(CNN) – El presidente Donald Trump firmó un acuerdo comercial inicial con China que evitaría los aranceles inminentes de EE.UU. y reduciría las tasas de los aranceles existentes a cambio de una promesa china de comprar productos agrícolas estadounidenses, dijeron funcionarios estadounidenses y otras personas familiarizadas con el acuerdo.
El equipo comercial de Trump informó al presidente sobre el acuerdo durante una reunión a media tarde del jueves en la Casa Blanca.
Trump ya había anunciado los amplios contornos del acuerdo de la “fase uno” en octubre, y las dos partes han estado regateando sobre detalles específicos desde entonces. El acuerdo de “fase uno” no aborda los principales cambios estructurales en la economía de China que Trump ha buscado.
Los términos del acuerdo incluyen un retraso en los nuevos aranceles de US$ 160.000 millones en productos electrónicos y juguetes de fabricación china programados para entrar en vigencia el 15 de diciembre, así como una reducción a la mitad de algunos aranceles estadounidenses existentes, dijo una persona familiarizada con el acuerdo.
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A cambio, China ha prometido comprar productos agrícolas estadounidenses. China ha hecho promesas similares en negociaciones pasadas, pero en su mayoría no ha podido cumplir con grandes compras.
El progreso con China se produce días después de que Trump llegó a un acuerdo con los demócratas del Congreso sobre su pacto comercial revisado con México y Canadá, cumpliendo dos grandes prioridades en las que hizo campaña en 2016.
El avance con Beijing se produce semanas después de que las intensas negociaciones entre las dos superpotencias económicas del mundo se reanudaran en octubre.
La incertidumbre comercial ha pesado mucho en la economía, una pieza central de la campaña de reelección del presidente. El miércoles, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, evitó comentar directamente sobre cualquier acuerdo comercial específico con China o México y Canadá, pero reconoció que tal progreso “eliminaría la incertidumbre y sería positivo” para la economía estadounidense.
“Retrasar la imposición de aranceles en febrero o más allá le permitiría al presidente capear el proceso de juicio político en el Senado y también tener una victoria con la aprobación del USMCA (T-MEC) por el Senado”, dijo James Lucier, director gerente de Capital Alpha Partners. “Ambos desarrollos pondrían al presidente en una posición más fuerte para futuras conversaciones comerciales”.
Temprano en el día, Trump insinuó que se estaban haciendo progresos entre las dos partes, tuiteando: “Acercándose MUY A UN GRAN ACUERDO con China. ¡Lo quieren y nosotros también!”.
El tono optimista contrastó con el de hace más de una semana, cuando el presidente sugirió que le gustaba la idea de esperar hasta después de las elecciones de 2020.
“No tengo fecha límite”, dijo Trump a periodistas en Londres.
Los observadores comerciales cercanos de Estados Unidos y China han visto tales comentarios del presidente como un esfuerzo por maximizar la presión sobre el líder chino Xi Jinping para ganar tantas concesiones como sea posible. Los negociadores estadounidenses también han estado presionando a China para que se comprometa con las compras agrícolas, una solicitud que Beijing se ha mostrado reacio a aceptar todo el año.
“El equipo de comercio de ambos lados mantiene una comunicación estrecha”, dijo Gao Feng, portavoz del Ministerio de Comercio de China, en una conferencia de prensa el jueves, sin proporcionar detalles.
Pero en los últimos días, ha habido un mayor optimismo de que las dos partes podrían llegar a un acuerdo inicial de la fase uno ya que los negociadores se están moviendo rápidamente para revisar el texto de un acuerdo.
“Lo que la gente espera es que se realice un acuerdo de fase uno y que los aranceles no aumenten”, dijo el miércoles Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase y jefe de la Mesa Redonda de Negocios. “Si esas cosas no suceden, será negativo para el mercado y un pequeño negativo para el PIB mundial”.