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La región fronteriza rusa de Belgorod declara la emergencia tras la incursión ucraniana

(CNN) -- La región fronteriza rusa de Belgorod se declaró en estado de emergencia este miércoles tras nuevos ataques de las fuerzas ucranianas, con Kyiv reclamando el control de cientos de kilómetros cuadrados de territorio ruso tras su rara incursión transfronteriza.

"La situación en la región de Belgorod sigue siendo extremadamente difícil y tensa", dijo el gobernador de Belgorod, Viacheslav Gladkov, en un mensaje de video publicado en su cuenta de Telegram.

La declaración se produjo después de que Belgorod iniciara este lunes las evacuaciones como consecuencia de los avances ucranianos, tras la incursión por sorpresa de Kyiv en la vecina región de Kursk la semana pasada.

Fue un notable cambio de táctica para Ucrania y supuso la primera entrada de tropas extranjeras en territorio ruso desde la Segunda Guerra Mundial.

Las autoridades regionales están ahora apelando al gobierno ruso para que declare la emergencia federal, dijo Gladkov.

Dos localidades de Belgorod, la ciudad de Shebekino y la aldea de Ustinka, habían sido atacadas por drones ucranianos, añadió. No hubo víctimas, pero dos viviendas resultaron dañadas.

Las tropas ucranianas continúan la ofensiva en territorio ruso. El ejército de Ucrania afirma que controla alrededor de 1.000 kilómetros cuadrados de territorio ruso, mientras que las autoridades rusas reportan que más de 100.000 personas han sido evacuadas de las regiones de Kursk y Belgorod.

 

Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso informó este miércoles que había destruido decenas de aviones no tripulados y cuatro misiles tácticos sobre la región de Kursk, en el marco de un bombardeo que incluyó 117 aviones no tripulados "de tipo aeronáutico" derribados por las defensas aéreas del país durante la noche.

La región suroccidental de Voronezh, fronteriza con Kursk y Belgorod, destruyó más de 35 drones lanzados por Ucrania, según informó este miércoles el gobernador Aleksandr Gusev.

No hubo víctimas, pero propiedades, vehículos e infraestructuras municipales resultaron dañados por la caída de escombros, añadió, afirmando que persiste el riesgo de nuevos ataques con drones.

Desde que comenzó la incursión ucraniana, decenas de miles de rusos han huido de sus hogares mientras Moscú se esfuerza por contener el ataque, imponiendo operaciones antiterroristas en Kursk, Belgorod y otra región fronteriza, Briansk.

Este lunes, Kyiv afirmó haber obtenido el control de casi la misma cantidad de terreno que Rusia había arrebatado en lo que va de año, aunque sigue siendo una cifra empequeñecida en comparación con el territorio ucraniano total en poder de Rusia desde que comenzó el conflicto en 2014.

Este martes, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo que sus fuerzas estaban en control de 74 asentamientos en Kursk y que están haciendo preparativos para los "próximos pasos" en la región.

La incursión supuso una gran vergüenza para el Kremlin, y el presidente ruso, Vladimir Putin, prometió "echar al enemigo" de Rusia, aunque sus tropas aún no han logrado detener el avance ucraniano.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se refirió a la incursión este martes, y dijo que estaba recibiendo actualizaciones periódicas del personal y que estaba "creando un verdadero dilema para Putin".