ANÁLISIS | La carta de Maduro en inmigración podría influir en las elecciones de EE.UU., no solo en las de Venezuela
(CNN) -- Los votantes venezolanos tendrían que acudir a las urnas para elegir presidente este año, pero no saben cuándo se celebrarán las elecciones... o incluso si se celebrarán.
Los votantes tampoco saben quiénes serán los candidatos, aparte del actual presidente, el socialista Nicolás Maduro, que ha dejado muy claro que quiere permanecer en el poder durante un tercer mandato consecutivo.
En muchos aspectos, este año electoral empieza a parecer tan caótico como 2018, cuando el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) adelantó el evento del tradicional mes de diciembre a abril de ese año, y luego lo volvió a cambiar, a mayo.
Pero la diferencia con 2018 es que lo que ocurra este año en las elecciones presidenciales del país sudamericano puede repercutir en otras que se celebren a miles de kilómetros de distancia.
Hace menos de cuatro meses, Venezuela llegó a un acuerdo con Estados Unidos para celebrar elecciones libres y justas, una medida destinada a descongelar las relaciones entre ambos países. El acuerdo era crucial para el presidente de EE.UU., Joe Biden, porque la cooperación venezolana es necesaria para ayudar a controlar la inmigración ilegal, que se perfila como un tema clave en las elecciones estadounidenses de 2024.
El problema para Biden es que ese acuerdo parece ahora irremediablemente roto.
Aferrarse al poder
Maduro, exconductor de autobús de 61 años que fue nombrado presidente por Hugo Chávez para sucederle cuando el difunto hombre fuerte se dio cuenta de que estaba enfermo de gravedad, lleva en el poder desde 2013 y no parece dispuesto a abandonarlo.
En público, Maduro ha insistido en que las elecciones se celebrarán este año.
"Llueva, truene o relampaguee, este año vamos a la elección número 31. Habrá elecciones presidenciales en Venezuela", dijo recientemente a sus seguidores del PSUV en un mitin. "Y lo sé, lo veo, una vez más, llueva, truene o relampaguee... ¡Va a triunfar otra vez el pueblo, el pueblo bolivariano, el pueblo chavista! Vamos unidos", dijo Maduro.
Pero su régimen parece estar haciendo todo lo posible para retrasar las elecciones e inhabilitar a la oposición utilizando el largo y poderoso brazo del Estado que controla absolutamente.
El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (el más alto tribunal del país, repleto de leales al gobierno) prohibió recientemente a María Corina Machado, la principal candidata de la oposición, presentarse a las elecciones presidenciales. La decisión del tribunal, basada en supuestas irregularidades financieras de cuando Machado era miembro de la Asamblea Nacional, también le prohíbe presentarse a cualquier cargo en Venezuela durante 15 años.
En una entrevista con CNN, Machado negó las acusaciones y dijo que ella y su campaña han estado en el punto de mira durante años.
Su partido, "Vente Venezuela", dijo recientemente que tres de sus directores de campaña habían sido detenidos por el gobierno. Machado afirma que el régimen ha prohibido a los medios de comunicación venezolanos entrevistarla o informar sobre ella.
También afirma que los leales al gobierno no solo han intimidado a los trabajadores de la campaña, sino que también han perseguido a las personas que les prestan algún servicio, incluidos los propietarios de equipos de audio para los mítines y las empresas de alquiler de autos, los operadores hoteleros e incluso las líneas aéreas comerciales.
"Como saben que no tienen votos, se mantienen en el poder a través de las armas, las sentencias judiciales y la persecución. Es lo único que le queda a Maduro. Maduro es un candidato represor y quiere hacerlo a la fuerza y a golpes. [Están jugando] un juego sucio", dijo Machado, prometiendo seguir en la contienda. "Las amenazas contra nosotros son brutales. Estos tipos no tienen reparos, pero no van a descarrilar nuestros planes", dijo Machado.
Maduro ha defendido el fallo del tribunal contra Machado, sugiriendo que fue en contra de la presión de EE.UU. y demostró que nadie está "por encima de la ley".
