Por Saad Abedine, Joel Sterling y Jill Doherty
(CNN) — Los rebeldes que pelean para apresurar la caída del régimen sirio tienen la mira puesta en Damasco, la capital de Siria, mientras que los diplomáticos redoblaron esfuerzos en medio de las preocupaciones por las armas químicas.
“Nuestro país será libre, no tenemos a nadie más que a Dios”, corearon los manifestantes reunidos este viernes para protestar en contra del presidente Bachar al Asad a las afueras de la capital, en Douma. “Las buenas nuevas están por venir”.
Continue reading