(CNN) – Cualquier recopilación de los terroristas más peligrosos del mundo es una tarea peligrosa; una lista que, sin duda, está abierta a un debate interminable.

Si usted vive en Moscú, el líder islamista checheno Doku Umarov estaría en uno de los primeros lugares. Muchos israelíes probablemente incluirían al líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah en su lista y la gente que vive en el sur de Filipinas, al grupo Abu Sayyaf.

Algunas figuras terroristas que se encontraban entre los más buscados durante muchos años atrás, como Abu Anas al Libi, quien fue capturado la semana pasada en Libia, no parecen haber estado activos durante algún tiempo. Incluso algunos de los terroristas tratan de retirarse. La última lista elaborada por CNN incluyó al jefe de alto rango de Al Qaeda, Saif al Adel. Éste ha desaparecido del radar y puede haber estado bajo arresto domiciliario en Irán.

Otras pierden relevancia cuando su grupo pierde territorio, miembros o financiación. Grupos como Al Qaeda en el Magreb Islámico han sido propensos a fracturas internas. Además, Al Qaeda, especialmente en Pakistán, se ha alejado de la identificación de las figuras más relevantes debido a los efectos de los ataques aéreos de Estados Unidos, por lo que algunos de la nueva generación de terroristas más peligrosos no pueden todavía ser reconocido por nosotros.

La siguiente selección no tiene por objeto establecer una “lista definitiva” ni se centra en las organizaciones, sino en los hombres (y todos son hombres) que presuntamente que dirigen -y en algunos casos llevan a cabo- los actos de terror dirigidos a causar bajas masivas entre la población civil.

Algunos son ideólogos y planificadores, otros “operativos”, y algunos son ambas cosas. Piensan y actúan en un contexto regional y, en algunos casos, global:

1. Ayman al Zawahiri

 A pesar de que los ataques con drones desmembraron el “cuartel general de al Qaeda”, ubicado entre Afganistán y Pakistán, el líder del grupo sigue activo y trata de unir a las filiales dispares que se adjudican el nombre de al Qaeda.

Al Zawahiri es un médico egipcio de 62 años, no es una figura inspiradora para los yihadistas como lo era bin Laden, pero se ha posicionado como “el director general” de una empresa floreciente. “Desde Somalia hasta Siria, las franquicias de al Qaeda y los yihadistas controlan más territorios y pueden convocar a más combatientes que cuando Osama bin Laden creó la organización hace 25 años”, señaló The Economist.

El gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de 25 millones de dólares por su captura, especialmente luego de que desde la muerte de Osama bin Laden, en 2011, ha buscado aprovechar la inestabilidad que cunde en el mundo árabe y sugiriera la adopción de un sistema de ataques menos ambiciosos y de menor costo, además de la toma de rehenes.

2. Nasir al Wuhayshi

Se cree que tiene 36 años, aunque su trayectoria terrorista es extensa. Fue el secretario privado de bin Laden en Afganistán y a su regreso a su natal Yemen, cayó en prisión, de donde escapó en 2006 con otros agentes de al Qaeda.

Al Wuhayshi colaboró a la fundación de al Qaeda en Yemen y empezó a emprender ataques contra los servicios de seguridad del país y contra turistas extranjeros, además de dirigir un ataque ambicioso contra la embajada estadounidense. Si al Zawahiri es el director general de al Qaeda, al parecer al Wuhayshi es su director operativo y tiene responsabilidades más allá de Yemen. En 2012 ya daba consejos sobre operación a la filial de al Qaeda en el norte de África.

A pesar del esfuerzo concertado entre el gobierno yemení y estadounidense para eliminarlo, al Wuhayshi sobrevive y sus combatientes recientemente emprendieron la ofensiva una vez más en el sur de Yemen.

3. Ibrahim al Asiri

No es muy famoso, pero provoca gran ansiedad en las agencias de inteligencia occidentales. Al Asiri, un saudí de 31 años, es el principal fabricante de explosivos del brazo de al Qaeda en la península arábiga. Se cree que diseñó la bomba que casi derriba un avión comercial sobre Detroit el día de Navidad de 2009 y las bombas impresora que se enviaron como carga desde Sanaa, Yemen, con destino a EU, que fueron interceptadas gracias a un aviso saudí.

Al Asiri también equipó a su hermano menor, Abduillah, con una bomba escondida dentro de su recto en un esfuerzo por asesinar al jefe del contraterrorismo saudí, Mohammed bin Nayef. El hermano murió en el ataque y bin Nayef sobrevivió.

