Los habitantes ven el destrozo que dejó una bomba en Taji, al norte de Bagdad, el domingo.

Por Mohammed Tawfeeq, CNN

(CNN) – Al menos 30 personas murieron en una ola de ataques en Iraq este domingo, el día más mortífero en el país en lo que va del mes.

La comunidad chiita musulmana, mayoritaria en el país, parece ser el principal objetivo de los atentados. Entre los blancos de las explosiones hubo una capilla chiita.

Los ataques indican un incremento en el nivel de violencia en el país, tras un periodo de relativa estabilidad.

Las siete explosiones que ocurrieron en Bagdad dejaron 25 muertos, mientras que 59 personas quedaron heridas por los ataques en el centro de la capital y en la ciudad de Taji, informaron funcionarios de la policía.

Un coche bomba explotó poco después cerca de una capilla chiita en al Madaan, por lo que dos personas fallecieron. Otras nueve resultaron heridas, entre ellas cuatro iraníes, dijo a CNN personal de la policía.

La capilla se localiza a unos 20 kilómetros (12 millas) al sudeste de Bagdad.

Iraq es hogar de varios sitios sagrados chiitas visitados por peregrinos procedentes de Irán.

Y en la ciudad de Kut, cuya población en su mayoría es chiita, tres agentes de la policía iraquí murieron y cuatro más resultaron heridos tras la explosión de un coche bomba en un punto de revisión de la policía.

El incidente ocurrió este domingo alrededor de las 7:00 horas (local), unos 110 kilómetros al sur de Bagdad, en la provincia de Wasit.

Funcionarios de salud y de la policía de Kut dijeron previamente a CNN que ocho personas murieron y 18 resultaron heridas por ese ataque, sin embargo, el Ministerio del Interior informó después que algunos de los decesos fueron producto de un accidente automovilístico.

Hace tres semanas, por lo menos 63 personas murieron y unas 200 más resultaron heridas en una nueva ola de violencia principalmente dirigida contra las fuerzas de seguridad iraquíes y en zonas chiitas, dijeron funcionarios gubernamentales.

Los ataques y tiroteos del 9 de septiembre en todo Iraq se produjeron tras unas semanas especialmente violentas en la nación del Medio Oriente. Más de 70 integrantes de las fuerzas de seguridad iraquíes murieron en agosto, según el Ministerio del Interior.

Iraq ha luchado contra los enfrentamientos políticos internos entre chiitas, sunitas y kurdos, lo que ha despertado inquietudes de que el conflicto político regrese a los niveles de violencia que afectaron al país en 2006.

Aunque la violencia es menor respecto a sus puntos más altos en la época de la guerra comandada por Estados Unidos, en 2005 y 2006, ha habido un claro aumento en los ataques en los últimos meses.

En julio, la cantidad de bajas alcanzó su máximo en dos años, con 325 muertos, según el Ministerio del Interior. Fue el mes más mortífero desde agosto de 2010.

El gobierno de Bagdad dominado por los chiitas ha culpado de los recientes ataques a insurgentes sunitas que tienen vínculos con al Qaeda.

Las tropas estadounidenses completaron su retiro de tierras iraquíes en diciembre pasado.