Manifestantes contra el régimen sirio ondean banderas en la ciudad de Homs el 20 de enero de 2012.

Por Mohamed Fadel Fahmy, para CNN

El Cairo, Egipto (CNN) – La Liga Árabe pidió el domingo que el presidente sirio Bashar al-Assad entregue el poder a su vicepresidente después de la formación de un gobierno de unidad.

El organismo le pidió al gobierno sirio que empiece el diálogo nacional con la oposición en las próximas dos semanas, y que el nuevo gobierno sea formado en los próximos dos meses.

Previamente, el secretario general de la Liga Árabe había dicho que el grupo pediría una extensión de un mes de la misión de monitoreo en Siria y un aumento del número de observadores.

La misión estaba programada a terminar el jueves. Altos diplomáticos de la Liga Árabe dijeron que el organismo solicitó la extensión de un mes, pero que el gobierno sirio no ha objetado ni aceptado la petición.

Nabil el-Araby, secretario general de la Liga Árabe, dijo que el gobierno sirio no ha cumplido con partes de un acuerdo que busca acabar con la violenta represión contra los manifestantes. Funcionarios sirios están tratando la crisis como un problema de seguridad, dijo, señalando que facciones de la oposición armada que controlan algunas áreas dificultaron el trabajo de los observadores.

Pero los monitores de la Liga Árabe han visto que algunos aspectos de la situación han mejorado, dijo.

“La presencia de los monitores árabes le dio seguridad a los partidos de oposición, que tuvieron un aumento en el número de manifestantes pacíficos en las áreas en donde los monitores estuvieron presentes”, dijo el-Araby.

Antes del comunicado de el-Araby, el ministro de relaciones exteriores de Arabia Saudita dijo que su nación planeaba retirar a sus miembros del equipo de observación, según afirmó un funcionario de la Liga Árabe. El príncipe Saud al-Faisal les dijo a los ministros de exteriores de la Liga que “Siria no cumplió con el plan de la resolución árabe”, según dijo un funcionario de la Liga Árabe que pidió no ser nombrado debido a que no está autorizado a hablar con los medios.

El comité decidió pedir la extensión después de revisar un informe enviado por el general sudanés Mohammad Ahmad al-Dabi, jefe de la misión de monitoreo en Siria.

Antes de irse de Damasco hacia El Cairo, al-Dabi enfatizó el propósito del grupo de observación.

“La misión de los monitores árabes no es detener las muertes y la violencia en Siria sino investigar la aplicación de parte del gobierno sirio del artículo del plan árabe que busca resolver la crisis”, dijo al-Dabi.

La Liga Árabe le ha pedido al régimen del presidente Bashar al-Assad detener la violencia contra los civiles, liberar a los detenidos políticos, sacar los tanques y las armas de las ciudades y permitir a extranjeros, incluyendo a medios internacionales, de viajar libremente dentro del país.

A algunos les preocupa que los observadores no hayan podido ver la situación real en Siria.

Miembros del opositor Consejo Nacional Sirio se reunieron el sábado con el general Nabil el-Araby. El consejo ha pedido que la misión documente “las atrocidades cometidas por el régimen sirio contra los civiles y los pueblos”, dijo el grupo en un comunicado.

“Le hemos solicitado a el-Araby que lleve el caso de Siria al Consejo de Seguridad de la ONU tan pronto como sea posible para proteger las vidas y la dignidad del pueblo sirio”, dijo el sábado Walid Buni, alto funcionario del consejo. “Tendremos que esperar hasta que el informe final de los observadores de la Liga Árabe sea discutido, pero ya sabemos lo que contiene y no creemos que refleje la situación en el terreno”.

Ali Jaroush, funcionario de la Liga Árabe, dijo que la misión ha ganado impulso y que hay una “inclinación general” de extender la misión otro mes, según reportó la Agencia de Noticias Árabe Siria.

Pero la presencia de los monitores de la Liga Árabe en el país no ha menguado los reportes diarios de violencia y muerte.

Al menos 59 personas fueron reportadas asesinados a lo largo de Siria el sábado, según los Comités de Coordinación Local de Siria, un grupo opositor.

En ese número se cuentan 30 cuerpos sin identificar encontrados en el Hospital Nacional en Idlib y al menos 16 muertos por la explosión de un bus en la provincia de Idlib, al noreste de Siria.

CNN no ha podido confirmar las acusaciones de los grupos opositores sobre la violencia y las muertes, en tanto el gobierno de Siria ha limitado el acceso a los periodistas extranjeros.

Durante más de 10 meses, Siria ha estado envuelta en un levantamiento contra el gobierno y una brutal represión contra los manifestantes. La ONU estimó el mes pasado que ha habido más de 5.000 muertes desde mediados de marzo pasado. Los grupos de oposición calculan que más de 6.000 personas han muerto.

Mientras los activistas culpan al régimen de al-Assad por la violencia, el gobierno dice que los terroristas son los responsables por el derramamiento de sangre.

Ambos lados reportaron la explosión de un bus el sábado.

El grupo Comités de Coordinación Local dijo que el bus pasó sobre una mina, matando al menos 16 personas e hiriendo a muchas más. La Agencia de Noticias Árabe Siria, ente estatal, reportó que “un grupo terrorista” fue el responsable del ataque.

Mohamed Hamado, un coronel del Ejército Libre de Siria, dijo que un grupo de civiles que se movilizan hacia la frontera con Turquía fueron emboscados por las fuerzas de seguridad sirias usando tanques y vehículos armados cerca de Kherbeit Al Joz.

El Ejército Libre de Siria, que cuenta con soldados desertores, peleó contra el ejército sirio y mató alrededor de 24 soldados, dijo Hamado. “Luego nos retiramos hacia posiciones más seguras”.