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Defensa

Globos, hackers, infiltrados y técnicas de la era soviética: estos son algunos de los recientes casos de espionaje en EE.UU.

Por CNN Español

(CNN Español) -- Estados Unidos dijo que está rastreando lo que sospecha es un nuevo caso de espionaje en su contra, esta vez por parte de China, que estaría usando un globo que sobrevuela a "una altitud muy por encima del tráfico aéreo comercial" con el fin de conseguir información de inteligencia estadounidense, aunque, no se cree que el gigante asiático pueda conseguir información con valor agregado.

Este episodio, es el más reciente de una serie de casos de espionaje que involucran a rivales de Estados Unidos como China o Rusia, que, según los reportes del Gobierno de Estados Unidos, han intentado recolectar información delicada e incluso influir en las elecciones de este país.

Este es un repaso de algunos de los casos.

Ji Chaoquun, el espía que recolectaba información científica

En enero de 2023, el ciudadano chino Ji Chaoqun fue condenado a ocho años de prisión por espiar para el gobierno de China reuniendo información sobre ingenieros y científicos en Estados Unidos.

Ji llegó a Estados Unidos a estudiar ingeniería eléctrica en el Instituto de Tecnología de Illinois en 2013 y fue arrestado en 2018. El joven de 31 años fue condenado en septiembre de 2022 de actuar ilegalmente como agente del Ministerio de Seguridad del Estado de China y de hacer una declaración material falsa al Ejército de EE.UU.

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El espionaje de Ji fue parte de un esfuerzo de la inteligencia china para obtener acceso a tecnologías aeroespaciales y satelitales avanzadas que están desarrollando empresas estadounidenses, dijo el Departamento de Justicia en un comunicado.

En 2016, un año después de graduarse, Ji se alistó en las Reservas del Ejército de EE.UU. bajo un programa en el que se pueden reclutar ciudadanos extranjeros si sus habilidades se consideran “vitales para el interés nacional”.

En su solicitud para unirse al programa, Ji declaró falsamente que no había tenido ningún contacto con un gobierno extranjero en los últimos siete años. Tampoco reveló su relación y contactos con oficiales de inteligencia chinos en una entrevista posterior con un oficial del Ejército de EE. UU., según el Departamento de Justicia.

En 2018, Ji tuvo varias reuniones con un agente encubierto de las fuerzas del orden de EE. UU. que se hacía pasar por representante del MSS de China. Durante estas reuniones, Ji dijo que con su identificación militar, podía visitar y tomar fotos de los portaaviones de la “clase Roosevelt”. Ji también explicó que una vez que obtuviera su ciudadanía estadounidense y su autorización de seguridad a través del programa de Reservas del Ejército, buscaría trabajo en la CIA, el FBI o la NASA, dijo el Departamento de Justicia, citando pruebas en el juicio.

Ji estaba trabajando bajo la dirección de Xu Yanjun, subdirector de división en la sucursal provincial de Jiangsu del MMS, según el comunicado.

A su vez, Xu, un funcionario de inteligencia de carrera, fue sentenciado en 2022 a 20 años de prisión por conspirar para robar secretos comerciales de varias compañías aeroespaciales y de aviación estadounidenses. Xu también fue el primer espía chino extraditado a Estados Unidos para ser juzgado, luego de ser detenido en Bélgica en 2018 luego de una investigación del FBI.

Facebook, hackers y los iraníes

Facebook desarticula una red de hackers 1:04

En julio de 2021, Facebook denunció que un grupo de piratas informáticos iraníes crearon perfiles falsos en redes sociales y enviaron enlaces maliciosos y dirigidos a las víctimas en un intento de espiar a contratistas de defensa y personal militar occidentales. La campaña, según Facebook, tenía vínculos aparentes con el gobierno iraní.

Los piratas informáticos realizaron una operación sofisticada para ganarse la confianza de sus víctimas, dijo Facebook, a menudo haciéndose pasar por representantes de empresas aeroespaciales y de defensa para construir relaciones profundas con sus objetivos antes de dirigirlos a sitios web fraudulentos. Aunque los sitios se veían y actuaban como sus contrapartes legítimas, incluido un sitio de trabajo del Departamento de Trabajo de EE.UU., estaban diseñados para robar datos y escanear sistemas informáticos.

El grupo se concentró en personas que trabajan en la industria militar y de defensa de EE. UU., y también apuntó a víctimas similares en el Reino Unido y Europa, dijo Facebook.

Investigaciones posteriores mostraron que el software malicioso había sido diseñado por una empresa de software con sede en Teherán vinculada al poderoso Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, dijo Facebook.

Las llamadas tácticas de "phishing" utilizadas por piratas informáticos iraníes se replicado a gran en ese momento, ya que por esos días también se reportó de una campaña rusa que enviaba correos electrónicos falsos haciéndose pasar por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. En julio de ese año, Google dijo que una campaña separada, probablemente respaldada por Rusia, involucraba el envío de mensajes falsos de LinkedIn a las víctimas en un intento por comprometer los dispositivos iOS. Apple reparó la falla en marzo.

Las técnicas de desinformación de la era soviética

Decisión 2020: ¿usará Rusia los mismos trucos políticos de la KGB? 1:12

Este es quizá uno de los casos más recordados en los últimos años, pues ocurrió en medio de las elecciones presidenciales de 2016 que trajo tácticas de espionaje que típicas de la Guerra Fría y de los esfuerzos de desinformación de la KGB de 1983.

Así quedó evidenciado con un reportaje de CNN de data de esa época, en el que se mostraban los esfuerzos de desinformación soviéticos con tácticas como enviar documentos incendiarios a los medios de comunicación, infiltrar grupos activistas y sembrar división y confusión.

