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Mujer

Las trabajadoras embarazadas y las madres lactantes ahora tienen nuevas protecciones laborales en Estados Unidos

Por Tami Luhby

(CNN) -- Las trabajadoras embarazadas en Estados Unidos tendrán más facilidades en sus lugares de trabajo gracias a una nueva ley que entra en vigor este martes.

La norma permite que estas trabajadoras tengan más acceso a un taburete, descansos adicionales en el baño o a una botella de agua, sin temor a ser despedidas.

La Ley de Equidad para las Trabajadoras Embarazadas, que el Congreso aprobó en diciembre como parte de un paquete de gastos del gobierno federal, obliga a las empresas a proporcionar "adaptaciones razonables" relacionadas con el embarazo o el parto, a menos que causen una "dificultad excesiva". La norma se aplica a las empresas con al menos 15 empleados.

La ley es una de las dos protecciones laborales reforzadas para mujeres embarazadas y madres recientes que contiene el paquete de gastos. La otra, la Ley PUMP para madres lactantes, amplía a casi 9 millones más de trabajadoras en periodo de lactancia el derecho a disponer de tiempo de descanso y un lugar privado fuera del baño para extraerse leche. Entre estas trabajadoras, que no estaban cubiertas por una disposición anterior de la Ley de Asistencia Asequible, hay profesoras, enfermeras tituladas y trabajadoras agrícolas.

Anualmente, casi 2,8 millones de mujeres embarazadas, el 70% de todas aquellas que esperan un bebé, trabajaron durante el embarazo, según la National Partnership for Women & Families.

Los activistas llevan más de una década luchando por mejorar la protección federal de las trabajadoras embarazadas, alegando que la Ley contra la discriminación por embarazo es inadecuada y que la mayoría de las afecciones relacionadas con el embarazo no se consideran discapacidades según la Ley de Estadounidenses con Discapacidades.

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"Por fin, las trabajadoras embarazadas ya no pueden verse obligadas a dejar el trabajo por necesitar un trabajo ligero o un taburete para sentarse y mantener un embarazo saludable", declaró Dina Bakst, cofundadora y copresidenta de A Better Balance, una organización nacional de defensa legal. "Las madres trabajadoras ya no tienen que temer la pérdida de su empleo por necesitar tiempo libre para recuperarse de forma segura del parto. Las mujeres de todo el país ya no tendrán que elegir entre mantener un embarazo saludable o costear la alimentación de sus familias".

Otras adaptaciones podrían incluir horarios flexibles para las citas con el médico, descansos adicionales o más largos para comer, beber e ir al baño, permiso para llevar pantalones de maternidad, cambios en los horarios de trabajo y tiempo libre para recuperarse del parto.

Según la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de EE.UU. (EEOC, por sus siglas en inglés), más de 30 estados y ciudades cuentan con leyes que prevén adaptaciones para, al menos, algunas trabajadoras embarazadas.

Lucha por las adaptaciones

Amanda Legros

Armanda Legros fue despedida de su empleo en 2012 mientras estaba embarazada de su hijo Ayden. Crédito: Armanda Legros

Armanda Legros es una madre que podría haberse beneficiado de esta ley si hubiera estado en vigor cuando se encontraba embarazada de su segundo hijo en 2012.

Legros trabajaba para una empresa de camionetas blindadas en Long Island, Nueva York, levantando bolsas de dinero y cajas de monedas de unos 18 kilos, a veces dos o tres a la vez. A los seis meses de embarazo, sufrió un tirón muscular en el estómago. Su médico le dijo que no debía levantar objetos pesados.

En lugar de permitir que Legros se limitara a conducir el blindado o ampliara el trabajo administrativo que ya realizaba, la empresa la despidió. Le resultó difícil conseguir otro trabajo, porque estaba visiblemente embarazada, según ella, así que tuvo que solicitar cupones de alimentos y estuvo a punto de perder su departamento.

Esa experiencia la impulsó a convertirse en defensora comunitaria de A Better Balance.

"No quería que lo que me pasó a mí le pasara a ninguna otra madre", dice Legros, esposa y madre de cuatro hijos que vive en Rosharon, Texas, y trabaja en una cooperativa de crédito. "Si la ley hubiera estado vigente en aquel momento, esto no me habría pasado a mí. No habría pasado por los apuros que pasé si hubieran existido las protecciones".

Apoyo de las empresas

La Cámara de Comercio de EE.UU. se encuentra entre los defensores de ambas disposiciones.

Según Marc Freedman, vicepresidente de política laboral de la Cámara, la Ley de Equidad para las Trabajadoras Embarazadas aclara la confusión creada tras la sentencia de la Corte Suprema de 2015 sobre una trabajadora embarazada que solicitaba una adaptación. Dejó a los empleadores sin saber cuáles eran sus obligaciones y cuáles los derechos de los empleados. Y llevó a los trabajadores que pensaban que debían recibir adaptaciones a llevar a sus empleadores a los tribunales.

"Creemos que reducirá las posibilidades de este tipo de litigios y aclarará a las empresas cuáles son sus obligaciones", dijo Freedman, señalando que se basa en el proceso existente de la ADA. "Nuestra expectativa es que una gran mayoría de estas solicitudes de adaptación lleven a que empleadores y empleados encuentren una forma de solucionar las cosas".

Con arreglo a la ley, el proceso comienza cuando una trabajadora embarazada solicita una adaptación a su empresa. A continuación, la empresa y la trabajadora debaten si se puede acceder a la petición. En caso negativo, la baja laboral es el último recurso, explica Freedman. La trabajadora también puede presentar un recurso ante la EEOC si no se le proporciona una adaptación.

Entre los clientes del abogado laboral Roger Feicht, la principal petición de las trabajadoras embarazadas es la flexibilidad de horarios, como un cambio de turno, unos días libres o un horario modificado. Feicht, que trabaja para Gunster, un bufete de abogados de Florida, recomienda a las empresas que actualicen sus manuales del empleado u otras políticas escritas para que los trabajadores comprendan sus derechos y el personal de recursos humanos sus obligaciones.

Algunos de sus clientes intentan analizar escenarios hipotéticos para explorar las opciones disponibles y las que podrían crear dificultades a los empleadores, dijo.

Aunque muchos empleadores ya ofrecen adaptaciones, son innumerables los trabajadores que han llamado a la línea de ayuda de A Better Balance para quejarse de que sus solicitudes han sido rechazadas, dijo Bakst. Pero la ley no solo ayudará a las mujeres embarazadas.

"Mantener a las mujeres en el trabajo es bueno para ellas, para las empresas y para la economía", afirmó.