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(CNN) — Cierra los ojos y sabrás donde estás: El inconfundible sonido de las voces de la animación japonesa y el tintineo de una vuelta completa alrededor de una pista electrónica revelan un clásico salón de videojuegos en Japón. Pero abre los ojos, los jugadores no son exactamente los adolescentes que esperarías encontrar.

En el salón de videojuegos de Sega Corporation en el centro comercial Yokohama, una docena de cabezas con cabello canoso se mueve frente a las consolas de video mientras introducen fichas en las máquinas. La media de la edad está muy lejana de la preadolescencia, de hecho está mucho más cerca de la jubilación.

La industria de los salones de videojuegos, aunque todavía es dominada por los jugadores jóvenes, está cambiando debido a la inesperada realidad de la población en un país que envejece rápidamente. El Gobierno de Japón tiene proyecciones de que la población se reducirá en un 30% para el 2060. Para ese año, el gobierno dice que las personas de 65 años o más representarán el 39,9% de la población total. Haz más cálculos y el resultado es que los adultos mayores superarán en número a los niños con una relación de 4 a 1.

La portavoz de Sega Corporation, Kyoko Matsuda, dice que la empresa ya observó esa tendencia en su salones de videojuegos y busca atraer a sus clientes de mayor edad. Matsuda dice que los establecimientos empezaron a realizar un día del adulto mayor e incluso utilizan tecnología antigua para las tarjetas de cliente frecuente. Usan tarjetas de papel en donde pueden reunir estampillas en lugar de usar los puntos de datos electrónicos a través de los teléfonos móviles. “Usamos papel porque es amigable para (las personas) mayores”, dice Matsuda.

Los Kataoka, ambos de 70 años, sin duda sienten que la sala de videojuegos es amigable para su grupo de edad. Vienen cada dos días. Teruo Kataoka juega alrededor de seis horas. “Aquí es divertido”, dice, rara vez apartando los ojos del videojuego. “Mantiene mi cerebro muy activo”.

Su esposa, Tsuneko, divide su tiempo comprando en el centro comercial y jugando videojuegos. “Nos aburrimos. No tenemos mucho que hacer. Ya no tengo nada que contarle a mi marido. Es mucho mejor venir aquí que sólo estar sentados en la casa viendo la televisión todo el día. También necesitamos un poco de emoción”, dice. Los Kataoka, al igual que muchos jubilados aficionados a los videojuegos, prefieren los juegos más análogos del salón de videojuegos, los que se parecen más a las máquinas tragamonedas de Las Vegas.

Introduces la moneda en la máquina, esta desliza una pila de monedas hacia la orilla, y puedes ver como caen, explica Teruo Kataoka. Mientras más monedas caen, los adultos mayores están más dispuestos a jugar, dice.

La arcadia tiene tantos jugadores con pelo cano que se transformó de manera no oficial en un centro para adultos mayores.

Nos reunimos aquí, dice un adulto mayor, señalando a los Kataoka.

Los jugadores adolescentes, quienes empiezan a llegar después de que termina el día escolar, dicen que no tienen problema de ver a tantos adultos mayores en un lugar orientado tradicionalmente a los jóvenes. Lo que sería raro, dice un jugador de 16 años, sería ver a un abuelo jugando un videojuego de disparos o de combate.

Pero nadie puede decir cómo se verá el futuro en este salón de videojuegos y en otros lugares de Japón, mientras este país envejece.