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HONG KONG (CNN) — La cadena de televisión internacional Al Jazeera informó este martes que cerró su oficina en Beijing luego de que las autoridades chinas se negaron a renovar las credenciales de prensa de su corresponsal en el país, Melissa Chan.

La cadena árabe expresó su decepción con la decisión, la cual ocurrió después de varios intentos por obtener la licencia a través de los procedimientos normales.

Al Jazeera cerró su oficina —que operaba en idioma inglés— debido a que también recibió negativas a las solicitudes para enviar a otra corresponsal en remplazo de Chan.

“Estamos comprometidos con nuestra cobertura en China”, aseguró el director de noticias de Al Jazeera English, Salah Negm, en un artículo publicado en el sitio de la cadena. “Al Jazeera Media Network continuará trabajando con las autoridades chinas para reabrir nuestro buró en Beijing”, dijo.

Chan, una ciudadana estadounidense, podría ser la primera corresponsal extranjera acreditada que pierde el derecho a reportear en China desde la expulsión de Yukihisa Nakatsu, reportera del diario japonés Yomiuri Shimbun, en octubre de 1998.

Las autoridades chinas aún no han comentado las razones para no renovar la licencia a Chan.

El Club de Corresponsales Extranjeros de China (FCCC, por sus siglas en inglés) sugirió que el hecho está relacionado con la publicación de Al Jazeera en noviembre pasado sobre campos de trabajo forzado en China.

Durante sus cinco años en el buró internacional de Al Jazeera en Beijing, Chan ha escrito casi 400 reportes sobre varios temas que incluyen economía, políticas internas, política exterior, medio ambiente, justicia social, derechos laborales y derechos humanos, según la televisora.

Chan recibió en 2010 la censura de las autoridades cuando trató de visitar a la esposa del activista y premio Nobel de la Paz Liu Xiaobo. En marzo de este año acompañó a una familia que protestaba con sus familiares desaparecidos en las cárceles negras del país.

El Club de Corresponsales informó que estaba “abatido” por la decisión del gobierno chino, a lo que se refirió como “el ejemplo más extremo de un patrón reciente de usar las licencias de periodistas en un intento por censurar e intimidar a los corresponsales extranjeros en China”.

El vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores, Hong Lei, aseguró que el ambiente para los periodistas extranjeros en China es “muy abierto y libre”.

“Al mismo tiempo (…) los periodistas extranjeros deberían seguir las leyes y regulaciones chinas mientras reportan en China y seguir la ética profesional”, dijo.