Euro o. dracma: ¿cuál preferirían los griegos? (AP/Archivo).

(CNNMoney) – La economía griega casi se ha quedado sin dinero en efectivo, y los expertos dicen que el país pronto podría verse obligado a imprimir su propia moneda.

Muchos predicen que el país tendrá que volver a introducir el dracma, lo cual significaría regresar a la antigua moneda que solían usar antes de cambiar al euro.

Esta es una guía paso a paso de cómo podría funcionar el proceso:

1. Empezar a imprimir pagarés

Si el gobierno y los bancos se quedan sin euros, es posible que el gobierno comience a imprimir pagarés para pagarle a los empleados del estado y a los pensionados.

Wolfango Piccoli, director general de Teneo Intelligence, predice que Grecia podría tener que emitir pagarés con un valor de alrededor de 500 millones de euros la próxima semana para pagarle al sector público los salarios, si Grecia no puede asegurar más financiación de acreedores europeos.

Estos pagarés podrían ser utilizados como una forma alternativa de efectivo, aunque no serían fáciles de usar.

2. Introducir nuevos dracmas digitales

El gobierno y los bancos podrían trabajar juntos para convertir todos los depósitos bancarios de euros a dracmas, ya sea de la noche a la mañana o durante un período de tiempo establecido.

En la práctica, esto podría significar que una persona con 100 euros en su cuenta bancaria el martes podría encontrar que en lugar de eso tiene 100 dracmas en su cuenta bancaria el miércoles.

No habría ningún dracma disponible aún, pero el dinero podría existir de forma digital.

El gobierno fijaría una tasa de cambio inicial, pero luego, los individuos y los negocios tendrían que decidir el valor de la nueva moneda. Probablemente surgiría una devaluación del dracma inmediata y muy marcada.

“El valor real de la llamada nueva moneda será determinado por el hecho de si las personas están dispuestas a aceptarla”, dijo Ludek Niedermayer, quien anteriormente trabajó como el director del departamento de manejo de riesgo en el banco central checo cuando el país introdujo su nueva moneda a principios de los noventa.

“Definitivamente, las personas preferirán usar euros porque la nueva moneda, sea cual sea, no será creíble”, dijo.

Jacob Kirkegaard, investigador principal en el Instituto Peterson de Economía Internacional, dijo a CNNMoney que no hay ningún precedente histórico para este hipotético cambio a una moneda griega porque otros países disolvieron su antigua moneda en favor de una nueva. Pero en este caso, el euro seguirá en circulación.

Muchos expertos temen que Grecia pronto podría tener que empezar a imprimir nuevas monedas y billetes de dracma.

3. Hacer que el dracma sea creíble

Para darle credibilidad a los dracmas y animar a las personas a que los utilicen, Kirkegaard dijo que Grecia podría exigir que todos los impuestos futuros sean pagados con esa moneda.

Además de eso, el gobierno podría garantizar la seguridad de todos los depósitos bancarios en denominaciones de dracmas, pero no las cuentas en euros.

Pero la mejor manera para que el gobierno fomente el uso del dracma sería comprometerse a políticas económicas responsables y presupuestos equilibrados. Kirkegaard sostiene que el gobierno de Grecia actualmente no inspira confianza.

4. Imprimir dracmas en billetes y monedas

Si el gobierno griego decide seguir adelante con el dracma como moneda, eventualmente tendría que imprimir billetes y monedas.

El proceso de diseño e impresión de nuevos billetes tomaría al menos un año, según Bernd Kuemmerle, quien dirige la división de negocios de billetes en Giesecke & Devrient, con sede en Alemania, un productor líder de billetes a nivel mundial.

La impresión de nuevos billetes requiere de meses de trabajo que implica analizar cuántos nuevos billetes necesitará un país y diseñar la nueva moneda. Elementos antifraude tendrán que ser incorporados en los billetes y la impresión física requiere de muchos pasos, dijo Kuemmerle.

Y no es barato.

Kuemmerle dijo que la impresión de 1.000 billetes cuesta entre 25 y 100 euros (de 27 a 110 dólares).

Así que si Grecia quiere imprimir 50 nuevos billetes por persona —esto es el promedio para una economía normal— los nuevos billetes costarían entre 13,8 millones y 55 millones de euros (de 15 millones a 60 millones de dólares). La producción de monedas puede llegar a ser incluso más cara que la impresión de billetes.

5. Distribución de los dracmas

Una vez que el dinero ha sido acuñado, el banco central griego tendría que distribuir los nuevos billetes y monedas en todo el país. Kuemmerle dijo que este es un proceso relativamente rápido, pero tendría que ser hecho en conjunto con una campaña educativa a nivel nacional para que la población se mantenga informada acerca del cambio de divisa.

Muchos países que cambiaron de moneda suelen dar una línea de tiempo para cuándo van a eliminar gradualmente la vieja moneda. Pero en este caso, Grecia tendrá problemas para convencer a la población de dejar de usar euros.

Euro vs. dracma: ¿cuál preferirías?