Policías en Ciudad de Panamá pasan junto a una caseta decorada con imágenes y artículos sobre Manuel Noriega.

Ciudad de Panamá (CNN) – Manuel Noriega vuelve este domingo a Panamá, casi 22 años después de que el exdictador fuera removido de su cargo a la fuerza por tropas de Estados Unidos.

Ahora con 77 años, Noriega está siendo extraditado desde Francia, país que lo recibió en abril de 2010 después de pasar dos décadas en una cárcel estadounidense.

Las autoridades panameñas quieren que Noriega enfrente la justicia por el caso del asesinato de Hugo Spadafora, médico y opositor político de Noriega. Éste fue condenado en ausencia por estar involucrado en el secuestro y asesinato de Spadafora en 1985.

Noriega viajó de París a Madrid y se encuentra en un vuelo de Iberia con destino a Ciudad de Panamá. Se esperaba que el exdictador llegara alrededor de las 5:30 de la tarde del domingo. Sin embargo se reportó un retraso de 80 minutos por motivos de seguridad.

Durante la custodia de Estados Unidos, Noriega sufrió de cáncer de próstata y tuvo un derrame cerebral.

Las autoridades panameñas han incrementado la seguridad para garantizar la vida de Noriega en prisión, dijo el Canciller Roberto Henríquez.

“Tenemos que estar preparados para todas las posibilidades. La llegada de Noriega creará todo tipo de emociones y la vida de Noriega podría correr riesgos en Panamá”, agregó Henríquez.

La ministra del Interior Roxana Méndez dijo que Noriega recibirá el mismo trato que los otros presos en el complejo carcelario El Renacer.

“El estado panameño no tiene una consideración especial tratándose de él para que cumpla su sentencia dentro de la prisión”, dijo Méndez. “Sin embargo, basados en nuestras leyes y si hay un pedido válido de parte de sus abogados, pueden pedir que sea transferido a arresto domiciliario si la salud del preso está en riesgo o si el preso, siendo mayor de 70 años, pueda llegar a enfrentar riesgos en la cárcel”.

El año pasado, un tribunal francés condenó a Noriega a siete años de prisión por lavado de dinero. Noriega también fue multado con casi 2,3 millones de euros, la misma cantidad por la que fue acusado de lavado de dinero procedente del tráfico de drogas a través de bancos franceses. Noriega negó los cargos.

Durante el juicio, el abogado defensor Yves Leberquier trató de mostrar a Noriega como víctima de fuerzas geopolíticas mayores, acusando a Estados Unidos de mover sus fichas para cumplir sus intereses.

El gobierno de Estados Unidos ha retratado a Noriega como el hombre al que el cártel de Medellín de Colombia pagó millones de dólares para proteger los envíos de cocaína y dinero. Fue declarado culpable de tráfico de drogas y otros delitos en Estados Unidos.

Nacido en 1934, Noriega fue abandonado por sus padres a los 5 años y fue criado por una tía en un distrito en Ciudad de Panamá. Después de no poder entrar a la escuela de medicina, Noriega ingresó al ejército, estudiando en la Escuela Militar de Chorrillos en Perú y subiendo rápidamente de rango militar.

En los años setenta Noriega fue el jefe de la inteligencia del general Ómar Torrijos, que obtuvo el poder en un golpe de estado en 1968. Torrijos murió en un accidente aéreo en 1981 y Noriega emergió como su sucesor de facto. Para 1983 controlaba tanto las fuerzas armadas como el gobierno civil panameño.

En 1988 Noriega fue acusado en Estados Unidos por cargos de lavado de dinero y narcotráfico. Fue acusado de tener vínculos con el cartel de Medellín del capo colombiano Pablo Escobar y obtener una fortuna multimillonaria por esa relación.

En medio de crecientes disturbios en Panamá, el entonces presidente estadounidense George H.W. Bush ordenó la invasión de Panamá en diciembre de 1989, asegurando que el régimen de Noriega era una amenaza para la vida y la propiedad de los estadounidenses. Noriega huyó de su oficina y trató de buscar refugio en la embajada del Vaticano en Ciudad de Panamá. Los soldados colocaron altavoces a todo volumen alrededor del complejo como táctica psicológica. Finalmente se rindió el 3 de enero de 1990, y fue escoltado a Estados Unidos para un juicio civil.

Durante su juicio en Francia en 2010, Noriega dijo: “Recibí elogios de parte de Estados Unidos, de la Interpol y de otros países que se beneficiaron por mi lucha contra las drogas”.