Estados Unidos lidia con una "nueva ecuación" de ataques directos entre Irán e Israel
(CNN) -- Horas antes de que Israel lanzara un ataque con drones contra Irán el jueves por la noche, funcionarios israelíes dieron un aviso a sus homólogos estadounidenses en Washington: se estaba preparando un ataque, dijeron, y sin compartir detalles concretos indicaron que se llevaría a cabo en los próximos días, según un alto funcionario estadounidense.
Era exactamente el mensaje que la administración de Biden esperaba no recibir. A lo largo de la semana, funcionarios estadounidenses habían instado a Israel a no tomar represalias por el ataque sin precedentes de Irán cinco días antes, cuando cientos de misiles y drones fueron disparados desde el interior de Irán contra Israel.
A los funcionarios estadounidenses les preocupaba que cualquier contraataque israelí pudiera desencadenar un ciclo de escalada de acciones directas entre las dos naciones que podría salirse de control.
"No aprobamos la respuesta [de Israel]", dijo el alto funcionario, refiriéndose al aviso que recibió Estados Unidos antes del ataque israelí del jueves.
ANÁLISIS | Irán e Israel evitaron una guerra abierta, por ahora
Los ataques de los últimos días han dejado a los funcionarios estadounidenses preocupados de que la barrera que una vez existió entre Israel e Irán se haya roto, dando lugar a una nueva forma de confrontación directa que podría ser infinitamente más volátil y difícil de predecir.
La respuesta de Irán será ahora una prueba crucial para saber si las dos naciones han entrado en la fase inicial de un conflicto directo o si ambas partes pueden dar un paso atrás.
Hay algunos indicios de que la situación puede estar distendiéndose.
Hace tiempo que los servicios de inteligencia estadounidenses consideran que ni Irán ni Israel tienen ganas de una guerra abierta. El ataque de represalia de Israel parece haber sido diseñado para ser limitado, golpeando una sola base militar a unos 275 kilómetros de Teherán y dejando intactas dos instalaciones cercanas que son una parte importante del programa de desarrollo nuclear de Irán.
Una fuente de inteligencia regional con conocimiento de la reacción de Irán al ataque dijo a CNN que los ataques directos de Estado a Estado entre los dos países habían "terminado". No se esperaba que Irán respondiera, según esta persona.
"No hay indicios de una nueva escalada en este momento", dijo el alto funcionario estadounidense, advirtiendo que las cosas podrían cambiar. "Pero todos los indicadores sugieren un paso atrás".
Aun así, los funcionarios estadounidenses son muy conscientes de que, tras el intercambio de fuego directo sin precedentes, puede ser más difícil que nunca predecir cómo responderá Irán a las provocaciones percibidas.
El ataque masivo de Irán contra Israel la semana pasada marcó la primera vez que disparaba desde dentro de sus propias fronteras directamente contra Israel, poniendo fin a años de cómodas suposiciones por parte de Estados Unidos y sus aliados sobre los límites de la militancia iraní y su voluntad de atacar a Israel directamente.
Funcionarios iraníes han declarado públicamente que la política de Irán hacia Israel ha cambiado.
"Hemos decidido crear una nueva ecuación, y es que si a partir de ahora el régimen sionista ataca nuestros intereses, bienes, personalidades y ciudadanos, en cualquier momento atacaremos contra ellos desde la República Islámica de Irán", declaró Hossein Salami, máximo comandante del poderoso Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, a la televisión estatal iraní tras el ataque del pasado fin de semana.
Y apenas unas horas antes del contraataque israelí del jueves por la noche, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán dijo a Erin Burnett, de CNN, que si Israel tomaba represalias "la siguiente respuesta por nuestra parte será inmediata y al máximo nivel."
"Rara vez he visto un momento [en Medio Oriente] más inflamable que el actual", dijo el jueves el director de la CIA, Bill Burns, en el Centro Presidencial George W. Bush de Dallas.
Una guerra en las sombras latente desde hace mucho tiempo
Para algunos exfuncionarios estadounidenses profundamente familiarizados con el régimen iraní, el ataque directo sin precedentes de Irán del pasado fin de semana tiene sentido dado su fracaso a la hora de competir con Israel en una guerra en la sombra que lleva mucho tiempo latente y que ha dejado varios de sus comandantes muertos.
Israel ha llevado a cabo numerosos ataques con éxito contra líderes militares iraníes en toda la región, e incluso contra algunos oficiales dentro de las propias fronteras de Irán. El 1 de abril, un ataque israelí contra lo que Irán afirma que era una embajada en Siria mató a siete funcionarios, entre ellos dos altos mandos iraníes.
