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Copa América: desorganización y caos. ¿Quién asume las responsabilidades?

(CNN Español) -- El caos en el ingreso al Hard Rock Stadium en la final entre Argentina y Colombia –que retrasó el inicio de la final de este domingo y en el que la Policía del condado Miami Dade detuvo a 27 personas y expulsó a decenas que irrumpieron sin boleto al recinto fue el epílogo de una Copa América signada por problemas organizativos, malestar en los protagonistas por campos de juego en malas condiciones y con medidas inadecuadas, fallas en la seguridad y hasta la contorversial presencia de pastores evangélicos en la inauguración, algo que va contra el estatuto tanto de FIFA como de Conmebol.

Una Copa América que terminó con acusaciones cruzadas entre la alcaldesa de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, Conmebol y el Hard Rock Stadium por fallas en la organización y que podría sembrar dudas y cuestionamientos de cara al Mundial 2026 que tendrá a Estados Unidos como uno de los países anfitriones junto con Canadá y México.

Responsabilidades repartidas y compartidas

Para entender cómo funciona un mega evento deportivo como la Copa América, hay que empezar por señalar que cuando Conmebol designa un organizador, delega todos los aspectos de la organización al país que se lo adjudica. Esto incluye el estado de los campos de juego y la seguridad dentro y fuera del estadio, entre otros. Pero esto no significa que la Conmebol se desliga del asunto, sino que supervisa todas las operaciones. Como bien lo dice el comunicado del 15 de julio de la confederación, supervisa y da también recomendaciones.

En el caso puntual de lo sucedido en el Hard Rock Stadium, Conmebol alega que recomendó “procedimientos probados en eventos de esta envergadura, los cuales no fueron tomados en cuenta”. Desde la alcaldía de Miami Dade se deja en claro que la organización corre por cuenta de Conmebol, y que el condado solo proveyó la seguridad. Mientras que desde el Hard Rock Stadium se habla de un trabajo en conjunto entre las autoridades del campo y las confederaciones, tanto la Conmebol, como la Concacaf. En definitiva, nadie parece hacerse responsable del caos generalizado en la final que demoró el comienzo del encuentro por más de una hora y que, provocó que "un gran número de personas sin boleto" lograrán irrumpir en el estadio, según la Policía de Miami Dade.

“Conmebol tiene un cuerpo de oficiales de seguridad delegados en cada escenario, que interactúan con las autoridades, antes, durante y post evento. O sea que, si bien la parte dura del operativo está totalmente a cargo de las autoridades locales, Conmebol puede marcar pautas, e incluso solicitar modificaciones”, dijo a CNN Eduardo Villalba, exsecretario de Seguridad y Política Criminal del Ministerio de Seguridad de la Nación en Argentina, director de Seguridad en el fútbol de la Nación, y quien participó en la organización de la Copa del Mundo 2014 y la Copa América 2015.

“Es evidente que en el caso del Hard Rock Stadium no se implementaron anillos de seguridad para controlar a una distancia prudencial de los ingresos el movimiento de las parcialidades y la portación por parte de ellas de boletos habilitantes al ingreso. Una vez que las masas están en las puertas de ingreso es muy difícil el control de estas, y evitar avalanchas, escalamientos e intentos de vulneración de los controles”, dijo Villalba de lo que pudo observar del operativo.

Aficiones mezcladas, otro tema para tener en cuenta

Los incidentes durante el final del encuentro entre algunos jugadores uruguayos y aficionados colombianos en una de las semifinales de la copa es otro de los puntos para tener en cuenta al hablar de la organización. Es Conmebol la que se encarga de todo lo que tiene que ver con la gestión de boletos y ubicación en el estadio, de acuerdo con Villalba.

A diferencia de la Eurocopa, por ejemplo, donde se pudo ver las cabeceras ocupadas cada una por fanáticos de un mismo equipo, en la Copa América los aficionados estuvieron mezclados, lo que derivó en algunos incidentes, el más grave siendo el del partido entre Uruguay y Colombia, donde tras el pitazo final y algunas discusiones entre futbolistas de ambas selecciones en el campo, algunos futbolistas uruguayos entraron en las graderías y confrontaron a aficionados colombianos; según dijeron, para proteger a sus familias.

"Ustedes saben de quién es la responsabilidad de proteger a los aficionados en las gradas. Tienen que preguntarme si los jugadores han recibido una disculpa de los responsables de salvaguardar la seguridad", dijo Marcelo Bielsa, entrenador de Uruguay, en una airada conferencia de prensa después de que la Conmebol abriera una investigación contra Uruguay por los incidentes.

“Respecto de la actuación de la seguridad en las graderías es creciente la participación de los llamados 'stewards' (semejante a la seguridad privada). En los mundiales, y en Europa, es una figura muy eficiente, porque los mismos tienen capacitación específica para el espectáculo de fútbol y en el uso racional de la fuerza y mediación. Pareciera que acá no ocurrió esto último”, de acuerdo con Villalba.

Ya existía un antecedente cercano en Conmebol cuando Brasil recibió a Argentina en el Maracaná en noviembre de 2023 por las eliminatorias y el encuentro se demoró por disturbios entre hinchas argentinos y brasileros que se encontraban en la misma tribuna. Los aficionados argentinos fueron reprimidos por la Policía, lo que llevó a los jugadores visitantes a enfrentarse con los agentes del orden y hasta retirarse del campo por un momento.

Mundial 2026, prueba no superada

Si se quiere pensar esta Copa América como una prueba a la antesala del Mundial 2026 (no quiere decir que realmente lo haya sido) se puede decir que suscita más preocupación que tranquilidad. El mal estado de los campos de juego -criticado por varios entrenadores y jugadores-, algunos encuentros con poca afición, los disturbios en las gradas y el caos de la final, son elementos que generaron controversia.

Para el partido definitorio entre Argentina y Colombia, de acuerdo con las autoridades del estadio, se duplicó el personal de seguridad que se utiliza de manera habitual para este tipo de eventos. Mientras que desde el condado de Miami-Dade comunicaron que asignaron más de 550 agentes del orden. Esto quiere decir que previeron contar con más personal de lo habitual, pese a lo que no pudieron contener la situación. Algo que suscita al menos interrogantes para lo que será la organización del Mundial de 2026, ya que Miami es una de las sedes. Será ahí cuando veamos si las recomendaciones de la FIFA en cuanto a seguridad tendrán más eco en los oídos del condado y las autoridades del estadio, o si el problema estuvo en la falta de estas por parte de Conmebol.