Se pronostica que Florence se arrastrará hasta la costa de Carolina del Norte a fines de esta semana y girará lentamente hacia la izquierda, un desarrollo que destrozaría el estado con marejadas ciclónicas potencialmente mortales, vientos catastróficos e inundaciones de lluvia, además de poner en peligro una gran parte de Carolina del Sur. En esta imagen se ven las olas en la playa de Kitty Hawk, Carolina del Norte.