Tras las elecciones generales de la semana pasada, este miércoles habrá otra votación importante en Washington que impactará en gran medida lo que el presidente electo Donald Trump podrá lograr en sus cuatro años en el cargo: los republicanos en el Senado votarán en secreto para elegir a un nuevo líder.
Trump también estará en Washington, reuniéndose por la mañana con los republicanos del Senado y luego viajando a la Casa Blanca para encontrarse con el presidente Joe Biden.
A partir de enero, los republicanos controlarán el Senado. Aunque Trump no respaldó a un candidato en la contienda por el liderazgo en el Senado pidió a los senadores que le cedan algo de poder y se comprometan a permitirle designar secretarios de gabinete mediante nombramientos en receso, una forma de eludir el Congreso que rompe con la práctica reciente.
Los seguidores más fervientes de Trump están organizándose en torno al senador de Florida, Rick Scott, una figura controvertida que aún se considera como una opción poco probable. Las opciones más alineadas con el establishment son el senador John Thune de Dakota del Sur y el senador John Cornyn de Texas. Esta inusual contienda por el liderazgo es única para los senadores, ya que se está desarrollando no solo a puertas cerradas en el Capitolio, sino también públicamente en medios conservadores.
En última instancia, la pregunta para los legisladores republicanos es si desean elegir a un líder con años de experiencia en las prácticas complejas del Senado o a uno que fuera uno de los primeros en sumarse al movimiento MAGA.