La crisis migratoria dominó la conversación en la reunión de gobernadores en la Casa Blanca
(CNN) -- La cifra récord de migrantes que llegan a la frontera entre Estados Unidos y México fue el principal tema de conversación en la reunión de gobernadores en la Casa Blanca este fin de semana, lo cual reveló cómo el asunto se ha vuelto relevante en los estados de todo el país y en todo el espectro político.
La Asociación Nacional de Gobernadores realiza anualmente una reunión de gobernadores en la Casa Blanca para tratar asuntos que afectan a sus estados y otros temas de actualidad. Durante años, la inmigración ha estado en un segundo plano.
Pero este año no fue así.
Varios gobernadores con los que CNN habló durante el fin de semana dijeron que la inmigración fue el tema principal de sus conversaciones.
"Este es el tema número 1 en la mente de los estadounidenses en este momento", dijo el gobernador republicano de Montana, Greg Gianforte.
"Todo el mundo se da cuenta de que este es un problema significativo en este momento y un desafío", dijo a CNN el gobernador demócrata de Carolina del Norte, Roy Cooper.
Los gobernadores de todo el país, independientemente de su proximidad a la frontera sur de Estados Unidos, lidian con la llegada de migrantes, en parte como resultado de que el gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, los envía en autobús a ciudades lideradas por demócratas sin previo aviso. El presidente de EE.UU., Joe Biden, reconoció los retos a los que se enfrentan en su discurso ante los gobernadores este viernes.
"Ustedes se enfrentan a esto todos los días; algunos de ustedes se enfrentan a esto todos los días", dijo Biden, e instó a los gobernadores a aumentar la presión sobre los legisladores para aprobar lo que describió como el "acuerdo fronterizo más fuerte de la historia".
Varios gobernadores dijeron a CNN que hablaron con el presidente sobre posibles soluciones para enfrentar los retos relacionados con la seguridad fronteriza.
"Creo que lo que se vio en esa sala [en la Casa Blanca] fue tanto a demócratas como a republicanos que quieren una solución y que no creen que el Congreso pueda simplemente quedarse al margen", dijo el gobernador demócrata de Kentucky, Andy Beshear, al describir las discusiones como "civiles".
Mientras la Casa Blanca navega entre las críticas de los republicanos y las protestas de los demócratas —algunos que quieren medidas más estrictas y otros recelosos de ese enfoque—, Biden ha tratado de adoptar medidas de seguridad fronteriza más estrictas.
El presidente evalúa una amplia acción ejecutiva que restringiría la capacidad de los migrantes para solicitar asilo en la frontera entre Estados Unidos y México si cruzan ilegalmente, una medida que recuerda a las controvertidas medidas del Gobierno de Trump. Funcionarios de la Casa Blanca mantienen que aún no se toma una decisión final.
El gobernador republicano de Utah, Spencer Cox, dijo este viernes que Biden aseguró a los gobernadores que trabaja con abogados para entender qué medidas ejecutivas podría tomar en materia de inmigración, pero que el presidente parecía "frustrado" porque "no estaba recibiendo respuestas de los abogados que le permitieran tomar el tipo de medidas que quería".
El gobernador republicano de Dakota del Norte, Doug Burgum, subrayó la necesidad de recursos adicionales a lo largo de la frontera sur de EE.UU., al argumentar: "Creo que hay un montón de cosas que se pueden hacer ahora mismo, sin legislación".
La intención del presidente de tomar medidas ejecutivas se produce después de que los republicanos del Senado bloquearan a principios de febrero un acuerdo bipartidista sobre la frontera que incluía medidas de gran alcance, entre ellas la autoridad para cerrar la frontera entre Estados Unidos y México.
"Creo que... al menos por ahora, esta legislación está con respiración asistida. Creo que el presidente va a ver lo que podemos hacer", dijo Cooper, al referirse al proyecto de ley fronteriza del Senado. "Algunas acciones que potencialmente él podría tomar, obviamente serían litigadas en cuanto a si podrían funcionar o no".
La Casa Blanca criticó a los republicanos por no retomar la medida vinculada a un paquete de ayuda exterior. Y este viernes, en cada una de las mesas donde se sentaron los gobernadores había una hoja informativa con detalles del acuerdo fronterizo.
La gestión de la frontera entre Estados Unidos y México ha sido un lastre político para Biden, cuyo equipo ha tenido que lidiar con el aumento de la migración en todo el hemisferio occidental, agravado por la pandemia del covid-19.
Sin embargo, el fracasado proyecto de ley fronteriza "brindó al presidente" una oportunidad política, dijo el gobernador demócrata de Nueva Jersey, Phil Murphy.
"Está bastante claro que, independientemente de lo que se piense sobre la política de inmigración, ahora sabemos a quién culpar por la falta de acción, lo que es horrible para Estados Unidos, pero francamente es un regalo para el presidente", dijo.
La escalada de tácticas fronterizas de Abbott ha llevado la crisis de los migrantes a las puertas de ciudades y estados liderados por los demócratas, lo que sitúa el tema en el primer plano de un ciclo electoral caldeado y obliga a los demócratas a responder ante él.
"Hay que poner fin a todas estas disputas entre ambos partidos. Pido a nuestros líderes que dejen de politizar esta cuestión de la inmigración y se sienten a la mesa para encontrar soluciones a este problema", dijo en un comunicado el alcalde Ramiro Garza, de la ciudad fronteriza de Edinburg, Texas.
Garza y otros alcaldes de todo el país se reunieron con Biden en enero en la Casa Blanca para hablar de la afluencia de inmigrantes que llegan a sus ciudades. Durante meses, legisladores demócratas y republicanos han pedido a Biden que proporcione más recursos para ayudarles a afrontar estos retos.
Los inmigrantes suelen trasladarse a ciudades de Estados Unidos si reúnen los requisitos para ser liberados de la custodia del gobierno y a medida que avanzan en sus trámites de inmigración. Sin embargo, Abbott envió a miles de inmigrantes a determinadas ciudades sin avisarles, lo que obligó a las autoridades a apresurarse a reaccionar.
Los estrategas demócratas reconocen el efecto político de las maniobras de Abbott.
"El miedo a que las maniobras de Abbott sirvieran para asustar a la gente estaba ahí desde el principio, y hay mucha gente corriendo ahora asustada de que esté funcionando", dijo un estratega demócrata a CNN.
"Ha jugado con la idea de enfrentar a los inmigrantes con el pueblo estadounidense en general y con los inmigrantes que llevan aquí años", añadió el estratega.
Edward-Isaac Dovere, de CNN, contribuyó a este reporte