Se cree que al Asiri está en alguna parte del las montañas del sur de Yemen. Los agentes de inteligencia saudíes y occidentales temen que haya transmitido sus habilidades a sus aprendices.

4. Ahmed Abdi Godane

Godane, también conocido como Mukhtar Abu Zubayr, se volvió líder del grupo somalí al Shabaab a finales de 2008. Tradicionalmente, al Shabaab se había dedicado a establecer un gobierno islámico en Somalia y así atrajo a decenas de somalíes, estadounidenses y europeos. Se cree que Godane está redirigiendo al grupo hacia ataques terroristas más allá de Somalia, contra los Estados del este de África que apoyan al gobierno somalí contra los intereses de Occidente en el este de África.

El ataque del centro comercial Westgate en Nairobi, el 21 de septiembre, fue el más audaz de al Shabaab, aunque no fue el primero ni el más letal que ejecuta fuera de Somalia. Bajo el mando de Godane, al Shabaab se ha aliado formalmente con al Qaeda.

Se dice que Godane tiene 36 años y es originario de Somalilandia, en el norte de Somalia. Después del ataque en el Westgate, las agencias de inteligencia de Kenya y Occidente redoblarán los esfuerzos para poner fin a su reinado de terror. El programa de Recompensas por la Justicia del gobierno estadounidense lo contempla con otro nombre, Ahmed Abdi Aw Mohamed, y ofrece hasta siete millones de dólares por información sobre su ubicación.

5. Moktar Belmoktar

Belmoktar anunció hace un año la creación de una unidad de élite llamada Los que firman con sangre, que según él serían el escudo contra el “enemigo invasor”. Tras el anuncio, sus seguidores lanzaron un ataque contra la planta de gas de In Amenas en el sur de Argelia. En el sitio de tres días murieron casi 40 trabajadores extranjeros.

Desde entonces, los combatientes de Belmoktar, quien nació en Argelia, emprendieron ataques contra una academia militar y una mina francesa de uranio en Níger en mayo, a pesar de haber perdido gran parte de su libertad de movimiento tras la intervención francesa en Mali en enero.

A menudo lo llaman Señor Marlboro, porque contrabandea cigarrillos y se cree que amasó millones de dólares por medio de los rescates de ciudadanos occidentales a los que secuestró en Mali. Belmoktar nació en 1972 y creció en la pobreza en el sur de Argelia. Viajó a Afganistán en 1991 a finales de su adolescencia para combatir con el gobierno comunista de la época y tras sufrir una herida en batalla regresó a Argelia como combatiente endurecido y con un nuevo sobrenombre: Belaouar (el tuerto). Más tarde unió fuerzas con el Grupo Islámico Armado (GIA) en su brutal campaña contra el régimen argelino.

El gobierno de Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta cinco millones de dólares por información que lleve a su captura.

6. Abu Muhammad al Julani

Durante el desarrollo de la guerra civil en Siria, el grupo de Abu Muhammad al Julani, el Frente al Nusra, surgió como una de las facciones rebeldes más reconocidas. Se creó en enero de 2012 y es un grupo yihadista que cuenta tal vez con 10,000 combatientes, quienes se especializan en atentados suicidas y ataques con artefactos explosivos improvisados contra las fuerzas del régimen.

Al Julani prometió personalmente la lealtad de su grupo a al Zawahiri en abril, un mes después el gobierno estadounidense lo incluyó en la lista de Terroristas Mundiales de Denominación Especial.

Se sabe muy poco de al Julani, pues al Nusra valora especialmente la seguridad organizacional y ni siquiera se conoce con certeza su nacionalidad, pero se cree que tuvo experiencia como insurgente en Iraq.

7. Abu Bakr al Baghdadi

Abu Bakr al Baghdadi es el líder del Estado Islámico en Iraq al Sham (ISIS, por sus siglas en inglés). Se enfrentó públicamente con al Julani por la jerarquía regional a principios de este año. En el campo de batalla, en Siria, la cooperación entre ambos grupos parece continuar, especialmente en ciudades como Deir Izzor, en el este de Siria.

Al interior de Iraq, al Baghdadi supervisó un incremento radical en los ataques terroristas en contra del Estado y el aparato de seguridad predominantemente chiitas. Se distingue por la organización de fugas de prisiones, robos a bancos y devastadores atentados con bombas contra civiles chiitas y no esconde el haber perpetrado los ataques con fundamentos puramente sectarios. Se adjudicó una oleada de atentados con coches bomba en Bagdad y dijo que era “una nueva página en la serie de golpes destructivos” contra las zonas chiitas en Iraq.