El informe detalla cómo se sospecha que Rusia usó falsificaciones e historias sembradas para causar estragos en Occidente durante la Guerra Fría a través de operaciones de influencia en lugar de poderío militar. Y estas tácticas no terminaron con la caída del Muro de Berlín. De hecho, las redes sociales y el manto de anonimato en línea que brindan solo han hecho que sea más fácil y potencialmente más efectivo para los gobiernos y los malos actores participar en un libro de jugadas similar de trucos sucios, que van desde la difusión en línea de documentos falsificados o pirateados hasta la creación de reporteros falsos para promoverlos.

Y estas tácticas estuvieron muy presentes en las elecciones presidenciales de EE.UU. en 2016, cuando los esfuerzos de Rusia por interferir en los comicios tomaron al país con la guardia baja.

La participación de Rusia en el pirateo y la filtración de correos electrónicos relacionados con la campaña presidencial de 2016 de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton quedó bien establecida por la investigación del fiscal especial Robert Mueller y las evaluaciones de la comunidad de inteligencia de EE. UU. En 2016, las organizaciones de noticias estadounidenses, incluida CNN, informaron los detalles de muchos de los correos electrónicos pirateados. Los críticos argumentaron que al hacerlo, los medios de comunicación estaban ayudando a los piratas informáticos a lograr su objetivo; los medios de comunicación argumentaron que los materiales eran de interés público.

El caso de Ana Montes, la estadounidense condenada por espiar para Cuba

Y siguiendo en la época de la Guerra Fría, pero esta vez en el Hemisferio Occidental, la rivalidad entre Estados Unidos y Cuba no puede quedarse sin su propia historia de espías. Y uno de estos casos es el de Ana Montes, una ciudadana estadounidense condenada por espiar para Cuba en la década de los 80.

Cuba reclutó a Montes para espiar en la década de 1980 y fue empleada por la Agencia de Inteligencia de Defensa del Pentágono (DIA, por sus siglas en inglés) como analista de 1985 a 2001. Eventualmente fue ascendida a ser la principal analista de Cuba de la DIA.

Montes, ahora de 65 años, era conocida como la reina de Cuba, una estadounidense que durante más de una década y media entregó tantos secretos militares estadounidenses a La Habana que los expertos dicen que es posible que Estados Unidos nunca sepa el alcance total del daño.

Una noche de 1996, Montes fue llamada a consultar en el Pentágono durante un incidente internacional en curso, pero rompió el protocolo al no permanecer en servicio hasta que fuera despedida, lo que levantó sospechas. Cuatro años más tarde, el agente de contrainteligencia de la DIA, Scott Carmichael, escuchó que el FBI buscaba a un topo: un espía no identificado dentro de la DIA que trabajaba para Cuba.

El sospechoso había viajado a la Base Naval de EE.UU. en la Bahía de Guantánamo, Cuba, en un momento específico. Cuando buscó una lista de empleados de DIA que visitaron Guantánamo durante esas fechas, apareció un nombre familiar: Ana Montes.

En septiembre de 2001, Montes fue arrestada en Washington y acusada de conspiración para entregar información de defensa a Cuba. A principios de 2002, fue sentenciada a 25 años de prisión luego de declararse culpable de espionaje. El juez que sentenció a Montes ordenó que fuera supervisada en libertad por cinco años.

La mujer fue liberada en enero de 2023 de la prisión federal de Estados Unidos en Fort Worth, Texas, según los registros en línea de la Oficina Federal de Prisiones.

Los espías rusos que vivían en el corazón de EE.UU.

Y como las historias de espías siempre van más alineadas con la realidad que con la ficción, en 2017 se descubrió que una pareja que vivía en pleno corazón de EE.UU. y que parecía una familia tranquila y sin pretensiones, eran en realidad espías rusos al servicio de Moscú.

En 2010, Richard y Cynthia Murphy estaban criando a sus dos hijas en su casa colonial de dos pisos en Montclair, Nueva Jersey. El FBI aseguró eran espías rusos. Sus nombres reales, según la agencia de inteligencia, eran Vladimir y Lydia Guryev.

La pareja, conocida como Richard y Cinthya Murphy, aparentaron ser una familia estadounidense típica, que vivía en una casa beige de estilo colonial de dos pisos junto a sus pequeñas hijas en el número 31 de Marquette Road.

Cinthya decía que trabajaba como planificadora financiera en una empresa de contabilidad de Manhattan, mientras que Richard le aseguró a los vecinos que era un papá dedicado a su hogar y a criar a sus hijas Lisa, de nueve años, y Kate, de once.

Pero la impactante verdad para ese apacible barrio surgió cuando el FBI hizo una redada en la casa de los supuestos Murphy en 2010: los verdaderos de Richard y Cynthia eran Vladimir y Lydia Guryev.

Los Guryev se habían dedicado a recopilar información desde la década de 1990 para la SVR de Rusia, un organismo que el FBI describe como el equivalente moderno a la KGB. La KGB, si lo recuerdas, era la organización de seguridad nacional que tenía la ya desaparecida Unión Soviética y que durante la Guerra Fría se encargó de dirigir una policía secreta doméstica y de operar una red de espías en todo el mundo.

El 27 de junio de 2010, el FBI arrestó a los Guryev, junto a otros ocho presuntos espías rusos en Manhattan, Yonkers, Boston y el norte de Virginia. El anuncio de la captura desencadenó titulares de prensa que evocaban los años de la Guerra Fría y hasta inspiró la creación del drama sobre espías ambientado en la década de 1980 "The Americans".

 

-- Con información de Nectar Gan, Donie O'Sullivan, Josh Campbell y Brian Fung de CNN