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Fútbol

La eliminatoria sudamericana y las claves de su doble fecha inicial: Argentina y Brasil ratificaron su poderío futbolístico

Por Hugo Manu Correa

(CNN Español) -- La primera doble fecha de la eliminatoria Sudamericana dejó en claro que Argentina y Brasil siguen siendo los seleccionados más poderosos.

Este es un vistazo del desempeño de las diez selecciones en el comienzo de una competencia con destino al Mundial que organizarán México, Estados Unidos y Canadá en el 2026.

Argentina y su fútbol de excepción

Messi y Argentina tienen un riesgoso viaje a La Paz por las eliminatorias sudamericanas.

El delantero argentino Lionel Messi celebra tras marcar un gol durante el partido de fútbol de las Eliminatorias Sudamericanas para la Copa Mundial de la FIFA 2026 entre Argentina y Ecuador, el 7 de septiembre de 2023. (Foto de Luis Robayo/AFP)

El campeón del mundo mostró sus credenciales de excepcional equipo al ganar los dos primeros partidos, que pedían distintas maneras de abordarlos.

Los de Lionel Scaloni exhibieron en el juego asociado, en la tenencia del balón, en la agresividad en campo rival el tatuaje futbolístico que les dio la corona en Qatar. Tanto ante Ecuador, en condición de local, como ante Bolivia, de visitante, la albiceleste tuvo el mismo espíritu de equipo que se vio en el pasado Mundial.

La Albiceleste supo que con Ecuador sería un partido cerrado y complejo. Lo ganó 1-0 con la maestría de Messi en la pelota parada, pero con la autoridad del gran fútbol desplegado. Ante Bolivia, en La Paz, dio un concierto futbolístico en donde todos los intérpretes jugaron a un altísimo nivel. La gran clase de la selección se evidenció en todo el trámite para un 3-0 final, que tuvo a Messi como un espectador de lujo en el banco de suplentes. Argentina fue un equipo en toda la dimensión de la palabra.

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Brasil y la clase de futbolística de siempre

¿Por qué vestirá de negro Brasil este sábado?

En Belén, nordeste del país, el pentacampeón aplastó a Bolivia con un lapidario 5-1. Fue un concierto de fútbol, destreza y de goles del scratch ahora dirigido interinamente por Fernando Diniz (DT también de Fluminense). Brasil tiene historia, presente y recursos en su enorme cantidad de intérpretes que no hicieron más que plasmar en el campo de juego la enorme diferencia con su primer oponente del certamen.

En el segundo duelo ante Perú, ganó 1-0 con el peso de la historia y sin brillar, pero con la convicción que la de sentirse superior. Marquinhos marcó de cabeza el único tanto sobre el final del pleito. Brasil jugó de modo cansino, dejando que, por momentos, Perú tuviera la pelota y encontrando la diferencia para llegar al puntaje ideal en un arranque con fútbol, suficiencia y clase.

Ecuador dio muestras de competitividad, fortaleza y convicción

Ecuador mostró en los dos juegos la misma jerarquía que lo llevó al último Mundial de Qatar. Fuerte presencia física, monolítica estructura táctica y destellos de algunos intérpretes.

La selección tricolor arrancó esta eliminatoria con -3 puntos por una sanción disciplinaria por parte de FIFA por la mala inclusión en la pasada edición de Byron Castillo. A ese duro impacto le siguió el golpe de perder ante Argentina en Buenos Aires. No obstante, se vio un equipo bravísimo. Bien plantado, achicando los desplazamientos de la selección argentina y esperando la contra. Jugar de visitante ante los campeones del mundo sería en la previa un compromiso de extrema dificultad y el trámite no hizo más que confirmarlo. Perdió 0-1 pero cayó de pie.

En el segundo juego ante Uruguay, Ecuador fue un equipo agresivo porque asumió el protagonismo y tuvo el balón en gran parte del juego. Mostró actitud, lo hizo con agresividad y situaciones de peligro. Jugó ante un rival con calidad, bien plantado y con serenidad para buscar lastimar. Canobbio, de hecho, anotó el 0-1 para la Celeste, pero luego pudo voltearlo con dos tantos de Félix Torres.

