Fue alrededor de las 5:30 a.m. de este jueves en Washington, DC, cuando altos funcionarios de EE.UU. recibieron por primera vez la noticia - y fotografías - de sus homólogos israelíes: el líder de Hamas Yahya Sinwar podría estar muerto.
Altos cargos israelíes y estadounidenses se mantuvieron en estrecho contacto durante toda la mañana, mientras las Fuerzas de Defensa de Israel trabajaban para confirmar que el cadáver hallado entre los escombros en el norte de Rafah era el de Sinwar. Pero ni las imágenes del cadáver de Sinwar hicieron que altos funcionarios estadounidenses se sintieran seguros de que el cerebro de los atentados del 7 de octubre había muerto, según un alto funcionario estadounidense.
En el pasado había habido pistas significativas sobre el paradero de Sinwar, e incluso algunos momentos en los que los funcionarios estadounidenses creyeron que el fuerzas de Israel se habían acercado al líder terrorista. El hecho de que Sinwar fuera finalmente abatido en una operación que no iba dirigida contra él hizo que el acontecimiento -que se produce pocos días después del primer aniversario del inicio de la guerra entre Israel y Hamás- resultara aún más sorprendente.
"La noticia de hoy ha sido una sorpresa, una grata sorpresa", declaró el funcionario a la CNN, describiendo la muerte de Sinwar como un momento “enormemente significativo y trascendental”.
El presidente Joe Biden dijo que para el pueblo israelí, la muerte de Sinwar era comparable a la muerte de Osama Bin Laden para los estadounidenses en 2011.
Pero los funcionarios estadounidenses son reticentes a hacer predicciones sobre lo que significará en última instancia para la volátil región.
Los operativos de Hamas seguramente estarán conmocionados por la noticia y pensando qué hacer a continuación; las represalias de Israel contra Irán por su ataque con misiles del 1 de octubre se esperan para dentro de unos días; y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, necesitará tiempo para determinar cómo gestionar la siguiente fase del conflicto de Gaza.
La llamada telefónica de Netanyahu con Biden este jueves fue breve, según el funcionario, y el primer ministro dejó claro que, si bien los rehenes deben salir de Gaza, solo pondría fin a la guerra en condiciones que él pudiera aceptar.