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OPINIÓN | Adiós, querido Pablo

Nota del editor: Jorge Dávila Miguel es licenciado en Periodismo desde 1973 y ha mantenido una carrera continua en su profesión hasta la fecha. Tiene posgrados en Ciencias de la Información Social y Medios de Comunicación Social, así como estudios posuniversitarios en Relaciones Internacionales, Economía Política e Historia Latinoamericana. Dávila Miguel es columnista de El Nuevo Herald en la cadena McClatchy, y analista político y columnista en CNN en Español. Los comentarios expresados en esta columna pertenecen exclusivamente al autor. Mira más en cnne.com/opinion

(CNN Español) -- Ha muerto Pablo Milanés en Madrid. La muerte le venía rondando desde hacía un tiempo y en la madrugada de este martes le dio su dentellada final. Fito Páez, un hermano en el arte y en la vida, estaba junto a él y recibió su último suspiro. Así lo contó Juan Pin Vilar, cineasta, en Camilo en CNN.

Qué tragedia o qué suerte haber estado en los últimos momentos de un grande como Pablo, o Pablito, como le decíamos al principio, cuando para ninguno de nosotros existía la muerte nada más que en narraciones o películas, cuando el tiempo nos era infinito y nos sentíamos inmortales.

Ya se lo llevó la vida. Muere el cantor, nace la leyenda. ¿Y qué dirá la leyenda de su vida? No bastará con sus canciones, no bastará con sus amores, ni con sus posiciones, mansas como sus melodías, calibradas siempre con la poesía y la verdad de sus creaciones. Firmes en la esencia, bellas para la dura realidad de su nación. Entrañable y dolorosa al mismo tiempo. Pablo Milanés fue un poeta en el tiempo de su vida y es un claro poeta, siempre, para el tiempo de su patria. Una patria confundida y dividida contra ella misma, entre las dos partes, al mismo tiempo inseparables y enemigas de su atribulado cuerpo.

Ahora se pretenderá definir a cuál parte perteneció Pablo.

Abel Prieto, presidente de la Casa de las Américas, nos deja una triste nota en Twitter: “Pablo es nuestro. Ni trumpistas, ni neonazis, ni anexionistas, devotos del dios Dinero, llenos de odio, y de apetitos de venganza, podrían nunca apropiarse de su obra”.

Por otra parte, en diferentes notas escritas por su fallecimiento al calor de Miami, se resaltan sus diversas críticas al Gobierno de Cuba desde su alejamiento a principio de los 90.

Abel: Pablo, será siempre Pablo en su arte y grandísima poesía para la nación cubana, a la cual pertenece por derecho. Y la nación es más grande y hermosa que cualquier posición política. Al igual que el arte, que trasciende fronteras y el tiempo solo por su contenido humano y sus conflictos

Y a las notas inspiradas en Miami: Pablo siguió siendo fiel a sus principios de igualdad y justicia social. ¿Por qué no publican que Pablo Milanés declaró: “Sigo siendo un revolucionario” en su entrevista al diario La República de Perú y en otros medios? Pablo se consideró a sí mismo un revolucionario "que no tiene nada que ver con apoyar a un gobierno en concreto o a un partido político, sino con un ideario de principios". Pablo se consideró a sí mismo un revolucionario que critica al gobierno de la isla en sus diferentes actuaciones, sobre todo a partir de los hechos de junio de 2021.

Esa pugna barata y oportunista con el cuerpo aun insepulto de un grande de la canción mundial, se disuelve por sí misma debido a su intrínseca vanidad. Y yo mismo he caído en la barata disputa, queriendo decir torpemente lo que dirá sin dudas más claramente la vida, que continúa su curso después de esta madrugada, cuando Pablo exhaló, este martes 22 de noviembre, el último aliento de los tantos que nos hicieron vibrar durante más de medio siglo al escuchar sus canciones.

Ahí está la vida de Pablo Milanés, que continúa a pesar de su muerte física. Y en toda ella reside su leyenda, que se inicia hoy y que pertenece a todos los que le escuchamos y admiramos.

Se ha ido Pablo, se nos ha ido, no puedo dejar de decir, porque a través de sus canciones conocimos la belleza de sus letras y de su armonía, su poesía. Porque fue “un hombre sincero de donde crecen las palmas” al decir de José Martí, ese otro gran cubano interpretado a conveniencia casi siempre, olvidando su esencia fundamental, afín a la verdad y no a los intereses parciales del ser humano, ideológicos o políticos. Se nos ha ido Pablo, pero aquí también se nos queda, mientras haya un amor que cantar, una vida que celebrar o una pena que aliviar a través de sus canciones.

El mundo está de luto, ha muerto Pablo Milanés. Buen viaje querido Pablo, siempre vivirás entre nosotros.