"Imagínense la presión que se acumula en el sistema [iraní]", dijo el general retirado Frank McKenzie, excomandante del Mando Central de Estados Unidos. "'¿Israel mata a nuestra gente y no paga un precio? Creo que ése es un factor importante".
McKenzie y otros analistas sugirieron que, para Irán, el ataque del 1 de abril en Siria fue una escalada que se sumó a una situación ya insostenible que sus dirigentes consideraban que exigía una respuesta más contundente de lo habitual para disuadir futuras acciones israelíes.
Uno de los comandantes muertos, Mohammed Reza Zahedi, era el tejido conectivo entre Irán y Hezbollah libanés, el mayor y más capaz aliado de Irán, según Jonathan Panikoff, exanalista de inteligencia especializado en la región.
En vísperas de la andanada de misiles y aviones no tripulados de Irán contra Israel, las autoridades estadounidenses seguían creyendo que era probable que Irán respondiera a través de su red de combatientes aliados, como siempre había hecho antes. Pero cuando EE.UU. y sus aliados empezaron a ver indicios de que Irán estaba moviendo misiles dentro de su propio territorio, se desencadenó un frenético replanteamiento en Washington sobre lo que era probable que hiciera Irán, dijeron funcionarios y exfuncionarios estadounidenses.
Queda por ver si este cambio en la postura de Irán refleja un cambio más permanente en el pensamiento del líder supremo de Irán, el ayatolá Seyyed Ali Jamenei.
"No está claro si Jamenei, a sus 84 años, ha cambiado su doctrina estratégica de siempre para evitar una confrontación directa con Israel, o si se trata de un anticipo de cómo podría comportarse un gobierno iraní dirigido por militares después de Jamenei", declaró Karim Sadjadpour, investigador principal de Carnegie Endowmernt for International Peace.
Quizá el mejor paralelismo de la situación actual sea lo que ocurrió tras el ataque estadounidense que mató al alto comandante iraní Qassem Soleimani en enero de 2020. A los pocos días, Irán, y no uno de sus apoderados, disparó docenas de misiles balísticos de corto alcance contra tropas estadounidenses en una base militar estadounidense en Iraq. Esto también se consideró un paso sin precedentes que podía desencadenar un nuevo y más peligroso paradigma regional.
En ese caso, Irán dio suficientes señales de sus intenciones como para que las tropas estadounidenses pudieran refugiarse en búnkeres y minimizar las bajas. Ningún estadounidense murió, aunque docenas sufrieron lesiones cerebrales traumáticas, y cuando el ataque hubo terminado, Irán envió un mensaje público en el que daba por zanjado el asunto. Estados Unidos, bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump, optó por no tomar más represalias.
Evaluando el verdadero impacto del ataque de Irán
En los días posteriores al ataque contra Israel, algunos analistas sugirieron que Irán podría haber buscado deliberadamente evitar víctimas en un esfuerzo por evitar que la situación se intensificara, aunque funcionarios del Pentágono rechazaron estridentemente esa hipótesis.
El sábado, Israel y sus aliados pudieron destruir el 99% de los proyectiles iraníes antes de que impactaran. Hubo pocos daños en Israel y ninguna muerte. Eso, combinado con las señales públicas y diplomáticas de Irán en los días previos al ataque, ha hecho que esta semana circulen por Washington teorías similares sobre la intención de Irán.
Pero los funcionarios de la administración, así como McKenzie y otros exfuncionarios, han negado la sugerencia de que Irán se estuviera comportando así en esta ocasión. La mera escala del asalto en sí sugiere que Irán pretendía matar israelíes, dijeron funcionarios y analistas. En muchos sentidos, el sábado fue el triunfo de años de planificación militar preparada precisamente para este tipo de hipotético asalto.
Pero la defensa aérea contra una gama tan amplia de amenazas es una operación compleja y difícil, y aunque Israel y sus aliados tuvieron éxito, ese éxito no era de ninguna manera una conclusión inevitable, dicen funcionarios actuales y anteriores.
"Los iraníes utilizaron las joyas de la corona", dijo McKenzie. "Sus misiles balísticos, drones y misiles de crucero de ataque terrestre. Y lo que lanzaron fue un esfuerzo máximo, todo lo que podían hacer. No fue una señal".
Ahora, Washington y la región esperan la respuesta de Irán al contraataque israelí.
El riesgo, dicen los funcionarios, es profundo.
"Israel e Irán van a empezar más arriba en la escalera de la escalada en cada momento futuro de conflicto y eso es increíblemente peligroso", dijo Panikoff. "Si Israel e Irán tienen una mayor percepción de amenaza el uno del otro, es más probable que piensen que tienen que actuar de una manera más robusta y agresiva".