mundiales, Naciones Unidas y grupos humanitarios que instaban a Israel a no llevar a cabo su asalto a la ciudad, amenazado desde hace tiempo, al fracasar las negociaciones sobre el alto el fuego y los rehenes con el grupo extremista. La medida fue calificada de “inhumana” por el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, y de “más que alarmante” por el Consejo Noruego para los Refugiados.
Además, muchos de los que abandonaron Rafah oriental han sido desplazados anteriormente en múltiples ocasiones, a medida que el foco de Israel se desplazaba de una ciudad a otra. “Es la cuarta vez que me desplazan. De Nuseirat a Khan Younis, luego a Rafah, y ahora otra. No sé adónde me dirijo”, dijo un hombre a CNN.
Bloqueo de la frontera
Egipto se ha opuesto firmemente a la operación en su frontera. Esta semana, un agente de seguridad egipcio murió en la frontera con Gaza en un tiroteo en el que participaron soldados egipcios e israelíes. El medio de comunicación estatal egipcio Al-Qahera News afirmó que también estaban implicados combatientes de la “resistencia palestina”.
Egipto mantiene un bloqueo en el cruce con Rafah que no es nuevo: solo extranjeros y palestinos con permisos especiales pueden cruzarlo en circunstancias normales. El país ya alberga a millones de migrantes, en su mayoría refugiados de las guerras que han tenido lugar en la región en la última década, y teme que cientos de miles de palestinos entren en su territorio por el actual conflicto. Además, en años anteriores, Egipto combatió contra grupos islamistas presuntamente vinculados a ISIS en la península de Sinaí, que se encuentra junto a Gaza, por lo que las autoridades sostienen que el bloqueo de la frontera esta vinculado con una cuestión de seguridad.
Con información de Ibrahim Dahman, Niamh Kennedy, Mike Schwartz, Mohammad Al Sawalhi, Abeer Salman, Kareem Khadder, Sarah El Sirgany, Nadeen Ebrahim, Germán Padinger.