"Pese a las amenazas y los chantajes del imperio estadounidense, las instituciones de Venezuela han funcionado", dijo al celebrar el fallo el 29 de enero en Caracas.
La oposición ya ha visto esta película antes. Leopoldo López, que desafió el poder de Maduro durante la última década, fue detenido en 2014 tras semanas de agitación social y condenado a casi 14 años de prisión al año siguiente acusado de incitar a protestas antigubernamentales. Pasó cinco años tras las rejas y varios meses bajo arresto domiciliario antes de huir a Madrid, España, en 2020.
Brian Winter, editor jefe de la revista Americas Quarterly, dice que si hay elecciones presidenciales este año en Venezuela, "hay casi cero posibilidades" de que sean libres o justas.
"Maduro está buscando llevar a cabo unas elecciones que parezcan lo suficientemente justas como para mejorar su imagen internacional sin arriesgarse a su mayor pesadilla, que sería perder el poder. Por eso está vacilando en la fecha y tratando de doblegar al principal candidato de la oposición", dijo Winter.
Rumbo de colisión con Biden
Al inhabilitar a Machado a presentarse a las elecciones, Venezuela está violando un acuerdo que el régimen hizo con Estados Unidos. En octubre, el gobierno de Biden levantó las sanciones económicas generales dirigidas a las industrias minera y petrolera de Venezuela en apoyo de un acuerdo alcanzado en Barbados entre Maduro y la oposición para celebrar elecciones libres y justas en 2024.
La prohibición de que Machado se presente a las elecciones equivale a un repudio del acuerdo, según la oposición y Estados Unidos. El Departamento de Estado de EE.UU. se apresuró a reimponer sanciones a Venezuela, pero hasta ahora solo lo ha hecho sobre su sector aurífero.
"En respuesta a las acciones antidemocráticas de los representantes de Maduro, Estados Unidos ha revocado el alivio de sanciones para el sector del oro de Venezuela. El alivio para los sectores del petróleo y el gas de Venezuela se renovará en abril solo si los representantes de Maduro cumplen sus compromisos", dijo en Twitter el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller.
Pero Maduro y sus aliados saben que tienen a Biden entre la espada y la pared cuando se trata de cualquier otra acción, sobre todo teniendo en cuenta que también habrá elecciones presidenciales en Estados Unidos y la inmigración vuelve a ser un tema crucial.
Durante el año fiscal 2023, los venezolanos (266.071) representaron más encuentros con migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México que cualquier otra nacionalidad, salvo los mexicanos (717.333).
Venezuela ha cooperado recientemente con Estados Unidos para reducir la inmigración ilegal permitiendo vuelos de repatriación.
Maduro sabe que esa es una de al menos dos cartas (la otra es el petróleo) que tiene a su favor a la hora de negociar con Estados Unidos cualquier nueva sanción.
El problema para el Gobierno de Biden es que si parece ser menos severo con Maduro con respecto a nuevas sanciones, estaría abierto a la crítica de ser débil o estar más interesado en el petróleo venezolano que en la democracia venezolana, dijo Winter de Americas Quarterly.
Pero si tiene mano dura, Maduro podría ser despiadado con el tema de la inmigración.
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, dijo recientemente que su país revocaría los vuelos de repatriación de inmigrantes venezolanos desde Estados Unidos si se intensificaba la "agresión económica" de Washington contra Caracas.
"Maduro, en cierto nivel, tiene en sus manos una parte de las posibilidades de reelección de Biden. No quiero sobreestimar eso, pero es real. Y existe la posibilidad de que si el gobierno de Biden presiona con fuerza en la cuestión de las sanciones, Maduro cese toda cooperación de una manera que podría dañar las posibilidades de Biden de ser reelegido", dijo Winter.
Según Winter, eso explicaría por qué el Departamento de Estado decidió revocar las sanciones solo en el sector del oro de Venezuela, y no en el del petróleo y el gas.
"No es solo la democracia venezolana lo que está en juego aquí. También es la inmigración y el petróleo durante un año electoral en Estados Unidos. La dictadura de Maduro ha demostrado una y otra vez ser unos negociadores inteligentes, conscientes de la influencia que tienen", dijo Winter.