Mención especial merece Kendry Páez, el juvenil atacante que debutó en esta competencia con solo 16 años y fue uno de los mejores jugadores del partido. Páez está llamado a ser una de las figuras de la eliminatoria. Ecuador tiene jugadores, competitividad y un muy buen fútbol como para sonar en la próxima cita mundialista.

Uruguay y las señales de un nuevo rostro

Uruguay generó mucha expectación en su público con la llegada de un notable técnico como Marcelo Bielsa. No defraudó en el arranque de la competencia al derrotar en el estadio Centenario 3-1 a Chile. Lo hizo con un fútbol moderno, de presión alta, de buen juego asociado y con una actitud de agresividad.

Esa buena performance futbolística quedó desdibujada en el segundo compromiso en la altura de Quito. Si bien la altura de los 2.800 metros de Quito es un elemento para considerar, en ese duelo Uruguay retrasó sus líneas. No se metió en su arco, pero sí fue un equipo que jugó a especular. Es cierto que Bielsa no ha tenido posibilidad de trabajarlo y eso quedó muy claro ya que no fue un equipo vertical como los que suele dirigir. Uruguay cayó 2-1 y no mostró argumentos de fuste para complicar a su rival. Obtuvo 3 de los 6 puntos en disputa, mostró que tiene mucho por progresar, pero también dejó claro que su fútbol cuenta con muchos recursos para soñar alto.

Colombia y la búsqueda de una identidad

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Rafael Santos Borré celebra el gol que anotó por Colombia en el partido contra Venezuela de las eliminatorias sudamericanas. (Crédito: Gabriel Aponte/Getty Images)

La Colombia dirigida por el argentino Néstor Lorenzo sumó 4 puntos sobre 6. Ese es el rasgo positivo. No lo es tanto el fútbol que evidenció. En Barranquilla tuvo serios inconvenientes para doblegar a Venezuela. Tuvo la iniciativa, pero no logró ser contundente en su juego asociado. Fue en el segundo tiempo cuando ingresó el ex River Plate, Jorge Carrascal, quien le dio un fútbol más dinámico. Su amagues, fútbol vertical y asociado con Luis Diaz le dieron otro ímpetu a la selección cafetera. El único tanto lo marco otro ex River Plate, Rafael Santos Borre. Triunfo, alegría, algunas perlas de su fútbol y no mucho más.

En el segundo juego, Colombia jugó ante Chile en Santiago y fue evidente la anemia de su fútbol anunciado, muy horizontal y sin chispa. No la pasó bien en el primer capítulo ante la Roja. El segundo tiempo fue muy magro por parte de ambos equipos. Sumó un punto de visitante y no está mal, pero para volver al Mundial deberá mejorar y potenciar la anemia de su fútbol, que pide otra cara.

Venezuela mostró que tiene motivos para ilusionarse

Venezuela evidenció en sus dos juegos que tiene sobrados recursos como para estar en los puestos para luchar por un cupo mundialista. De la mano de Fernando Bocha Batista, la Vinotinto fue un equipo ordenado, con carácter, comprometido y argumentos táctico-técnicos como soñar con su primera clasificación a un Mundial.

En su debut en Barranquilla perdió 0-1 ante Colombia, pero fue un hueso duro de roer. Se plantó sin temores, sin complejos, jugó un buen partido con alta competitividad.

En el segundo juego disputado en Maturín contra Paraguay, la Vinotinto mostró buen talante de juego asociado y así dominó el primer tiempo. Los rivales se sacaron chispas en una segunda parte mucho más entretenida. Venezuela encontró el gol en el final del encuentro por intermedio de su goleador histórico, Salomón Rondón. Fue justa la victoria, dado el empuje, amor propio y destellos de buen fútbol de una selección que quiere soñar.

