Israelíes enojados atravesaron un campo lleno de hierba en un intento por esquivar un bloqueo policial para interrumpir los envíos de alimentos y suministros destinados a Gaza.
Durante semanas, los funcionarios fronterizos israelíes permitieron que los manifestantes interrumpieran los críticos convoyes de ayuda en Kerem Shalom, el único cruce fronterizo en funcionamiento del país con Gaza. Pero a finales del mes pasado, ante el aumento de la presión y la condena internacional, las autoridades anunciaron que trasladarían agentes adicionales al cruce para recuperar el control. Pero incluso ahora que el área ha sido declarada zona militar cerrada, los manifestantes siguen llegando e intentan superar a la policía.
Las protestas están encabezadas por el movimiento “Tsav 9”, una agrupación de reservistas desmovilizados, familias de rehenes y colonos. Su nombre, que significa "Orden 9", es una referencia a los avisos de movilización de emergencia que convocan a los reservistas.
Los manifestantes dicen que temen que la ayuda esté ayudando a los militantes que aún mantienen como rehenes a sus amigos y familiares, cinco meses después de las sangrientas incursiones transfronterizas dirigidas por Hamas que mataron a unas 1.200 personas en Israel y 200 más fueron hechas prisioneras.
Esperan que impedir la entrada de alimentos y suministros a Gaza obligue a Hamas a liberarlos. Una encuesta reciente realizada por el Instituto de Democracia de Israel encontró que dos tercios de los judíos israelíes apoyan su opinión de oponerse a la transferencia de ayuda humanitaria a Gaza.