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Juan Gabriel

La historia detrás de la famosa entrevista de Fernando del Rincón a Juan Gabriel en 2002

Por Fernando del Rincón

(CNN Español) -- Juan Gabriel nos ha dejado en este plano terrenal a los 66 años, pero no lo queremos dejar ir y estoy seguro que nunca se irá porque es y será la voz con la que reímos, lloramos, suspiramos, nos enamoramos, pasamos despechos, en fin, la voz con la que muchos vivimos nuestras vidas.

Es difícil para mí porque sí,  porque lo conocí y me dejó conocerlo, me honró al abrirme su alma y hablar de lo que nunca había hablado y de lo que nunca habló después, porque siempre sentiré que le quedé debiendo... Humildemente y si me lo permite usted quiero recordarlo a él, recordar ese día y honrarlo con el regalo que 'el divo de Juárez me dio', lo más preciado: su tiempo.

Es mi encuentro hace 14 años en 2002 con Alberto Aguilera, Juan Gabriel.

Juan Gabriel pasaba por un momento complicado entre demandas y una prohibición temporal para cantar en territorio estadounidense. Pero lejos de lo legal y del dinero, Juan Gabriel siempre tenía una respuesta reflexiva, de conexión con la vida.

Sus ideas eran tan claras, tan contundentes, que de esta charla se acuñaron muchas frases, unas más famosas que otras: "Yo estaba cante y cante y ellos cuente y cuente"..."Dicen que lo que se ve no se pregunta" (y me agregó un "mijo"). Grandes respuestas, de un gran hombre, de un artista, de un ser humano maravilloso, que decía lo que quería y lo que tenía que decir.

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Poco tiempo fue el que tuve para hablar con él, poco el tiempo que tuvimos todos de disfrutarlo.

La historia de una entrevista que nunca pedí y que hoy es un tesoro

Un día hace 14 años llegué a mi oficina en Univisión y un mensaje telefónico en el buzón decía con la voz de una mujer que el señor Juan Gabriel quería darme una entrevista. Por supuesto que no lo creí. La voz femenina me dejaba un número telefónico para comunicarme de vuelta, el resto de la historia ya ustedes la saben.

Una serie de escándalos rodeaban a nuestro Juan Gabriel en ese momento, nada extraño en este medio. Por eso es que quería hablar. Cuando lo vi en esa habitación de hotel en Houston, Texas, me dijo 'hablemos de todo, de lo que quieras'. Así lo hicimos. Y me he quedado con la deuda más grande y es contigo, Alberto Aguilera, Juan Gabriel, 'el divo de Juárez'. Gracias por tu vida, tu música, tu obra, por tu amor eterno. Gracias por tu tiempo. Sabes, hoy siento que perdí el tiempo, hoy hubiera cambiado esas cámaras y esas luces por más horas hablando contigo, con solo un café de por medio, sin preguntas innecesarias, sin escándalos legales, esas son cosas que aprendi charlando contigo.

Total que importa lo que somos hoy, lo importante es lo que dejamos y como lo construimos. Alberto el tiempo más valioso contigo, de toda esta entrevista, la audiencia nunca lo vio, fueron minutos que valieron mas que todo, cuando se apagaron las cámaras y nos apartamos a un lado del equipo, cuando hablamos porque sí, porque queríamos, porque no podíamos dejar de hacerlo, cuando tus ojos se llenaron de lágrimas y me dejaste verlas rodar, para segundos después de nuevo recibir el regalo de tu sonrisa.

Una entrevista que nunca pedí, un privilegio que hoy es parte de mis tesoros.

Qué importa lo que piensan o no, qué importa. Cuando hoy de nuevo el mundo habla de ti, cuando en sus casas lloran por ti, cuando te aclaman, te homenajean, te amamos y te recordamos. Qué razón tenías Alberto cuando me dijiste: "Lo que se ve no se pregunta, mi hijo".

Hoy lo entiendo porque yo, yo veo al mundo a tus pies.

Hasta siempre Juan Gabriel.