Paraguay tiene recursos, ambición, pero sin efectividad

Un solo 1 punto de seis posibles deja un sabor a poco para los dirigidos por el argentino Guillermo Barros Schelotto. Los equipos del Mellizo son agresivos, verticales y que no renuncian nunca en la ofensiva. Ello se vio en el primer duelo ante Perú, pero los remates en los palos y la tarea brillante del portero Gallese no le permitieron sumar de a tres.

En la visita a Venezuela buscó victoria con las precauciones del caso. En el primer tiempo jugó más corto, entre líneas, buscando no ser sorprendido por el rival. Paraguay termina esta doble jornada con el rostro cabizbajo, pero con la entereza de que tiene elementos para levantar cabeza y para convencerse de que puede estar en la pelea.

Chile y un recambio de jugadores que no ha llegado

Chile padeció los dos encuentros disputados, donde sólo sumó 1 punto de los 6 en disputa. El equipo dirigido por el argentino Eduardo Berizzo no ha tenido recambio de la generación brillante que le sacaron el jugo primero Marcelo Bielsa, luego Jorge Sampaoli, y, finalmente, Juan Antonio Pizzi. El equipo no tiene chispa, luce falto de dinámica y ya no se planta para arrasar a su oponente.

En la visita a Uruguay, la Roja padeció el encuentro. La Celeste hizo un partido de alto calibre y la aplasto futbolísticamente. Arturo Vidal en el mediocampo sigue mostrando destellos de su enorme talento, pero sin la frescura de años atrás y llegó a esta doble jornada condicionado por problemas físicos. No obstante, cuando ingresó en el segundo tiempo Chile tomó otro cariz. Tuvo temple, coraje y atrevimiento. El propio Vidal marco el gol del honor en el 1-3 final.

En el segundo juego la Roja recibió a Colombia. Lo mejor se vio en la primera mitad. El equipo salió decidido a llevarse por delante a los cafeteros. Si bien no brilló, generó situaciones de gol que no pudo marcar.

En el segundo tiempo Chile perdió energía, agresividad y su escaso fútbol ya no apareció. Berizzo deberá trabajar mucho para que su equipo sea más competitivo y rogar que sus intérpretes lleguen en óptimas condiciones para así poder lucir una escuadra más ambiciosa y confiable.

Perú y su fútbol inofensivo y sin sustancia

La selección peruana comenzó la eliminatoria visitando a Paraguay en Ciudad del Este, donde fue sometida a un duro examen. El equipo dirigido por Juan Reynoso se apoyó en una tarea brillante de su guardameta Pedro Gallese para desbaratar cada jugada de gol de los paraguayos. A eso se le sumaron los remates en los palos y la mala puntería de los jugadores guaraníes. Perú jugó 50 minutos con un hombre menos por la expulsión de Luis Advíncula. Fue empate en 0 que tuvo sabor a hazaña y triunfo.

En el segundo partido recibió en Lima a Brasil, pero no logró inquietar a la visita, que tuvo dos goles anulados y encontró la victoria en el cierre del pleito. Perú mostró un fútbol sin verticalidad, sin chispa ni agresividad. Su situación, sin embargo, tiene atenuantes: por lesión le faltaron piezas importantes como Christian Cueva, Carlos Zambrano y su goleador Gianluca Lapadula. Deberá mejor sustancialmente su fútbol.

Bolivia y su gran crisis futbolística

A esta doble jornada Bolivia llegó con una crisis institucional. El torneo de primera división de ese país está suspendido por el escándalo derivado del arreglo de partidos por corrupción arbitral. A eso se le suma una selección que, dicho por el propio DT argentino Gustavo Costas, le falta convencerse de que puede ser competitiva.

Bolivia fue a Belem a enfrentar a Brasil y regresó a La Paz con cinco goles a cuestas. En la capital del país recibió a Argentina, que también la arrasó. El 3-0 final, tranquilamente, pudo ser un resultado aún más abultado.

Bolivia deberá escalar una montaña muy cuesta arriba como esta eliminatoria y por, sobre todo, trabajar mucho y convencerse de que el reto es posible.