WASHINGTON (CNN) — El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió este lunes con el primer ministro de Iraq, Nuri al-Maliki, en medio de la retirada de todas las tropas estadounidenses de Iraq, un proceso que será completado para fines de este mes.
Obama y Al-Maliki discutieron la cooperación entre los países tras la retirada. Luego de la reunión en la oficina oval de la Casa Blanca, los mandatarios ofrecieron una conferencia de prensa.
“Ustedes tienen un socio fuerte y duradero en Estados Unidos de América”, dijo Obama, y agregó que las dos naciones construirán “una asociación amplia” que incluye relaciones comerciales, y el incremento de la capacidad democrática iraquí.
Según Obama, el fin de la guerra significa el comienzo de un nuevo capítulo en las relaciones entre Estados Unidos e Iraq, con un enfoque en una “relación normal entre dos naciones soberanas”.
Obama también rindió homenaje a los estadounidenses e iraquíes muertos en los ocho años de guerra. “Ellos son la razón por la que estamos aquí hoy”, dijo Obama. “Tenemos una obligación moral para todos ellos de construir un futuro que valga su sacrificio”, agregó.
Tras la conferencia, ambos líderes participarán en una ceremonia en el cementerio nacional de Arlington.
La OTAN anunció este lunes la retirada de sus fuerzas de entrenamiento para antes del 31 de diciembre. Un posicionamiento de la OTAN indicó que “negociaciones robustas” sobre extender la misión de entrenamiento no pudieron producir un acuerdo. El asunto sin resolver fue el de garantizar inmunidad a las fuerzas internacionales, según funcionarios.
El mismo tema fue discutido antes entre el gobierno de Estados Unidos y el de Iraq, sobre la posibilidad de que tropas de entrenamiento de Estados Unidos se quedaran más tiempo del acordado durante la presidencia de George W. Bush.
Obama y Al-Maliki tienen razones políticas para terminar la presencia militar de Estados Unidos. Obama dijo durante su campaña que traería a las tropas estadounidenses de vuelta, mientras que Al-Maliki enfrenta la oposición interna por la presencia de tropas extranjeras.
Más de 4,400 soldados estadounidenses murieron y miles más quedaron heridos en la guerra que comenzó en 2003.
Algunos analistas creen que la violencia podría aumentar mientras grupos se disputan el poder luego de salida de las tropas, y que una menor presencia de Estados Unidos aumentará la influencia de Irán.
Hasta este domingo, unos 6,000 soldados y cuatro bases militares estadounidenses permanecen en Iraq, de acuerdo con un vocero del Ejército estadounidense.