Al Baghdadi se beneficia de la minoría sunita de Iraq que teme cada vez más al gobierno chiita del primer ministro Nuri al Maliki. El líder nació en Samarra y tiene cuarenta y tantos años. Tras la muerte de bin Laden, amenazó con tomar represalias violentas. El gobierno estadounidense ofrece una recompensa de hasta 10 millones de dólares.

8. Sirajudin Haqqani

Varios grupos están migrando de Medio Oriente hacia la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán en preparación a la salida de las fuerzas de combate estadounidenses el año próximo. Entre los más peligrosos están la Red Haqqani, responsable de algunos de los ataques letales ocurridos en Kabul en los últimos años. En un atentado suicida coordinado contra el Hotel Serena en Kabul en 2008 murieron seis personas. En otro ataque, en junio de 2011, murieron 12 personas en el Hotel InterContinental.

Siraj Haqqani es hijo del fundador del grupo y tiene cuarenta y tantos años. Las autoridades estadounidenses dicen que además de los atentados suicidas de alto perfil contra hoteles y otros blancos civiles en la capital de Afganistán, es responsable de matar y herir a más de mil soldados estadounidenses en Afganistán.

La familia pertenece a la tribu Zadran, que se extiende por la frontera entre Afganistán y Pakistán y hasta la provincia de Khost. Los Haqqani tienen una relación muy cercana con al Qaeda y el Talibán, pero se cree que también empezaron a reclutar yihadistas chechenos y turcos. El gobierno de Obama señaló como grupo terrorista a la Red Haqqani el año pasado y se cree que cuenta con recursos abundantes a causa de una serie de negocios tanto legítimos como ilícitos que se extienden hasta el golfo Pérsico.

El gobierno estadounidense ofrece una recompensa de hasta cinco millones de dólares por quien ofrezca información que lleve a la captura de Haqqani.

9. Abubakar Shekau

La inclusión de Shekau en la lista es el reconocimiento a la creciente oleada de militantes islamistas en el occidente de África. Durante los últimos cuatro años encabezó Boko Haram, un grupo salafista del norte de Nigeria que empezó a cooperar con otros grupos ubicados en sitios tan distantes como Mali. Sin embargo, su objetivo principal siguen siendo las iglesias y otros blancos cristianos, la policía y el gobierno musulmán moderado del norte de Nigeria.

En 2010, Shekau advirtió que el grupo atacaría intereses occidentales y al año siguiente perpetró su primer atentado suicida contra las oficinas de la ONU en Abuja, la capital, en el que murieron al menos 23 personas. El grupo también secuestró y asesinó a varios rehenes occidentales. Aunque Boko Haram no está afiliada a al Qaeda, Shekau dejó en claro su simpatía con los objetivos de dicho grupo. Estados Unidos lo clasificó como Terrorista Mundial de Denominacion Especial en junio de 2012.

Hay reportes contradictorios que afirman que Shekau murió en agosto en una redada de las fuerzas especiales nigerianas. Sin embargo, un video que surgió semanas después, muestra que sigue vivo. Además, no se sabe qué tanto control tiene Shekau sobre sus combatientes. El gobierno estadounidense ofrece una recompensa de hasta siete millones de dólares por información sobre su ubicación.

10. Doku Umarov

Doku Umarov dirige el Emirato del Cáucaso (EC), un grupo checheno dedicado a llevar el dominio islámico a gran parte del sur de Rusia. El Departamento de Estado de Estados Unidos catalogó a Umarov como Terrorista Mundial de Denominación Especial en 2010.

Los objetivos principales del grupo han sido las instituciones rusas y blancos civiles. En enero de 2011 atacaron el aeropuerto Domodedovo en Moscú, en donde murieron 36 personas; además, cometieron atentados suicidas en algunas estaciones del subterráneo de Moscú en 2010, en los que murieron 40 personas.

Umarov nació en el sur de Chechenia en 1964, según sitios web chechenos. Se señala que su familia forma parte de la intelligentsia. Mientras crecía, empezaba a arraigarse la campaña separatista contra el dominio ruso y se unió a la insurgencia cuando el entonces líder ruso, Boris Yelstin, desplegó tropas en la región en 1994.

El gobierno estadounidense ofrece una recompensa de hasta cinco millones de dólares por información sobre su ubicación.