Xi Jinping llega a 2024 con una rara admisión de que la economía de China está en problemas

Hong Kong (CNN) -- Las empresas de China están pasando apuros y quienes buscan empleo tienen problemas para encontrar trabajo, reconoció el presidente Xi Jinping durante su discurso de Nochevieja de este domingo.

Esta es la primera vez que Xi menciona los desafíos económicos en sus mensajes anuales de Año Nuevo desde que comenzó a darlos, en 2013. Se produce en un momento crítico para la segunda economía más grande del mundo, que está lidiando con una desaceleración estructural marcada por una demanda débil, un aumento del desempleo y la pérdida de confianza empresarial.

Al reconocer los “vientos en contra” que enfrenta el país, Xi admitió en el discurso televisado: “Algunas empresas pasaron por momentos difíciles. Algunas personas tuvieron dificultades para encontrar trabajo y satisfacer sus necesidades básicas”.

"Todo esto sigue estando en mi mente", dijo Xi en declaraciones que también circularon ampliamente por los medios estatales. "Consolidaremos y fortaleceremos el impulso de la recuperación económica".

Horas antes de que Xi hablara, la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS, por sus siglas en inglés) publicó su encuesta mensual del Índice de Gerentes de Compras (PMI, por sus siglas en inglés), que mostró que la actividad fabril disminuyó en diciembre al nivel más bajo en seis meses.

El PMI manufacturero oficial cayó a 49 el mes pasado, frente a 49,4 en noviembre, según un comunicado de la NBS.

Una lectura del PMI superior a 50 indica expansión, mientras que cualquier lectura inferior representa una contracción. Diciembre también marcó el tercer mes consecutivo en que el PMI manufacturero se contrajo.

Recesión manufacturera

El enorme sector manufacturero del país había estado débil durante la mayor parte de 2023. Después de un breve repunte de la actividad económica en el primer trimestre del año pasado, el PMI manufacturero oficial se contrajo durante cinco meses hasta septiembre. Luego volvió a caer por debajo de 50.

La economía de China ha estado plagada de una serie de problemas este año, incluida una prolongada crisis inmobiliaria, un desempleo juvenil récord, precios obstinadamente débiles y una creciente tensión financiera en los Gobiernos locales.

Beijing está luchando por reactivar el crecimiento y estimular el empleo, después de haber implementado una serie de medidas de apoyo el año pasado y prometido intensificar la política fiscal y monetaria en 2024.

Pero su enfoque cada vez más estatista de la economía, que enfatiza el control del partido-Estado de los asuntos económicos y sociales a expensas del sector privado, ha asustado a los empresarios. La represión del Gobierno contra las empresas en nombre de la seguridad nacional también ha ahuyentado a los inversores internacionales.

El sábado, el Banco Popular de China anunció que había aprobado una solicitud para eliminar a los accionistas mayoritarios de Alipay, la omnipresente plataforma de pagos digitales dirigida por Ant Group, de Jack Ma. La medida significa que Ma ha cedido oficialmente el control de la empresa que cofundó.

Ma, quien también cofundó Alibaba Group, dijo en enero pasado que renunciaría al control de Ant, como parte de su retirada de sus negocios en línea. Sus empresas fueron los primeros objetivos de la represión sin precedentes de Beijing contra las grandes empresas tecnológicas, que se consideraban demasiado poderosas a los ojos del Partido Comunista.

Duro con Taiwán

Xi también prometió que China continental sería “reunificada” con Taiwán, reiterando la postura de larga data de Beijing sobre la democrática isla autónoma, con un comentario enérgico antes de una elección crucial allí.

"China seguramente será reunificada, y todos los chinos a ambos lados del estrecho de Taiwán deberían estar unidos por un sentido común de propósito y compartir la gloria del rejuvenecimiento de la nación china", dijo Xi durante una sección de su discurso dedicada a sus planes para la modernización y el desarrollo de China.

Los comentarios se producen apenas dos semanas antes de las elecciones presidenciales de Taiwán, el 13 de enero, y alcanzaron un tono más directo que los de su discurso de Año Nuevo del año anterior.

Luego, Xi dijo: “La gente de ambos lados del estrecho de Taiwán son miembros de una misma familia. Espero sinceramente que nuestros compatriotas de ambos lados del estrecho trabajen juntos con unidad de propósito para fomentar conjuntamente la prosperidad duradera de la nación china”.

Xi ha hecho de tomar el control de Taiwán una piedra angular de su objetivo más amplio de “rejuvenecer” a China hasta alcanzar una posición de poder y estatura a nivel mundial. El Partido Comunista de China reclama Taiwán como territorio propio, pese a que nunca lo ha controlado y no ha descartado utilizar la fuerza para tomar la isla.

Taipéi ha acusado al partido de realizar operaciones de influencia antes de las elecciones, donde el actual vicepresidente Lai Ching-te, un candidato abiertamente odiado por Beijing, ha sido visto como el favorito.