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ANALISIS | Un “concurso de popularidad” con más ataques que propuestas: así ha sido la campaña electoral en México

Por CNN Español

(CNN Español) -- Las campañas para las históricas elecciones generales en México están a punto de terminar. El miércoles 29 de mayo es el último día en que los tres candidatos presidenciales, la oficialista Claudia Sheinbaum y los opositores Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, pueden realizar actos de campaña. Luego vendrán tres días de veda electoral en la que ni partidos ni candidatos pueden hacer llamados al voto.

Académicos consultados por CNN coincidieron en que a las campañas presidenciales les sobraron ataques y les faltaron propuestas concretas para resolver problemas importantes del país. Además, dicen que fueron agotadoras, pues el exceso de exposición de los candidatos ha provocado un cansancio en la ciudadanía.

Casi un año de candidatos y campañas

Las campañas se iniciaron oficialmente el 1 de marzo de 2024, aunque antes hubo un período de precampañas entre el 20 de noviembre y el 18 de enero, de acuerdo con el calendario del Instituto Nacional Electoral (INE). Sin embargo, los partidos políticos comenzaron mucho antes las contiendas internas para elegir a sus candidatos.

De ahí que las campañas han sido percibidas como extensas y agotadoras, con un exceso de exposición de los candidatos, que ha llevado a un cansancio en la ciudadanía, señala José Antonio Carrera Barroso, investigador y catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana de México.

“Nos subimos a la campaña mucho antes de que empezara el proceso electoral, entonces lo que pasa con eso es que la ciudadanía ya llega cansada del mensaje de las candidaturas”, dice el profesor de la UAM.

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Morena, el partido gobernante, comenzó en septiembre del año pasado su proceso interno y en octubre dio a conocer al candidato elegido entre los cinco aspirantes. Mientras que el opositor Frente Amplio por México, integrado por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), inició su proceso en julio y lo terminó en septiembre.

“Yo pienso que fueron campañas muy cansadas, fue mucho tiempo de mucha exposición de las candidaturas, porque si llevamos comiendo, desayunando y cenando a Xóchitl Gálvez y a Claudia Sheinbaum desde hace más de un año, entonces es difícil encontrar propuestas novedosas, es difícil encontrar cambios en la preferencia electoral y, además, justamente el factor sorpresa pues deja de existir”, dice Carrera Barroso.

Los partidarios de Claudia Sheinbaum asisten al evento de lanzamiento de su campaña presidencial en la Plaza del Zócalo el 1 de marzo de 2024 en Ciudad de México, México. (Foto de Jaime López/Getty Images)

Los simpatizantes de Claudia Sheinbaum asisten al evento de lanzamiento de su campaña presidencial en la Plaza del Zócalo el 1 de marzo de 2024 en Ciudad de México, México. (Foto de Jaime López/Getty Images)

Más ataques que propuestas

Los académicos coinciden en que, tanto en las campañas como en los tres debates presidenciales, en lugar de presentar propuestas concretas para atacar problemas importantes como la inseguridad, la falta de oportunidades para los jóvenes y los feminicidios, los candidatos se centraron en ataques y en mantener el voto duro de cada base partidaria.

“Los candidatos, pues, se han enfrascado más en la descalificación fácil, superficial, lo estridente, el escándalo como un elemento central del debate político, y lejos están las propuestas serias”, dice Enrique Cuna Pérez, profesor investigador de la UAM.

Para Carrera Barroso, las campañas no fueron más que “concursos de popularidad”, por la “ausencia de propuestas concretas para los muchos problemas que tiene nuestro país, vuelven a un electorado sin movilidad".

Esta confrontación se vio aún más clara en los debates presidenciales, donde sobraron ataques, pero faltaron propuestas, según el académico de la UNAM Abel Pérez Ruiz.

El tercer y último debate presidencial en México

“Si uno revisa especialmente los contenidos de los debates, se centraron mucho en la descalificación hacia el otro. Eso hizo que los debates se convirtieran más bien en un escenario de intercambio de reproches de uno y otro lado, más que en ofrecer realmente una agenda, de cómo se pueden resolver los problemas pendientes”, dice Pérez Ruiz, señalando sobre todo a Sheinbaum y Gálvez.

Para Carrera Barroso, en los debates presidenciales “en lugar de encontrar propuestas concretas para los problemas que aquejan a nuestro herido México, encontramos un torneo de vituperios lleno de ruido y furia. Eso para mí fueron los debates”.

Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum se atacan 2:30

“Faltó más una proyección con base en propuestas reales viables, que para la gente o para la mayoría de la gente son muy, muy importantes para la vida cotidiana. Se desperdició la oportunidad en los debates de poder contrastar propuestas, contrastar proyectos y contrastar agendas”, lamenta el académico Pérez Ruiz.

El analista Enrique Cuna señala que el modelo de comunicación en las campañas se basó “en el escándalo político y necesariamente el imperio de las emociones políticas, el odio el fracaso, el éxito, el logro en la víctima, el victimario y lejos en la propuesta racional para garantizar un futuro mejor”.

Cómo se comportaron los candidatos

Simpatizantes de Xóchitl Gálvez en el arranque de campaña de la candidata de la oposición. (Crédito: Twitter/Xóchitl Gálvez)

Simpatizantes de Xóchitl Gálvez en el arranque de campaña de la candidata de la oposición. (Crédito: Twitter/Xóchitl Gálvez)

Para Cuna, las campañas de los candidatos se pueden evaluar de la siguiente forma: Gálvez se centró en el ataque y la descalificación constante y no en la propuesta, Sheinbaum reiteró las propuestas de la llamada Cuarta Transformación y dejó de lado la originalidad, mientras que Máynez se mantuvo más libre en su discurso, pues es alguien que entró sin mucho que perder y mucho que ganar.

En esto coinciden los demás académicos consultados, quienes evaluaron los pros y contras de las campañas que hicieron cada uno de los candidatos.

Claudia Sheinbaum, la continuidad

La campaña de la candidata del oficialismo se centró en presentarse como la continuidad del proyecto del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, denominado por él como la Cuarta Transformación, coinciden los analistas consultados.

“Claudia (Sheinbaum) se manifiesta como la continuidad de un proyecto que apenas tiene 6 años y que en la mente de mucha gente sigue siendo todavía posible darle más tiempo”, explica Enrique Cuna.

Su enfoque ha sido mantener y extender los programas sociales y políticas de bienestar, agrega Abel Pérez Ruiz, lo que la ayuda a tener un apoyo importante por parte de la población en general sobre “la continuidad de lo que ha significado este gobierno, es decir, están respaldando lo que ha significado el apoyo social los programas”.

Claudia Sheinbaum durante su evento de arranque de campaña presidencial.

Claudia Sheinbaum durante su evento de arranque de campaña presidencial.

El gobierno de López Obrador dice que ha destinado entre 2019 y 2024 más de US$ 161.700 (2,7 billones de pesos mexicanos) en programas sociales dirigidos a niños, estudiantes, jóvenes, adultos mayores, personas con discapacidad, trabajadores del campo y pescadores. Según la actual administración, estas ayudas sociales llegan a 28 millones de personas.

A diferencia de sus oponentes, explica Carrera, Sheinbaum es percibida por un sector de la población “con una mujer de Estado”.

“Yo creo que la persona de Estado más consolidada es Claudia Sheinbaum. Esto no es un torneo de preferencias, sino la elección de alguien que va a abanderar a un país completo, y creo que la única de los tres que se lo creyó fue Sheinbaum”, dice Carrera.

El analista agrega que la candidata del oficialismo “se sabe ganadora, sabe que va ganando y es más segura de sí misma”.

Carrera dice que Sheinbaum “quiso emular la estrategia de López Obrador, una estrategia más en campo”, con mítines políticos con simpatizantes como lo hizo López Obrador en la campaña presidencial de 2018.

Lo negativo, agrega, fue que Sheinbaum estuvo “apoyada por la gente, pero un poco apoyada por el gobierno en turno”, pues el “aparato gubernamental, el aparato del Estado, la estuvo apoyando en las mañaneras”.

Como ejemplo reciente de esto está la conferencia mañanera de López Obrador del 22 de abril, cuando hizo alusión directa a cualidades de Sheinbaum: “Es una mujer con principios, con ideales, honesta y con carácter, tiene las tres C que se necesitan para estos menesteres: cabeza, corazón y carácter. No tiene que ver con la cosa electoral”.

El 26 de abril, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE ordenó a Presidencia editar esa conferencia por los comentarios a favor de la candidata. La Presidencia mexicana optó por bajar de sus sitio web y de su canal de YouTube tanto el video completo como la versión estenográfica de esa conferencia. Solo dejó en YouTube un breve video de resumen de las conferencias de esa semana, pero sin tocar ese tema. 

