OPINIÓN | ¿Por qué nos fascinan tanto las celebridades?

Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades durante varias décadas. Es especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento, productora de cine y columnista de estilo de CNN en Español. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivamente suyas.

(CNN Español) –– ¿Por qué esta obsesión con saber todo sobre los famosos es cada día más intensa y casi preocupante? ¿Por qué una estrella como Maluma recientemente ha tenido que dar un manotazo a un “fan” que le agarró un brazo con fuerza mientras caminaba por las calles de Nueva York? ¡Porque esto, señores, se está pasando de rosca!

Este fenómeno, de ser algo amable y entusiasta, puede llegar a convertirse en acosos y obsesiones violentas. Ejemplos son aquel terrible asesinato en marzo de 1995 de la joven cantante Selena a manos de la expresidenta de su club de fans. ¡El mundo no podía creer lo sucedido! También el momento en el que ––hace 30 años–– la famosa tenista Mónica Seles fue apuñalada violentamente por un aficionado obsesionado con su rival del circuito, la alemana Steffi Graf, en medio de la cancha de tenis.

¡Cantantes como Cardi B, Beyoncé, Justin Bieber, Harry Styles y Pink han sido agredidos mientras actuaban en el escenario o han sido abrazados y besados en medio de sus actuaciones!... ¡Y sus guardaespaldas, en muchos casos, no pueden hacer mucho para impedirlo! Igual abundan las personas que ––sin el menor sentimiento de culpa–– acosan a famosos. Casos como estos ocurren con frecuencia, son difíciles y pueden llegar a ser hasta peligrosos.

Yo misma siento a veces que me interesa demasiado ese mundo del cotilleo y las celebridades. Y de pronto me digo a mí misma: “Mari, basta ya, pues esto es exagerado”.

Existen verdaderas obsesiones con los famosos en nuestro estilo de vida, especialmente entre los muy jóvenes. Una mezcla de admiración y deseo de ser ellos. Y también entre las personas “solitarias”, que viven sus vidas a través de las vidas de los famosos. Quieren saber todo sobre ellos, vestirse como ellos, maquillarse como ellos y poco a poco van sintiéndose parte de la vida de ellos… ¡como si fueran su familia de verdad!

Las redes sociales son las grandes plataformas de estos obsesivos delirios con los famosos. Algo que comenzó en los años 80 en revistas y programas de televisión. Y se expandió 1.000% con el auge de las redes sociales. El mundo de los groupies o fans que adoran a los famosos es interesantísimo, y aunque existe desde siempre parece multiplicarse más y más cada día. Y esos fans, si tienen los medios, viajan por todo el mundo siguiendo a sus ídolos ¡casi exageradamente!

Yo ––como periodista–– siempre veía las mismas caras en el backstage de conciertos de mis amigos Julio Iglesias y Plácido Domingo, y era muy curioso ver mayormente mujeres que venían de lejanos países y no se perdían un evento. Y esa lealtad al artista eventualmente les daba acceso a saludarlos en el green room del backstage. Superinteresante y una gran lección de sociología.

Y mucho cuidado con que critiques a nadie, pues esos fans obsesionados pueden insultarte, atacarte o incluso, amenazarte online. A mí me han amenazado horriblemente cuando en un post personal critiqué a la reina Letizia de España y tuve que borrar la publicación. Fue realmente feo.

Resumiendo: es muy interesante este fenómeno moderno que ha escalado a enormes proporciones. Nos guste o no ya es parte intrínseca de nuestro estilo de vida.