Xóchitl Gálvez, centrada en ataques

Los especialistas consultados señalan que Xóchitl Gálvez, la candidata del bloque opositor conformado por el PRI, PAN y PRD, centró su campaña en los ataques, sobre todo contra Sheinbaum, no dio propuestas concretas para atender problemas importantes y no logró consolidarse completamente como una opción opositora viable fuera de su base partidaria tradicional.

“(Gálvez) no ha logrado realmente construir una narrativa que ofrezca una alternativa que sea significativa para la población, no ha logrado convencer realmente a un amplio sector sobre la necesidad de cambiar el rumbo o de ofrecer otra posibilidad en términos de la conducción del país”, argumenta el profesor de la UNAM Abel Pérez.

Xóchitl Gálvez, candidata a la presidencia de la coalición Fuerza y Corazón por México. Foto: X

Xóchitl Gálvez, candidata a la presidencia de la coalición Fuerza y Corazón por México. Foto: X

Carrera Barroso coincide en que durante los tres debates presidenciales, la opositora no dio propuestas sobre cómo haría mejor las cosas que el partido en el poder, Morena, y que tampoco logró consolidarse en ese escenario “como una opción viable para quienes no están ni con el PRI ni con el PAN, pero que están desencantados con Morena”.

“Xóchitl Gálvez le sigue hablando a las mismas personas que ya no apoyaban, o sea, no hay un cambio en la preferencia electoral”, explica Carrera Barroso, quien sí destaca el crecimiento de Gálvez en el segundo debate presidencial.

“Creció mucho, porque el primer debate fue una cosa sumamente lamentable, su postura hasta triste se veía. En el segundo se levanta, sin ser la ganadora del debate, se levanta. Y en el tercer debate no sé qué pasó, volvió a la noche del primer debate, cuando era el último momento para demostrar que era distinta, y no lo logró consolidar”, dice Carrera Barroso.

Álvarez Máynez, el candidato “libre”

Jorge Álvarez Máynez, el candidato de Movimiento Ciudadano, partido que se autodenomina una “tercera vía”, “entró en la disputa con nada que perder y mucho que ganar, y mucho ha ganado”, considera el investigador Enrique Cuna.

Jorge Álvarez Máynez. aspirante a la Presidencia de México. (RODRIGO OROPEZA/AFP via Getty Images)

Jorge Álvarez Máynez. aspirante a la Presidencia de México. (RODRIGO OROPEZA/AFP via Getty Images)

Máynez fue “el que más conquistó nuevos votos y que se lo restó, curiosamente, y vienen de los jóvenes y viene del PRI o del PAN, pues sube del 3% al pisar 6 o 7%, según las últimas encuestas”, señala Cuna.

Según la encuesta de mayo de De las Heras, Máynez tuvo un avance significativo, pues pasó de 3% en abril a 8% en mayo.

¿Cómo logró este candidato emergente casi triplicar sus preferencias? Para Enrique Cuna, Máynez “era más libre de decir lo que quería”, porque la disputa estaba entre las candidatas punteras.

Carrera Barroso señala que Máynez utilizó un discurso en el que se atrevió a hablarle de tú y atacar a los viejos partidos y a Morena: “Ataca a los partidos de oposición, porque es un proyecto a seis años, o sea, para en seis años ganar la presidencia tiene que convertirse hoy en oposición, y lo entendieron perfectamente acabando el primer debate”, explica Carrera.

Los debates fueron el otro detonante para el crecimiento en las preferencias de Máynez, según los analistas.

“Me parece interesante poder ver el antes y el después de los debates porque, efectivamente, Máynez es una figura política emergente que antes de los debates, pues realmente no figuraba mucho, no se le daba realmente importancia”, señala Abel Pérez de la UNAM.

“Sabíamos quién era Máynez si tú quieres por los memes, por las redes sociales, pero de repente dejó de convertirse en el meme para decir ‘es el candidato que está pisando universidades públicas y particulares’, y eso ni Sheinbaum ni Gálvez lo han hecho”, agrega Carrera Barroso.

De acuerdo con su página de internet, hasta este viernes 24 de mayo Máynez había visitado 21 universidades públicas y privadas de todo el país.

Pérez Ruiz asegura que Máynez pudo mostrar su agenda y dar más propuestas gracias a que no se enfrascó en los ataques y la confrontación.

“Ganó simpatías sobre todo entre la gente joven. No es casual que haya ido a las universidades. Yo creo que su propósito o el propósito de su equipo de campaña fue precisamente dirigirse a los jóvenes, es una población donde puede encontrar resonancia a sus ideas o a su agenda política. Se presentó, insisto, como alguien que sí tiene una agenda clara, que tiene un proyecto”, sentencia Pérez.